Al menos aquí en Monterrey, he visto cerrar más negocios por broncas con Hacienda, deudas impagables con el banco, malos manejos de contadores inéptos y aumentos desmedidos en los servicios y en los intereses, que por las cuotas de piso que cobra el crimen organizado. ¿Quiénes serán más culeros?... ¿O serán iguales?