viernes, mayo 16, 2008

La Chipa

Corría el año del ochentayvalemadre. Cursaba la primaria en el colegio Montessori (o Mongossori, como lo llaman ahora): salones mixtos con pocos estudiantes de tercero y cuarto año mezclados bajo el mismo techo. Mis amigos de la cuadra -que estudiaban en escuelas públicas con nombres de héroes mexicanos- no podían creer que en un mismo salón hubiera alumnos de distintos grados.

En la televisión pasaban un programa pésimo –pero muy exitoso- llamado “Chispas de Chocolate”. Lo conducía el talentosísimo Zamorita, que, en vez de decir “chispas”, decía “chipas” el muy pendejo.

Y en mi salón estaba la Chipa.

La Chipa era una niña con un enorme lunar sobre la nariz. Era tan grande que parecía un tercer ojo que se le resbalaba por el tabique. La apodamos la Chipa porque decíamos que tenía una “chipa” de chocolate en la nariz, en alusión al mentado programa de la Televisa del Tigre Azcárraga.
No dudo que los años en el Montessori hayan sido muy duros para la Chipa. Sinceramente, todos fuimos ojetes con ella, porque, el que no era pinche con ella, le iba mal. “¡Eeeeeeeee, te gusta la Chipa!, le quieres dar un beso en la mosca que tiene en la nariz”, canturreaban los mocosos malandrines a quienes no se sumaban a las burlas.

Recuerdo que le cantábamos la canción de la telenovela Chispita, muy de moda en aquella época. “Chipiiitaaa, es como un mojón, Chipitaaaa, la la la la la…”.
Nunca escuché a la Chipa quejarse de las burlas. Sonreía o hacía como que no escuchaba. Alguna vez tiró un débil manotazo en el hombro del burlón en turno; pero de ahí no pasaba. Sus padres nunca pusieron una queja del abuso psicológico que cometíamos todos contra su hija. Posiblemente lo escondía, pero al llegar a su casa se soltaba a llorar encerrada en su cuarto sin que nadie se diera cuenta.

Volví a ver a la Chipa en la Universidad de Monterrey. Llegó a saludarme una mañana en el sombreado –patio techado de reunión de universitarios- mientras yo, líder nato, agarraba a madreada a uno de mis amigos más feos. Honestamente, no la reconocí.

- Hola Gustavo…
- Hola… -dije amablemente.
- Soy Irma, ¿no te acuerdas de mí?
- Ájale… nooo, qué pena… ¿de dónde nos conocemos?
- Del Montessori… soy la Chipa.

Uuuuta, me sentí de la chingada. No la reconocí porque ya no tenía el lunar, el origen de todas sus inseguridades y nuestras burlas. ¡Qué huevos para decir “Soy la Chipa”! Cachetada de guante blanco (aunque seguía sin ser bonita). La saludé efusivamente llamándola por su nombre verdadero y como si me hubiera portado bien a toda madre con ella durante la primaria; queriendo purificar las crueldades del pasado. Imaginé el día en que tomó la decisión de quitarse el lunar con toneladas de burlas despreciables. Ese punto negro del tamaño de una cochinilla que le había pesado lo que pesa un camión de tres toneladas lleno de chatarra, y, que sin embargo cargó, aguantó, y mandó a chingar a su madre con todos nosotros encima.

Platicamos, nos preguntamos sobre nuestros compañeros de la primaria y todas esas formalidades. Me dijo que ella no había tenido contacto con nadie porque no tuvo tantos amigos en aquella época; por no decir que no tuvo ninguno. Me sentí mal. Nos despedimos, me dijo que le había dado mucho gusto verme y me sentí de la rechingada; con un “perdóname desde el fondo de mi corazón por haberme burlado de ti en el Montessori” en la lengua, pero mis huevos no fueron tan grandes para hacerlo salir.

Me la topaba seguido en el campus y siempre me portaba amable y caballero con ella. Amable de más, pues la culpa me corroía y ya no era el mismo pendejillo influenciable que fui a los 9 años. Pero más que nada, por culpable.

Espero que la Chipa me perdone donde quiera que se encuentre.

22 comentarios:

Trisha Kross dijo...

Desde el momento que fue a saludarte te perdono. Porque no te guardo rencor.

Te dejo un saludo :)

yomero dijo...

Si yo fuera la Chipa y llegara a leer esto, pensaría Ni madres cabron jodase por gacho, pero como no soy la chipa y en cambio fui un niño mendicgo como tu, me recordaste esos tiempos, pero pensandolo bien, no toda la culpa era mia, algunos se ponían de pechito, como el pericles

Anónimo dijo...

Nomás escribo pa decirte Sha-mán...

que cabrón.

ALBERTO TEPOS dijo...

Así era uno de cabron a esa edad, desafortunadamente o estabas del lado de los que chingaban o te agarraban de puerquito -la ley de la selva- afortunadamente uno madura y se convierte en un gandaya, pero maduro jejeje

Saludos desde Coatzacoalcos mi buen Guffo.

Salvador dijo...

