viernes, septiembre 29, 2006

Post retro

Allá en tiempos remotos, cuando los carritos Hot Wheels costaban un huevo y la mitad del otro, y los Matchbox eran los baratillos y con los que jugábamos los clasemedieros, esta era la mejor serie televisiva que existía.

Bueno, no es que fuera lo mejor de lo mejor, pero esto era lo que había hace más de 20 años; cuando sólo había como cuatro canales en la televisión y uno se tenía que parar para cambiarle -qué hueva, pero no había control remoto, chavos y chavas- dándole vuelta a una rueda que hacía clak clak clak y acomodar bien la antena pa´que agarrara señal.

Esta serie, junto con Rintintin, la Señorita Cometa, La Pandilla de la Mano Roja, Burbujas, La Canica Azul y Chabelo, hicieron los sábados de mi infancia más felices.

Recuerdo que uno de mis juegos favoritos -influenciado por esta serie- era construir toda una ciudad en mi cuarto con los juguetes que tenía: con el Castillo del Dragón Rosa de Fisher Price, La Casa del Árbol de la misma marca, una ambulancia de pilas, la Pista de Carreras Zip Zap (chafísima, por cierto) como carretera, monitos de Star Wars y Wilburs como los habitantes, alguno que otro muñeco de peluche, mis Matchbox, animalitos de plástico y..... ¡Poooowww! ¡Craaaash! ¡Puuum!, todo lo destruía y lo pateaba haciendo gestos de maldad (ñaka ñaka) y gruñidos de monstruo (groooaarrrr). Una vez hasta le prendí fuego a una caja de cartón que usé como edificio, para hacer la cosa más real; pero lo único real fue que mis nalgas quedaron más coloradas que de costumbre debido a los cintarazos que me dieron por andar de incendiario.

Les presento a Goldar, mi primer héroe; y a uno de sus archienemigos. Snif. Con las pendejadas que nos entreteníamos antes…

jueves, septiembre 28, 2006

Otra vez mi compa que me habla los domingos...

Tenía ya mucho tiempo de no ver a mi camarada ese que me habla a las 8 de la mañana los domingos para preguntarme pendejadas. Y, precisamente ayer, me cayó en el depa sin avisar y sin darme tiempo para escondérmele.

Llego en su camionetota, reprochándome que por qué ya no le contestaba el teléfono: que me había estado hablando varios días y yo, ni mis luces. No sé qué excusa estúpida le saqué y se la creyó.

Llegó a mi departamento con una botella de Buchanans y aguas minerales, y pues yo no opuse resistencia y ya no hice tanto coraje, slurp, slurp. Mi compa empezó a hablar y a hablar –a este güey le fascina hablar de él- y a seguir hablando sin callarse un momentito. Yo nomás me servía y servía whiskys para ver si me daba una congestión alcohólica antes de caer desmayado de aburrimiento o golpeado por su inmenso ego.

Platicaba las mismas mamadas de siempre: que si ya vamos a cumplir 30 años, que se sentía frustrado, que si yo estaba frustrado, que antes él era una verga para todo, que si los sueños de juventud, que ya no eramos unos niños, que quería estabilidad, que el trabajo, que el desamor, que qué iba a ser de la vida. ¡Dios mío!

Aparte, mi compadre siempre se ha sentido galán y es muy común en él tomar actitudes mamonas de rockstar y de casanova déspota quesque porque pistea todos los días y tiene mil viejas que mueren por él (pero no le conozco ninguna), que dizque necesita prozac y ayuda psicológica porque su mente está bien cabrona, que se siente incomprendido, que quiere meterse a rehabilitación, que ha pensado mil veces en darse un tiro en la cabeza; puras mamadas de adolescente puñetín.

