jueves, mayo 12, 2011

La virgen de las cajas y el tortero honesto

Hoy, mientras le rezaba a la virgen que se aparece en una de las cajas de Suavelastic que vendemos en el negocio, sentí que… ¿Qué?, ¿no me creen que una virgen se aparece en una caja de Suavelastic en el negocio? Ahorita mismo se los compruebo, bola de incrédulos:


Mírenme: ahí estoy volteando hacia arriba, hacia donde está la virgen. Mi mirada compasiva no puede expresar otra cosa más que devoción a una entidad divina. Si esta foto no es una prueba irrefutable de que en el negocio se aparece una virgen, pues entonces no sé de qué forma quieren que se los compruebe, bola de escépticos que irán al infierno.

Bueno, siguiendo con el tema. Les decía que mientras me persignaba y agradecía a la virgen por mandarme a los peores clientes del mundo, me entró un hambre bien cabrona. Y es que esta pinche dieta que estoy haciendo siempre me deja con hambre y no he podido bajar más de 6 kilos. Me mantengo entre los 87 y los 90 kilos, que, para un hombre de 2 metros con 35 centímetros -como yo- está muy bien. El pedo es que no hago ejercicio porque mi mamá dice que los hombres guapos y de ojos verdes -como yo- no necesitamos estar mamados. Dice que eso es sólo para los feos; que los guapos de ojos verdes -como yo- tenemos el poder de producir un efecto letal sólo con la mirada, efecto comparable sólo al que produjeron los hombres barbados que llegaron en barcos a chingarse a nuestros pobres inditos, snif.

Total que traía un hambre bien perra y se me ocurrió hablar a “Pepe Lonches”, que son tortas de carnes frías a domicilio. En "Pepe Lonches" hay tres tipos de tortas: La de Medio Kilo, La de Kilo y La Imposible (sí, así se llaman). Como no quería romper -tanto- mi dieta, pedí una de medio kilo.

Cuando mi torta llegó al negocio, me entró la paranoia normal que le entra a cualquier loquito, ésa de que el mundo es una conspiración en nuestra contra y mamadas por el estilo. Y ¿cómo no creer eso?, viendo la situación que atraviesa el país, donde nos venden litros de gasolina de a 800 y "kilos" de tomate de 900.

Entonces pensé: "Pinche Pepe Lonches, me ha de estar chingando con sus tortas el muy cabrón". Y decidí ir a comprar una báscula industrial pequeña para pesar mi torta y comprobar si en verdad pesaba lo que el nombre afirma.
Y, ¡oh, sorpresa!: “Pepe Lonches” es una empresa honesta. La torta de medio kilo pesa poco más de medio kilo. Aquí la prueba:


Hay esperanza, mexicanos y mexicanas... hay esperanza, snif...