El pronóstico de la primera lluvia de septiembre mece con delicadeza al bambú. La rama más alta del fresno, la que tiene el nido abandonado de una tórtola, se mece igual que el bebedero que nunca atrajo a los colibrís. Se mecen las julietas que se desbordan por la jardinera y ruedan las hojas secas que no he barrido de la terraza ni de la cochera.
Hay nubarrones oscuros que cierran el cielo de mi ciudad. Son metáforas de nuestra naturaleza humana; proyecciones de nuestros corazones. Es agua limpia que se niega a caer para barrer la suciedad. Todo se mece, como las boyas, las gaviotas y los restos de un naufragio en la superficie del mar.
La mierda ha salido a flote y va meciéndose por la ciudad del fin del mundo. Imagino que estamos postrados en una mecedora que tomó tanto impulso que está en el punto crítico entre regresar y tomar más impulso o caer de espaldas.
Todos traemos la mierda hasta el cuello. La pestilencia ya atravesó fronteras. Ya sobrepasó cualquier lógica; cualquier rastro de humanidad. Mierda, hedor y sangre. No hay más que nos puedan ofrecer. No les interesa lo que podamos ofrecerles. Todo es oscuridad. Ojalá fuera la oscuridad del fondo del mar. Una apacible negrura. Pero es la oscuridad del fondo de un mar de mierda.
No esperes a que flote más mierda. Sal a flote tú.
Hay nubarrones oscuros que cierran el cielo de mi ciudad. Son metáforas de nuestra naturaleza humana; proyecciones de nuestros corazones. Es agua limpia que se niega a caer para barrer la suciedad. Todo se mece, como las boyas, las gaviotas y los restos de un naufragio en la superficie del mar.
La mierda ha salido a flote y va meciéndose por la ciudad del fin del mundo. Imagino que estamos postrados en una mecedora que tomó tanto impulso que está en el punto crítico entre regresar y tomar más impulso o caer de espaldas.
Todos traemos la mierda hasta el cuello. La pestilencia ya atravesó fronteras. Ya sobrepasó cualquier lógica; cualquier rastro de humanidad. Mierda, hedor y sangre. No hay más que nos puedan ofrecer. No les interesa lo que podamos ofrecerles. Todo es oscuridad. Ojalá fuera la oscuridad del fondo del mar. Una apacible negrura. Pero es la oscuridad del fondo de un mar de mierda.
No esperes a que flote más mierda. Sal a flote tú.
11 comentarios:
Que pinche desmadrito se traen en tu ciudad cone so de los casinos, los moches a ex alcaldes, el hermano del alcalde... con razón te quieres ir. Yo no aguantaría estar rodeado de tanta pinche ratota.
¿Tanto así Guffo? Entonces ni para que ir de visita a Monterrey... chin y yo que quería ir pa’ allá nomás a jugar Bingo; ya hasta había separado mis 200 pesitos.
Mira tomate unas dos pildoritas de Prozac o alguna otra “píldora de la felicidad” y ya mañana escribes con mejor ánimo y optimismo. No te des por vencido ni aun vencido.
Saludos.
P.D. Por un momento pensé que le iba a mentar la madre a Dios (again).
jajaja, con el comentario de el Cutty, ¿andas de amargeitor de nuevo compadre?, no hay nada mejor que evadirse en la dulce ignorancia del sueño, o mejor en los sopores del alchol.
Guffo, ahora si te leo hasta la madre de la ciudad de la que en algún momento fue -en tus otros escritos- estabas tan encandilado.
Saludos desde el defectuoso.
Guffo:
Tan mal estamos que no nos merecemos que llueva... van dos pronósticos seguidos que ni Abimael Salas, el más acertado de los noticieros de rancho de acá, no le atina.
Me he topado con cosas a diario y ya uno no se inmuta, ya lo vemos normal. Beauty Thing.
Ele y Juan Pa
http://sailing-nena.blogspot.com/
¿Network?
http://youtu.be/WINDtlPXmmE
Nuevamente el Maestro Guffo ha expresado en palabras el pedo muchos tenemos atorado...
Verga, concreto y directo Guffo, me remite a esa desesperación donde la única salida puede llegar a ser radical.
Vete a vivir a cuba
Hola Guffo, tal vez te parezca cursi, pero me gusta creer que eres justo como escribes, y personas como tu, me dan esperanza en la humanidad.
Muchas gracias por sus comentarios...
Buen miércoles.
P.D. Network rules, mi buen C. Thunders.
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