Este güey siempre se ha querido crear problemas que no tiene, no sé si para llamar la atención o ser como su ídolos Colin Farrel y Jim Morrison. Y lo más curioso es que su familia es la más normal del mundo y la más consentidora y querendona y menos disfuncional, pero como que a este güey no le gusta tanta normalidad y quiere ser él el disfuncional y problemático. Me acuerdo que en la carrera asustaba a mis amigas con sus actitudes extrañas y las acosaba en las madrugadas hablándoles por teléfono, juarjuar. Todas le sacaban la vuelta por extraño y mamón.

Estaba muy serio hablando; ah, porque ete güey se pone muy solemne y se toma muy en serio cuando habla que hasta hace una voz pausada y pone mirada de intelectual amargado, como si fuera una persona interesante. Y me dijo:

-Te digo algo, Gustavo (“pos ya qué chingados le hago”, pensé): yo tuve que haberme muerto a los 27 años, como los grandes. En dos meses voy a cumplir 30; pero debí de haber muerto a los 27, hermano; los grandes mueren a esa edad. No vale la pena vivir así, es un asco. Todos me dicen que soy una persona demasiado inteligente. Y lo soy, estoy muy por encima de los demás. Me acuerdo que en la escuela escribía bien cabrón y tocaba la guitarra bien cabrón y componía unas canciones que ya quisieran Los Strokes; ¿y para qué?...

Chale. Doctor: lo perdimos, doctor; lo perdimos. Cu cuuu, cu cuuu...

Yo siempre he pensado que cuando alguien cree que es “demasiado inteligente”, es porque tiene problemas graves. Esos “genios incomprendidos” ya me dan mucha hueva al igual que todas esas pláticas de frustraciones que yo ya superé hace mucho. Yo siempre soy la persona menos indicada para estas situaciones. Quería que le diera un consejo y cada cosa que yo le decía, el güey me respondía: “Me decepcionas, creí que eras más inteligente”. Uuuuyyy, discúlpeme su Alteza Serenísima.
De lo que no se daba cuenta es que la mera verdad me valía riata lo que hiciera, quería que ya se fuera y me dejara la botella porque ese rollo se lo vengo escuchando desde que teníamos 19 años: que se va a suicidar, que si es un músico genial, que sus problemas con el alcohol, que es el mil morras, que esto que lo otro, que el amor, que nada vale madre, etc. Pero en realidad no hace nada para remediar su situación y el güey es puro pedo que ya me da hueva aunque sea mi amigo.

Pero el whisky es el whisky, y más de gratis… y seguí escuchándolo…

martes, septiembre 26, 2006

Post para salir del apuro diario



Tengo un amigo puto que se llama Paco Gerte. Dice Paquito que se quedó con muchas ganas de verga nar a los Tigres el fin de semana pasado. ¿Alguien quiere quitarle las ganas a mi compadre?

Tengo otro amigo que se hecha unos pedotes bien feitos, y dice que Bush ya lo mandó llamar al Army como arma biológica.

Tengo otro amigo que es más aburrido que la Hora Nacional y es más predecible que una actuación de Nicolas Cage en cualquiera de sus películas. No se los recomiendo; no se pierden de nada.

Resignado ante mi inminente calvicie, he optado por el peinado de "Queso Oaxaca": Me voy a dejar crecer los pelos de los lados de la cabeza y luego -ya que estén bien largos- me los voy a envolver en la pelona como el susodicho quesito; así como un turbante. Snif. A ver si no me confunden con terrorista.

sábado, septiembre 23, 2006

Unos frentazos en el ombligo

Este blog es un penacho de plumas multicolores, que en las noches se viste de charro y se pone a cantarle al amor... o algo así va la pinchurrienta canción esa de Luís Mugrel. Así como un día puedo hablar sobre recuerdos ñoños y traumas retro ochenteros de la infancia, también otros días puedo dar agudos puntos de vista sobre política, verdades absolutas o filosofar sobre pensamientos inservibles acerca de la vida, el amor, la naturaleza y cómo limpiarse en fundillo cuando no hay papel en el baño y uno no trae calcetines.