Definitivamente si se acerco a saludarte es porque le caias bien y en cierta forma quizas nunca la jodiste tanto como otros compañeros de tu grupo, ahora bien con el tiempo uno lo supera y aprende a preocuparse de cosas mas trascendentes, asi que yo creo que a pesar de todo te estimaba o por lo menos te considero buen compañero de una epoca rara, sobre todo si a uno lo estan jodiendo los compañeros diario, en fin buena anecdota.
Ahora bien habra que ver si el lunar de la Chipa no se convierte en un ente maligno que quiera vencer al ocelote verde, o quizas sea lo que necesita el chimicuil para volar
Estamos al pendiente

Malhechecito dijo...

Uno no sabe el daño que puede causar a esa edad, siempre hay alguien a quien se agarra de carrilla, pero ella lo supo manejar bien, y no creo que tu hayas sido tan gacho como los demas o si?, y si te hablo fue porque no te guardo rencor.
Un saludo compadre y gracias por visitar mi blog.

Rolo dijo...

yo tambien era un OGT.....pero de que nos burlbamos si estabamos de la chingada tambien....

en el colegio tenia una compañera que ahora su mama es comadre de la mia...que estaba flaca y pinche y peluda y ademas cagante....

me trague mis palabras cuando la vi en un anuncio de neoskin en traje de baño aca chiquito....ya no es flaca pinche ni peluda pero ahora mas cagante....

que cosas tiene la vida...

Anónimo dijo...

Los huevos los traía la Chipa al acercarte a saludarte, lección de vida. Saludos!

Anónimo dijo...

Guffo, no me di cuenta cuando volvieron los comentarios pero ya hacian falta!!!

Y pss nomas para decirte que los niños pueden ser muy crueles, si despues de tantos años sientes aunque sea un asomo de culpa creo que es porque si hubo algo de daño ahi pero pss todos lo superamos con la edad, fue muy amable de su parte, por decir lo menos, hablarte en son de "hace años de eso".

Archivero dijo...

pinches niños crueles. espero no pagar karma por todo lo que hice en mi pasado.
Es igual que cuando se burlan de un post ejem.. ejem... guff... ejem..

jaja, saludos compadre

Noemí dijo...

y tenía buenas chichis? jaja

Noemí dijo...

o buen pedorro, al menos xD

Anónimo dijo...

te cagaste pa' dentro cuando te dijo quien era jaaja


y ps como dicen los demas , si te saludo es porque te perdono , si no le hubiera valido madre y hubiera pasado de largo.

El tuky se la come.

Anónimo dijo...

jajaja ahora resulta que todos eran muy "bullies" y culeros... de seguro todos los que esriben aquí eran el típico tetazo al que todos agarraban a zapes... prrrrt

MarillTachiquin dijo...

Yo tambien estaba en montessori, y ahora que lo pienso, si que era raro estar de 1ro a 3ro y de 4to a 6to mezclados en un mismo salon!

Y claro que los de 6to eran bien culeros conmigo jejeje me obligaban a decir que yo era un perro y que venia de perrolandia y que me lo creyera =P (meh, era muy ingenua en ese entonces)

Saludos! Espero que estes bien, y luego te mando mas comics, porque ahorita me traen en friega en la escuela =P

Anónimo dijo...

Nunca había conocido a alguien que amara tanto a una persona como tú, GUstavo. Rus escritos sobre la Fabi me han hecho sentir, emocionarme, llorar envidiar un amor épico como el de ustedes. Sin conocerlos me da tristez que las cosas hayan terminado. Ignoro las causas de su rompimiento y no voy a preguntrlas pero si de algo les sirve mi opinión:
Amores como el suyo existen pocos en el mundo y no hay nada NADA que pueda separarlos y no hay nada que con tanto amor no se pueda perdonar.

Gracia spor tus escritos. Quiero que alguien me ame así como tu amaste a Fabiola.

Anónimo dijo...

Naaaa, estuvo bien que hayan terminado... le pasaste muchas pinche guffo... Ya mejor ambas partes tranquilas y por su lado.

Bandolera dijo...

Un saludo desde Chile....buen blog.

Anónimo dijo...

Y DONDE ANDABA EL FRANCISCO CUANDO LA MOLESTABAN? jajajajaja
NO EXISTE PEOR COLEGIO QUE ESE MONTESSORI NUNCA HACIAMOS NADA!!!! YO ESTUVE AHI DOS AÑOS Y ERAMOS 3 EN EL GRADO QUE ESTABA Y NOS JUNTABAN CON 4, 5 ,6. BIEN CHISTOSO

Anónimo dijo...

no mames que estuviste en el Montessori de san jemo?
Se acaba de morir el pinche director el pinche Fransisco, Pancho, el papá de Franco,
Qué pequeño es el mundo weeeeeyyy. qué pequeño es el mundo, dar con tu blog y toparme con cosas de mi pasado. Yo em acuerdo de esa niña del lunar.

Aerin Dimrust dijo...

Qué cosas hacemos en la infancia...

Es bueno saber que todo el maltrato psicológico que tuvo, no afecto su vida... Esperemos.

Anónimo dijo...

A POCO SE MURIO FRANCISCO??? UY UY UY SE ACUERDAN QUE ASI DECIA? JAJAJAA DE QUE SE MURIO EL GUEY? QUE LE PASO? AHORA QUE VA A HACER LILIA!!! CUANDO YO ESTABA EN EL MONTESSORI ESTABAN CONSTRUYENDO LOS SALONES DE ATRAS ASI QUE MI SALON ERA DE 1X1 ERA UNA OFICINA Y HABIAMOS COMO 6 AHI. JAJAJA LOS RECUERDOS