Había una vez una niña que le gustaba mucho cantar y bailar. La pequeña soñaba con algún día salir en la tele...
Y lo logró: terminó como Interventora de la Secretaría de Gobernación y, una vez, el mismísimo Marco Antonio Regil la pasó al frente a validar un premio en Cien Mexicanos Dijeron.
¡SNIF! qué emoción...