Pero pos este blog también es hombre, y también es un blog muy macho, y pues le gusta hablar de sexo de vez en cuando y dar consejos útiles a sus lectores vírgenes, cachondos, y hasta a los que “no paraguay”. Por eso este blog les dice: No sean gachos, raza; no traten mal a las viejas cuando les está bajando el Kool Aid de fresa. Andan bien sensibles en esos días y lo que menos quieren es que uno las esté jodiendo o forzando a hacer cosas que no quieren.

Es que yo conozco a muchos batos que les gusta pasarse los rojos y ahí andan de rogones: "Ándale... ándale... al cabo ponemos una toalla o una camisa que ya no sirva sobre la sábana para que no se manche... ándale" o "no hay pedo, mañana llevo el edredón a la tintorería y digo que se me tiró una lata de chile chipotle". Pero pos a algunas morritas no les gusta hacer el amor cuando la carne se les está descongelando porque quesque se sienten sucias y dizque huelen mal y quién sabe que tantos inventos y tabúes y conjuros le dicen a uno. Total, como la morrita no quiere amor, pues uno luego luego piensa: "Ah, bueno, si no quiere así, pos entonces que me dé unas chupa chups esta semanita".

Pero hasta para pedir eso hay que ser muy sutil y romántico, no sean güeyes. No se trata nomás de llegar y decir: "Oye mi amor, como te está bajando pues entonces hazme sexo oral". Por favor, ¿quién dice "sexo oral" para referirse así a unas mamadas? Nadie. Como tampoco nadie llega proponiéndole a su pareja: "Tengamos coito, ¿no, mi vida?" o "vamos a aparearnos, baby" o “nos cruzamos como los perritos, chiquita”. No, no chinguen, tampoco traten de ser tan correctos porque se ven puñetotes y ese es un “turn off”.

Tampoco está bien decirle: "Ándale chiquita, dame unas mamadas". Eso se oye más vulgar que Rafael Inclán hasta el huevo de pedo en una pulquería. Pero tampoco hay que caer en la extrema ternura de: "Dame unos besitos en mi pipí que está muy tristesita y extraña tu lengüita juguetona, snif". No sean infantiles, por favor, suenan a Barney o al padre Marcial Maciel.

En estos días de goteras coloradas, hay que ser muy ingeniosos para no herir susceptibilidades, para no caer en el extremo de la guarrez ni en lo cursi que nos haga ver mansitos. Este blog por eso les recomienda que les digan a sus mujeres:

"Mi amor, disfrutaría mucho si me dieras unos frentazos en el ombligo".

Así, la ponen a pensar un ratito y, cuando descifre lo que quisieron decirle, los dos van a estar a la risa y risa por tus geniales ocurrencias y la damita accederá a tus peticiones por creer que eres un genio incomprendido y un amante fabuloso.
Pruébenlo y verán.

P.D. Para los que sigan sin entender el título de este post: Cuando la muchacha accede a soplarles el pajarito, su frente femenina rebota entre las carnes de su ombligo. Eh ahí el nombre del post.
Mamada = Frentazos en el ombligo.

martes, septiembre 19, 2006

La Mosca

Tengo un amigo que tenía un puesto importante en la Secretaría de Vialidad y Tránsito. Varias veces me contó de los abusos de los oficiales y de cómo se maneja el dinero dentro de la institución: moches, mordidas, sobornos, repartos y de más. No digo que este güey no hacía nada de eso teniendo un alto mando, pero tampoco se mamaba ni abusaba cuando no debía.

Por ejemplo: Una vez llegó una señora quejándose con él de que un tránsito le había quitado 500 pesos por traer placas gringas en una vagoneta de esas regularizadas bien madreada. Decía que ese dinero era lo único que tenía para toda la semana y que, parte de él, era para comprar unas cosas para la humilde fiesta de quinceaños de su hija. La señora era un mar de llanto.

