Mi ciudad, mi estado y mi país: entre olas de lodo y violencia. ¿Cuáles dejarán más estragos?
Las primeras arrastran basura, piedras, fierros, coches, calles mal planeadas, casas de madera, muebles, trastos y una que otra vida. Pero no se llevan la mugre verdadera.
Las segundas arrasan con la paz, las ganas de luchar, el optimismo, el amor por una patria, la confianza en un gobierno, la fe en las personas y muchas vidas inocentes.
Si en algo se parecen, es que ambas se llevan nuestro presente y nuestro futuro. Ese patrimonio por el que trabajan tantos.
La gran diferencia es que las primeras se calman cuando la tormenta se aleja y es entonces que empieza la tarea de reconstrucción. Las segundas, ¿cuándo se calmarán?
P.D. Y falta que llegue la marea negra, cortesía de British Petroleum.
Las primeras arrastran basura, piedras, fierros, coches, calles mal planeadas, casas de madera, muebles, trastos y una que otra vida. Pero no se llevan la mugre verdadera.
Las segundas arrasan con la paz, las ganas de luchar, el optimismo, el amor por una patria, la confianza en un gobierno, la fe en las personas y muchas vidas inocentes.
Si en algo se parecen, es que ambas se llevan nuestro presente y nuestro futuro. Ese patrimonio por el que trabajan tantos.
La gran diferencia es que las primeras se calman cuando la tormenta se aleja y es entonces que empieza la tarea de reconstrucción. Las segundas, ¿cuándo se calmarán?
P.D. Y falta que llegue la marea negra, cortesía de British Petroleum.