No me doy abasto...

No me doy abasto con tanto pinche loco y pendejo suelto.

No puede uno irse de vacaciones a una playa nudista en la Polinesia Francesa y tirarse a gusto con las verijas pa´rriba a degustar frutas exóticas y tomar el sol, porque ahí andan luego luego chingue y chingue.

Resulta que me escribió una indignada damita que dio con mi blog gracias a un pelmazo de imbécil que le endulzaba el oído y hacía latir su corazón con MIS escritos, MIS anécdotas y MI personalidad. Chaaale. Lo peor del caso es que, cuando nuestra amiga lo descubrió con las manos en la masa y con pruebas que lo hundían, el tipejo lo negó rotundamente diciéndo: "no sé de qué me estás hablando". Doble "chaaale".

La inteligente jovencita en cuestión, al desconfiar de la capacidad creativa y amorosa de su pretendiente, buscó en Internet las frases que éste le escribía por Messenger, y ¡voilá!, que da con mi blog. Aventuras, amistades, apodos, infancia, formas de pensar, de sentir, de humor y demás utilizó este ratón culo gordo sin gracia alguna en la vida para enrredar a su víctima en una bola de mentiras y apariencias.

Agradezco infinitamente el valor cívico, ético y moral de mi nueva comadrita lectora por pasarme el dato, por no quedarse callada ante vil plagio y por desenmascarar al ladronzuelo enamorado de muy poca madre; y también agradezco -por qué no- a ese pendejazo hijo de puta, por regalarme un lector más.

He aquí parte del mail de la damita indignada.



Moraleja:

Cuidado, jóvenes doncellas que se encuentran en la flor de su virginal juventud o a un brinco de la tumba, no se vayan con la finta ni se deslumbren tan fácilmente con príncipes azules de pacotilla o románticos desbordados. No caigan en los tentáculos de eyaculadores precoces carentes de personalidad que les dicen o escriben cosas sin faltas de ortografía y llenas de intensa cursilería... podrían ser escritos de mi autoría, snif.