Mi amigo atendió muy amablemente a la señora en su oficina y mandó llamar a los oficiales que estaban en la avenida donde la habían infraccionado. La señora señaló al culpable y mi amigo dijo: “A ver, dame los 500 pesos que le quitaste a esta señora”, y el oficial le dijo que no los traía que porque ya se los habían repartido entre los tres y se lo había gastado. Entonces, mi amigo saca 1500 pesos de su cartera y se los da a la señora y le dice: “Tenga señora, le ofrezco una disculpa; hágale el quinceaños a su hija”, y la señora toda sacada de onda y bien agradecida se fue con los mil quinientos bolas. “Mañana”, dijo mi compa, “cada uno de ustedes me va a traer mil pesos: o sea, 3 mil pesos. Lléguenle a la verga de mi oficina”

Total, a la semana, que despiden a mi amigo de su trabajo. Salió su foto en tooooodos los periódicos bajando de su coche y con un encabezado que decía algo más o menos así: “Director de no sé qué de Tránsito usa placas colgadas en su auto de lujo”. Y bye bye.

Pero el propósito de este post es el apodo que le pusimos a mi compa después del incidente de su desempleo a raíz de ese roce con la prensa escrita.
Llegó una vez a una carne asada, todavía tristecillo y avergonzado, y que todos empezamos a hacerle: “Bzzzzzzzzzzzz, bzzzzzzzzzzzz” y a mover las manos como si fueran alas. Y este güey dice:

- Qué pedo, ¿por qué le hacen así?
- Pues de ahora en adelante te vamos a decir “La Mosca” -le dijimos.
- A chinga, ¿por qué? –dice mi amigo desconcertado.
- Pues porque te mataron a puro periodicazo, juar juar, juar.

Y así se le quedó: La Mosca.

sábado, septiembre 16, 2006

Navidad adelantada

Les voy a adelantar su navidad regalándoles un Chiste Alowey navideño, pa´que luego en diciembre no me digan que nos les di nada. Además, es un buen "pretesto" para no escribir nada porque es sábado y la hueva me envuelve con sus tentáculos. Bye.

miércoles, septiembre 13, 2006

El Sabritas

De chiquillo tenía un amigo al que le decíamos El Sabritas porque era una botana el cabrón. El Sabritas acostumbraba a cambiarle la letra a las canciones de moda y ponerles puras groserías. Una vez le cambió la letra a la canción de la caricatura de Heidi, y decía: “Abuelito dime tú, por qué el chivito te la mamó, abuelito dime tú…”. Otra vez nos cantó la de Cuando Calienta el Sol y decía: “Cuando calienta el sol aquí en la playa, siento tus chichis brincar cerca de mí…” La que más me daba risa era la del Bazar de las Flans, esa que estaba bien de moda en aquella época y que decía “te conocí en un bazar un sábado a mediodía, ente libros y revistas, camisetas discos y tú” o algo así. Pero el pinche Sabritas la cantaba: “Te conocí en un congal un sábado bien cachondo, entre tetas, pantaletas, chichis, vergas, pitos y tú”. Se le ocurría cada pendejada al Sabritas que siempre nos tenía cagados de la risa. Una vez su mamá lo oyó cantar una de sus canciones y lo metió de los pelos a la casa, juar juar.
Hoy se me hizo verlo en Liverpool. No estoy seguro si era él; se veía ya bien señor y bien gordo. Quise llegar y decirle: “Eh, tu eres el Sabritas, ¿verdad?”, y que me dijera que sí y cantar juntos la de te conocí en un congal la la la la la la la la. Pero no.

Explicación para mis lectores internacionales:
Sabritas es una marca de frituras mexicana. A esas frituras se les llama botanas. Una persona "botana" es una persona muy chistosa, graciosa, etc. Servidos.

