lunes, enero 17, 2005

rondalla infantil...

A mi nunca me escogían pa´jugar al futbol porque, aparte de que parecía que tenía dos patas izquierdas tullidas; yo siempre era bien honesto cuando metía mano. "Mano!!!" gritaban todos, y yo decía "sí, fue mano" y toda la razilla se encabronaba conmigo porque nos marcaban penal y me sacaban del equipo a chingar mi madre. Los más grandecillos y cabroncillos decían maldiciones desde chiquillos y uno quería imitarlos, pero sin que nuestra jefa se diera cuenta porque luego nos lavaba la boca con jabón. La ofensa más cabrona era un "ay tú María Cantú lávate la cola con shampoo", ardía porque ardía cuando te decían esto; y más, viniendo de una niña. Y más, viniendo de la niña que nos gustaba. Ibamos a la tiendita por Krankys y Frutsis congelados. Escuchabamos un sonido chistoso proveniente de una flauta de carrizo y sabíamos que el afilador de cuchillos venía en camino. Existían aún los paleteros; con sus paletas azules de vainilla. Paletas de pepino, chile y grocella. Varias veces me cagotearon a pedos por andar en la minimoto de algún amigo o por andar tirandole a latas con un rifle de postas. Me cagaban las caricaturas del Fantasma Galope y la de los Globetrotters, pero me encantaban las de Cascarrabias y las de Droopy cuando salía el lobo ese pendejo que siempre se escondía y Droopy siempre lo encontraba. Creía que Ricky Luis era el rockero más cabrón que existía porque en sus rolas decía que llevaba un mes con el mismo pantalón y que quería una sirvienta que no pasara de 30. Los dulces gringos eran un lujo y sólo se conseguían en uno que otro lado. Chicle en forma de pasta para los dientes, chicles en tiritas como espinacas de Popeye, chicles en forma de hamburguesa, en forma de hotdogs, chicles adentro de los paquetes de barajitas. Así era la infancia, como un pinche chicle. Un chicle bien sabroso que se le quita el sabor de volada. Por eso, no dejen de llenarse las trompas de chicles; llénense el hocico de goma de mascar como cuando eran morros, pa´que nunca pierda sabor la vida.
Saludos

8 comentarios:

Nan Sepúlveda dijo...

Guffo, me has hecho derramar unas cuantas lágrimas..JAJAJA, ntc, bueno, sí..de risa por lo de RICKY LUIS!...pero te la bañasteeeee...Todo eso describe mi infancia...
Las paletas esas de dedo, que tenían arriba como una goma, que se la quitabas y era la envoltura, que tmb había de garfield...y sabía rica la condenada, pero al llegar al chicle, sabía a rayos...
Nunca dejarán de gustarme los chicles totito..jaja que siempre hacíamos competencia de a ver a quién le cabían más...jajaja...yo siempre ganaba...una vez me metí como 20..jaja
AJJAJA...de caricaturas a mí me gustaba Fabulmán y Dinamita...jajajaja...soy retro...
JAJAJA y sí...sabroza la esposa del huevo..como ella sola! JAJAJA...
Ya, prometo pensar en algo para escribir pronto!
Saludoooossssss!!!!!!

Julio dijo...

Muy retrospectivo, Guffo. Saludos (y échese muchos chicles al buche)

Anónimo dijo...

oye wey ...andabas pedo verdad?.

Guffo Caballero dijo...

Ricky Luis era la mera onda!!! Tenía otra rola que se llamaba "Parecemos Espermatozoides", esa sí que era tabú.

Usté linkeéme, no hay ningún pedo. Gracias compirri.

Los frutsis tienen todo menos fruta, deberían de meter al bote a los que los fabrican por engañar a los niños y a los pendejos de sus papás.

Qué pasó??? Por qué dice Anonymous que andaba pedo???

Saludos.

Tu papa dijo...

que pedo con lo del fut... te fijas? desde mocoso comenzamos a perder la honestidad.... me rei un chingo wey, tambien con tu permiso te voy a linkear!!!

: Cervantes : dijo...

Muy, muy chido tu blog.

Yo también lo linkeo.

Anónimo dijo...

Uts, precisamente ahorita me estoy bajando unas rolas del Ricky Lurias, era la neta el wei.

Caricaturas de cuando estaba morrillo? Chale Pedro y Pablo con sus jaladas se la rifaban de diario (ya casado como que entiendes muchas cosas de Los Picapiedra) ah y ver a Animal de los Muppet Babies disfrazado de Animal Vader era la mamada.

Excelente Blog mi Guffo, Un saludo desde Automotriz de El Norte.

El propio Tomás dijo...

Yo metía autogoles, y también confesaba mis metidas de mano. Me decían "tiroloco", como el Tiroloco Mc Graw de las caricaturas. Cómo olvidar lo de María Cantú. Yo a los seis, lo peor que decía era "tonto pinche", pero los demás niños eran mucho más groseros. No sé por qué.