No es ninguna novedad mi repudio por la iglesia católica. Crear una lista enumerando las pendejadas que predica, prohíbe, permite y promueve en su nombre está de más. Pensar en toda esa gente que se dice católica y cada día es peor ser humano, me da asco. Pero nunca pensé que fuera a aplaudirle algo a esta iglesia de la que tanto reniego y siempre renegaré. Y no es sarcasmo.
Me refiero a eso de los nuevos pecados sociales. Por mí, están con madre, que al cabo que yo soy ateo y ni los cometía antes de que se anunciaran ni los cometo ahora ni los cometeré. Me refiero a esos que hablan de fomentar la pobreza del prójimo, enriquecerse de manera grotesca sin compartir lo obtenido, contaminar el medio ambiente y pasar por alto las injusticias sociales; que más que con la religión tienen que ver con la educación, ética, moral, conciencia, sentido común y el no ser un pinche ojete como persona. Pero ya ven que la iglesia se mete en todo y, ahora, creo que por fin le atinaron en meterse en cosas que realmente importan y no andarla cagando en nimiedades.
Tanto que los líderes, funcionarios, artistas, delincuentes y de más “hijos de Dios” (¡qué soberbia considerarse hijo de un dios!) predican su “espiritualidad” y “amor” y mamadas de esas con Biblia en mano, mientras viven revolcándose en el soquete de sus propios vicios, hipocresías y contradicciones. A ver si ahora sí les da vergüenza… o igual y siguen de dobles caras, como siempre lo han hecho.
Lo malo de estos nuevos pecados es que puede salir contraproducente esa “buena intención” de la iglesia por crear consciencia y menos injusticias sociales, pues se le pueden ir creyentes que se den cuenta que ni siquiera esa institución predica con el ejemplo y se sigue enriqueciendo y no paga impuestos y mantiene a los pobres pobres, etcétera.
Si infundiéndoles un terror de ir al infierno a esos mexicanos valevergas que tienen jodida a la nación va a traer como consecuencia crear mejores ciudadanos, pues por mí está muy bien; es más: que lavar el coche con manguera o tardar más de 5 minutos en la regadera también sean pecados mortales y que a todos se los cargue la chingada en el infierno. Si así voy a tener playas limpias, cielo azul y parajes libres de basura, ¡adelante!, que se les inculque desde niños el temor a atentar contra el planeta por ser pecado.
Yo siempre he pensado que infundir el terror de manera inteligente es algo muy bueno. No como los pinches gringos, que se la pasan con sus mamadas de: “Ay, puede haber un atentado terrorista en el SuperBowl, nos odian, hay malos allá afuera, son barbones y nos quieren matar, bujujuju”, y dos horas después: “No, ya están a salvo, querido pueblo americano, el gobierno acaba de bombardear otra aldea pobre y se descarta el posible atentado”. Y todos los gringos viven con el culo en la mano, pero protegidos. Pffft, a quién vergas le importa el Superbowl para ir a cometer un acto terrorista, por favor, pinches gringos orates. En fin.
Para que me entiendan mejor esta propuesta de sembrar el terror entre los ciudadanos de manera positiva para así crear mejores personas y mejores sociedades, ahí les va un ejemplo:
Imaginen que agarran a un explotador de niños: un güey que les vendía droga y luego los violaba y cometía las peores vejaciones con ellos. ¿Cómo acabar con el problema sin sobrepoblar los penales? Pues por medio del terror. Agarras al Presidente de la República (un presidente inteligente y con huevos, obviamente), lo grabas con todas las cámaras de todas las televisoras en vivo, en cadena nacional y horario triple A; con pistola en mano, diciendo algo así como: “¡Ya me tienen hasta la chingada, pinches delincuentes, secuestradores, y de más enemigos de la paz y el bienestar de los mexicanos!”. En eso, que le dé un balazo a quemarropa en la cabeza a la pinche piltrafa violadora y luego mire de frente a las cámaras: “No me provoquen hijos de la chingada, porque esto les va a pasar a todos y cada uno de ustedes si siguen cometiendo ilícitos y atrocidades”. ¿A poco no te cagas pa dentro si ves esto en la telera? Y pos uno qué; uno no hace esas cosas, ¿pero qué tal los delincuentes?; de perdido le pensarían dos veces, y todo gracias al terror bien inducido. Así le hacen los gringos con sus videos falsos del Al Quepedo o esa madre; así le hacen los narcotraficantes con sus videos de ejecutados y tienen el dominio el país; ¿por qué no utilizar ese método de terror en algo positivo?
Sí, yo propongo una doctrina del terror, como la que ha venido fomentado pendejamente la iglesia contra el condón, las cogidas fuera del matrimonio o las mujeres divorciadas, pero en temas verdaderamente importantes. Una doctrina del terror bien planteada, menos convenenciera y más dócil; que no caiga en un régimen represor o dictadura, o una de esas cosas pasadas de moda. Un régimen de terror contra terroristas ambientales, infanticidas, delincuentes de cuello blanco y de más cuacha social. Una doctrina de shock positiva para crear mejores seres humanos ¿Que el terror no trae nada positivo? ¡Cómo chingaos que no! Imaginen que en las escuelas católicas a los niños en vez de decirles pendejadas como: “Si le das un beso a tu novia se embaraza y se van a ir al infierno”, mejor les dijeran: "Si tiras papeles en la calle, en el parque o en la playa, el mundo arderá y tú junto con él; si no plantas un árbol cada mes o maltratas los que hay, el diablo te va a meter toda la chaira roja y peluda por el ano hasta sacarte las tripas; si de grande llegas borracho a tu casa y golpeas a tu mujer, Dios mismo vendrá a colgarte de los huevos, etc". ¡Qué bonito! ¿no? Con este terror de buenas intenciones cambiaríamos la mentalidad del ser humano y formaríamos ciudadanos temerosos –obviamente- pero temerosos para un beneficio general. Ciudadanos que en vez de estar pensando en que se van a ir a infierno por comer carne de res un viernes de cuaresma, piensen que se los va a cargar la chingada si explotan y marginan a sus empelados, ensucian el agua con sus bronceadores Hawaiian Tropic, maltratan a su vieja, van a corridas de toros o tienen dinero que nunca van a poder gastar mientras mueren niños por catarros mal cuidados.
Está bien emplear una doctrina de shock, pero repito, de manera positiva, no a lo pendejo como acostumbra hacer la iglesia y el gobierno la mayoría de las veces. Por eso, felicidades por esa nueva lista de pecados.