Y por último,un Chiste Alowey para acabar de amargarles el día:

domingo, septiembre 10, 2006

cuentitos

Entré otra vez a unos concursos de cuentos y relatos hiperbreves en los que ya van varias veces que participo y no me gano ni madres ni quedo entre los de mención honorífica ni nada de nada (no he de valer pito para escribir, snif).
Como sólo a ustedes, amados lectores (y a la Fabi, of course), les tengo que rendir cuentas de las pendejadas que escribo y sólo su aplauso sincero o desprecio vil es mi mejor premio, pues aquí se los dejo a ver qué les parecen:

La Otra Tierra

Nuestra nave descendió sobre aquel desolado planeta. La superficie estaba erosionada y no había rastros de agua por ningún lado; las agujas de los equipos de medición marcaban altos índices de radiación tóxica y una temperatura mayor a los 80 grados centígrados. Los indicios de vida eran nulos. ¡Maldición!, un grupo de humanos ya había estado aquí antes que nosotros.

La Lechuza

Contaba Don Chabelo, el velador del barrio, que las lechuzas se convertían en brujas. Regresé a mi casa por la noche, después de un partido de fútbol con los niños de la cuadra de arriba. Caminaba cargando el balón y escuché que me chistaban por la espalda: “sht, sht”. Miré para atrás, pero no había nadie. Volvían a chistarme: “sht, sht”, y yo volvía a voltear, pero seguía sin haber alguien. Escuché un aleteo cercano que me puso la piel de gallina... “Sht, sht”... Miré hacia atrás y ¡Aaaaahhhhhhrrrrggggg!!!

Mejor vayan a Big Blogger para que sigan leyendo más de mis babosadas.

viernes, septiembre 08, 2006

este consejo les doy...

Ya no acostumbro manejar pedo porque ahora soy más conciente y porque una vez destrocé mi carro contra un muro de contención en una de las avenidas principales de aquí de Monterrey. El carro quedó hecho cagada, al igual que mis calzones por el susto. A mí no me pasó nada, todo gracias al rosario mágico ese que mi madre siempre se empeña en colgar en el retrovisor de todos los coches a los que se sube; ah, y también gracias a la crucecita de San Benito que traía de llavero en esa época y que servía igualmente para cuidar borrachos que para abrir cervezas.

Esa noche iba tomado y encabronado por no me acuerdo qué pendejada (una novia lesbiana, creo; nada del otro mundo) y quería seguir tomando y, en una joroba, por andar manejando con una mano, que pierdo el control de Kit el Auto Increíble y que pego de lado, de frente, de reversa, mami, de reversa.... El coche giraba por el aceite derramado del motor y yo me sentía adentro de una licuadora Oster y nomás oía golpes huecos por fuera. El automóvil fue pérdida total. De buenas que el chingadazo fue en la madrugada y no había nada de tráfico ni de gente; si no: ay amachita.

Pues total que llega Tránsito y -siempre- lo primero que quieren hacer, es intimidar a uno diciéndole mil mamadas de que la cárcel y que las multas y que la verga. Total, uno de los tránsitos me bajó 500 pesos con engaños y pos yo se los di y pues ahí voy, a hablarle a mi papá por teléfono para que me echara la mano con lo del seguro y porque el carro estaba a su nombre. Lo único que dijo mi padre al ver el auto fue: “Pues te salió cara la pedita, Guffito”, y yo le dije, “sí, pinche botella de Buchanans se tiró toda en el carro”… ah, no, no es cierto, no le dije eso.
Total, resulta que el tránsito que me había bajado los 500 pesos conocía a mi papá y pues le dijo bien apenado que me había quitado esa lana pero que ya había arreglado con el comandante esa cantidad y, total, terminamos ayudando al jijuelaverga ese con tal de que la rata asquerosa de su comandante no lo corriera porque tenía cinco hijos y una esposa enferma de cáncer. Total, arreglamos lo del seguro, le pagué el carro a mi jefe y bla bla bla.

