...de gatos, lluvias y amores con hueva...

 

De los sonidos más gachos que hay, el chillido de las gatitas cuando se las están apachurrando, es el mas feo. Gatitas felinas, del reino animal; no gatitas de las que suelen llamar despectivamente por ser pobres, prietitas y trabajar haciendo el aseo doméstico. Dicen que las gatitas lloran tan horrible -más pior que un bebé al que no le dan chichi- porque el gato tiene el pirrín como su lengua. ¡Imagínense nomás!!! ¿Los ha chupado alguna vez un gato en la mano???, pos ora imagínen que les chupe el fundi fundi. Tá gacho, ¿no? Pobres gatitas; pero ni así se les quita lo cachondas a las perras (gatas) y siguen sin dejar dormir. Y es que lloran retefeo y uno piensa que es el espíritu de algún niño que murió debido a un pasón de Cajita Feliz de McDonalds.
Pensarán que con la foto culturosa con que acompaño al texto, saldré con la vulgaridad de: "supongamos que la pirinolilla de los hombres fuera así, con picos, como la del gato". Pero no; aunque ya lo dije y ya hice que se lo imaginaran, chin... quería que este fuera un post romántico, pero bueno... Ya pasó lo bravo de la tormenta. Las gotas han dejado de insistir con su golpeteo que les abra la ventana. El sol desgarra camisas de fuerza de algodón pero no logra asomarse. Mi ciudad tiene el aroma perfecto, los pajaritos agradecen que les hayan limpiado su cielo y los árboles que les tumbaran la caspa causada por el smog. Los ríos llevan agua, las presas también, y las calles. El día está especial para desperdiciarlo. Recomiendan no salir para nada y bien que obedecemos tiradotes en la cama. No me he rasurado y raspo bien gacho... pero un pito de gato sería peor, ¿o no???

P.D. Hay unos calzones de Bob Esponja en la antena de mi carro. Matanga dijo la changa. A ver si le quedan a aquella...