jueves, septiembre 30, 2004

el guffo lover y la cárcel de mujeres

La Fabi es puro corazón. La Fabi me ama y yo la amo más. A como un güerco de 27 años puede amar a una sabia m u j e r de 32. Pero ella ama también a Joaquín Sabina. Me lo ha confesado. En una de esas noches que uno anda de curioso preguntando intimidades me lo dijo. Pensé que me iba a salir con que Brad Pitt era el hombre de sus sueños; pero eso es de mujeres supérfluas y la Fabi nada de eso tiene. Solté la carcajada cuando me dijo que Sabina la mataba y que si lo llegara a conocer yo le daría permiso de salir una noche con él. "Pero a ese güey ya ni se le para, está bien ruquillo, jajaja". Pero la forma de amar de la Fabi va más allá de lo terrenal alcanzando niveles estelares. "No necesito que se le pare; con que me diga al oído las cosas que dice en sus canciones... con eso tengo". Pinche Fabi... por eso la amo de a madre, por eso me tiene como me tiene, por eso la valoro y la respeto; porque me ama por lo que soy y yo a ella. La Fabi tenía la inquietud de ir a la cárcel de mujeres, sentía ese compromiso con ella misma y con su humanidad. Una vecina anciana (tipo su gurú) la había invitado varias veces pero por burocracias en el sistema legal de este pseudopaís no había podido ir. Hoy lo logró y oooh decepción. Fue una experiencia enriquecedora y muy satisfactoria el compartir su tiempo con las internas haciendo su estancia menos miserable. Pero fue deprimente enterarse de que los mismos policías que las cuidan son quienes las violan, ver internas drogadas hasta la madre, escuchar alaridos provenientes de las celdas de castigo donde "nadie pregunta lo que sucede", sentir las miradas lascivas de los guardianes del orden, enterarse de lo atrofiado del sistema penitenciario... Mi Fabi es fuerte, no se quiebra, no se doblega, no se queda callada, no le parecen las cosas... pero me confesó que sintió pavor. Un horror indescriptible cuando había guardias de seguridad, un horror que desapareció cuando platicó con las mujeres encarceladas. Bendito país donde, quienes velan por nuestra seguridad, son quienes más inseguros nos hacen sentir. Por lo pronto, la Fabi es mi ley.

4 comentarios:

perea dijo...

aparte que ya no se le para, ES PUTO!!!

ictius dijo...

bueno bueno. pero al menos ya probo de lo demas. y eso le da derecho a poder ser puto. si es que lo es. no creo que el se averguenze de serlo. si lo es. una vez más pregunto?. el sabina pues.

grace dijo...

muy chido que tu hombre te admire así

felicidades

zooz dijo...

amo este post :)