A lo que voy con esta historia -que hasta a mí ya me dio hueva - es que no manejen pedos, cabrones y cabronas. Mi cuñado chocó hace más de un año en la misma condición que yo andaba (pedo) y aún se sigue recuperando.

El blog de Guffo al servicio de la comunidad y creando conciencia entre los jóvenes.

miércoles, septiembre 06, 2006

chistes alowey y datos misceláneos

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Boletos de avión, ya.
Hospedaje en hotel, ya.
Boletos para el concierto de Joaquín Sabina en el DF, también (sería muy pendejo de mi parte comprar boletos de avión y pagar hospedaje en el DF sin tener los boletos del concierto, ¿no?)

Por fin el sueño de la Fabi se hará realidad. La veré llorando, cantando, derritiéndose con las palabras de otro güey y gritándole que lo ama.
Oye Fabi, ¿cuándo vamos a ir a Hollywood a buscar a Winona Ryder?, digo, para estar a mano ¿no?, jejeje.

Recuerdo que de niño, querer ser Presidente de México, era algo bien chingón. Soñarse saliendo en las estampitas de las tareas y en los libros de texto; ser héroe nacional ayudando a la gente pobre y cuidando nuestros recursos de manos de los villanos, eso era algo bien chingón. Pero ahora... Qué gacho ha de ser que nadie te quiera, no tener amigos, que se te acerque la gente por pura conveniencia para hacer bissness, que la mayoría te odie y repudie todo lo que hagas, no poderte pasear en las calles sin que te rayen la madre, tener a Chespirito como único defensor... Ser Presidente ya no debe de ser el sueño de nuestros niños, nomás se malean.

Ignoro por qué cada que me preguntan que por quién vote, nadie me cree cuando les digo que por Patricia Mercado. Les parece una broma y me dicen "¿a poco?, no mames, ya dinos por quién votaste". Cuando les reafirmo que voté por ella y que no es broma, me dicen que tiré mi voto a la basura. Tirar el voto a la basura también es una opción, ¿no? No están ahí berreando tanto eso de ir a votar y ejercer la democracia y, cuando uno les dice su voto, lo primero que hacen es decir que lo tiré a la basura y que mejor no hubiera ido a votar. ¿No es eso intolerancia? Muy mi pinche pedo si la Paty me caía bien y de antemano sabía que no iba a ganar ni aunque le diera las nalgas a Fox ¿no? Lo más curioso, y no es por generalizar, pero todos los que me han dicho esto (amigos, conocidos, familiares), votaron por Felipe. No tengo nada en contra ni de Felipe ni de AMLO ni de Madrazo, tengo algo en contra de los felipistas, lopezobradoristas y madracistas pendejos, nada más.

martes, septiembre 05, 2006

las sucias colas

Hace mucho que no escribo algo ecológico, así es que, si les caga Greenpeace y los ecologistas les parecen puros pájaros nalgones, mejor huyan de aquí.

Todos los fabricantes de refrescos, aguas negras y de más gaseosas pica muelas se enorgullecen en brindarles a sus consumidores la “comodidad” y “practicidad” de las botellas de plástico no retornables. Pues sí: es muy cómodo comprar, beber y tirar a la verch el envase pero, ¿han visto de qué están llenas las playas, las carreteras, las calles de su barrio, los bosques y otros centros de recreo del país? Es más, no se vayan tan lejos: échenle un ojo al bote de basura de su casa, de su jale o de la escuela y vean qué es lo que más abunda en esa bolsa negra y apestosa que se asemeja al fundillo prieto de nuestro México. Botes de plástico, es la respuesta. ¿Dónde quedaron las cajas de coca colas con esos envases verdosos que resplandecían con el sol?, ¿a dónde se fue esa costumbre de “ir por las cocas” cargando una canastilla con envases retornables adentro? Ahora uno va a la tienda sin nada y regresa cargando unos refrescotes familiares del tamaño de un niño.

