sábado, octubre 02, 2004

guffowski

Escuché un llanto. Y ahí estaba tirado. Abandonado. LLeno de tierra, con hormigas en el rostro. Hormigas que bebían lágrimas de un llanto con sentiemiento. La naricita húmeda y bigotes de lodo. Desnudo, oliendo a basura. Ahí, tirado en un lote baldío. Un niño gritando entre flemas y sollozos que no lo abandonaran. Creí que era el maullido de un gato en celo, ya ven que le hacen igual; pero no. Era mi niño interior.

3 comentarios:

La flaca dijo...

que profuuuuundo....

marszoid dijo...

abrazo :)

Anónimo dijo...

como coños te contacto mi guffo caballero? mi mail es ekitum2@hotmail.com