Por todos lados está lleno de esos pinches envases transparentes de 500, 600, 2000 y 3000 mililitros de refresco de cola y sabores que nos hacen la vida más fácil, la panza más redonda y los eructos más sonoros. Flotan por los ríos, se pierden entre las hierbas, los dejan entre las piedras, los patean los niños en las calles como juguete gratuito y habitual de un mundo moderno. Lo peor del caso es que yo sé que a la mayoría de ustedes les vale madre lo que yo piense porque pues es bien chido comprar una soda sin andar cargando un envase y porque es la única opción que ya ofrecen las transnacionales: los envases “compra y tira, no te compliques la vida” o no retornables.

¿Qué va a pasar el día en que esos pinches envases -que tardan quién sabe qué tanto tiempo en desaparecer pero casi lo mismo que un pañal cagado- nos sepulte? ¿No les da asco ver las playas donde nadan, los lugares donde turistéan o la plaza en donde dan el rol con su morrita después de comprarle su elote desgranado, llenas de envasitos de esos?
Lo más curiosos es que ninguna refresquera ha optado por hacer puras latas ni, mucho menos, por los envases retornables de vidrio -como antes se usaban- porque dicen quesque “no son higiénicos”. No mamen. Las latas las compran muy bien como aluminio, hasta 11 pesos por kilo me ha tocado que me den al irlas a vender después de una buena peda. Es más: tirar una lata de cerveza por la ventana del coche hace más bien a la comunidad que no tirarla porque, tirándola, uno ayuda a un pepenador o pordiosero a juntar su kilito de latitas para que se pueda comprar su sopa Maruchan y coma bien. Una lata sí la recogen; un envase de plástio no, esa es la gran diferencia.
Y en cuanto a los envases de vidrio, pues es lo más factible y sano para el bienestar y equilibrio del planeta, creo yo.

Es más: si una refresquera hiciera una campaña de denuncia como publicidad para su producto, diciendo que ellos utilizan puros envases de vidrio retornables para sus refrescos porque les preocupa el medio ambiente y, pusieran en evidencia a los demás fabricantes haciéndolos quedar como sucios contaminantes y terroristas ecológicos por producir puras sodas en envases de plástico no retornable anteponiendo la comodidad al medio ambiente; ese refresco sería un éxito.

Si la conciencia ecológica de la gente esta despierta, el pedo es que no hay muchas opciones para aplicarla.
Los fabricantes de refrescos me pueden robar mi idea de allá arriba, no hay pedo, no los voy a demandar, con tal de que le hagan un bien a este mundo.

domingo, septiembre 03, 2006

ches amiguitos que tengo

Otro de los discursos persuasivos que se avienta mi amigo -del que les platiqué en el post anterior- cuando llega a traer novia formal, es este:

Mira mi amor: te aviso que si tú no te acuestas conmigo, yo me voy a empezar a acostar con otras mujeres. No es amenaza ni chantaje, no me lo tomes así; simplemente es lo que va a suceder porque para mí lo sexual es muy importante dentro de una relación y no pienso esperar "hasta el matrimonio" para poder hacer el amor contigo. ¿Más de tres años sin coger?, no, no estoy dispuesto. Asi es que, pues ya estás advertida. Ah, y eso que me dices siempre que te pido las nalgas, eso de que "es que si me quieres puedes esperar", se me hace el argumento más estúpido y ñoño que pueda existir. Asi es que no me culpes si me acuesto con otras. Tú decides. Tú serás la culpable de mandarme a los brazos de otras viejas.

Algunas han terminado acostándose con él por miedo a que las deje y otras lo han mandado al carajo, pero nadie puede decir que mi compadre es deshonesto con las mujeres.

Tengo otro amigo que, ¡este güey sí que ya me tiene hasta la madre!!!
Me habla un domingo a las 8 de la mañana, como acostumbra a hacerlo; y yo de pendejo que sigo contestando el teléfono a esa hora.

- Bueno... -contesto semicrudo.

- Oye carnal, ¿cuál es la calle Hidalgo?

Sí, así es: este rejijo de su repinch#$%& me habla a las 8 a.m. para pedirme la ubicación de una calle en el centro de la ciudad. No mames, por favor.

- Eh... pues es la del Carls Jr. del centro... -le respondo muy a huevo y amablemente.

- Ah, chinga, ¿ a poco hay un Carls Jr. en el centro?, jajajaja, ni sabía. ¿Qué pedo, pues acompáñame, no?, es que tengo que ir a surtir unas cosas del almacén porque...

En ese momento de su choro sin importancia ni trascendencia para mi vida, es cuando desconecto el teléfono a la verga y no vuelvo a saber de él en una o dos semanas.

La semana pasada me volvió a hablar y ¿adivinen qué día y a qué horas? Efectivamente: un domingo a las 8 de la mañana. Yo, ingenuo, contesto otra vez el teléfono:

- Bueeeno... -pinche voz ronca, bien varonil, a causa del gargajo atorado en mi garganta.

- Oye güey, es que el Kikis quiere bañar al Filipo pero pues ¿a poco sí se puede bañar con cualquier shampoo?

Verga, ¿quién es el Kikis y quién es el Filipo?, pienso yo. Así de chingazo me soltó este argumento: sin vaselina, sin decir "ahí va el agua", "fuera abajo" ni explicación alguna. Imagínen que a las 8 de la madrugada suene el teléfono de su casa y lo primero que les digan es esta mamada. ¿Pos qué chingados hace uno?

- ¿Cómo?... ¿qué pasó?... no te entendí, compadre -le pregunto apendejadísimo.

- Sí: es que el Kikis quiere bañar al Filipo, pero no sabemos si se necesita un jabón especial. Pregúntale a tu papá, ¿no?

Ahí es cuando deduzco que el Filipo es un pinche perro y que el mentado Kikis también tiene nombre de mascota. El que sí de plano no tengo duda que sea un animal, es mi compadre (snif, aunque lo aprecie mucho pero es que la verdad que se la mama).

- Háblale a tu papá, ¿no? -me dice- Ah, o es más: que pasen por el perro acá a la casa ¿no? Sí tienen servicio a domicilio ahí en el negocio de tu papá, ¿no?

- Pues sí carnal, nada más que es domingo... mi jefe no abre los domingos, y menos pa´bañar a un perro... -le digo ya molesto.

- Aaaah... ¿no abre los domingos? -me dice.

Y sí: le volví a colgar el teléfono a la riata.
Hoy no me habló, pero: ¿con qué pendejada saldrá el próximo domingo?

viernes, septiembre 01, 2006

filosofía de un compa

Tengo un amigo que a todas las mujeres que acaba de conocer les dice:

-Mira: si hoy no me acuesto contigo, no te voy a volver a hablar, porque no tengo motivo ni interés para hacerlo. Voy a pensar que eres aburrida y mocha. En cambio, si hoy mismo me das las nalgas, ten por seguro que mañana a primera hora recibirás mi llamada para desearte los buenos días, y hasta te invitaré a comer o a cenar y te mandaré flores y, muy probablemente, salgamos por mucho tiempo más porque puede ser que me enamore. El amor muchas veces entra por el pito o por la vagina, mi reina.

Mi compa dice que las mujeres se confunden en estas situaciones. Las mujeres piensan que si se acuestan con un güey la primera noche que lo conocieron, el güey nunca más les volverá a hablar porque va a pensar mal de ellas. Eso es mentira. ¿Qué güey no quiere coger todos los días? ¿Qué hombre no quiere enamorarse?

Pero esto no viene al caso, fue nada más un gancho para mis lectores para que se vayan directamente a http://www.big-blogger.net y lean lo que ahí escribí, porque hoy andamos de fiesta y aniversario.
Píquenle nomás a donde dice Guffo y que la gocen, snif.