jueves, octubre 28, 2010


Creo que fue don Agustín Basave Fernández del Valle quien dijo algo así como: “No es que el mexicano desconozca la ética, sino que ser ético no es funcional en un país donde todo lo que nos rodea es disfuncional”.

Ponía el típico ejemplo de “dar mordida” cuando el agente de tránsito nos retiene el coche por alguna falta cometida. Siendo éticos, acataríamos la decisión de la autoridad, asumiríamos nuestra culpa, dejaríamos que se llevaran nuestro vehículo y pagaríamos las sanciones impuestas. Dejando a un lado la ética, desembolsaríamos un billete de 200 pesos y el asunto quedaría arreglado al instante.

Si el mexicano tuviera la certeza de que no va a perder uno o dos días en tediosos trámites burocráticos, lidiando con nefastos empleados de gobierno en instalaciones que dan lástima; no daría mordida. Si el mexicano tuviera la opción de un transporte público eficiente o de andar en bicicleta –como en Copenhague o Ámsterdam- para así eliminar esa cuasi necesidad de utilizar un coche; no daría mordida. Si el mexicano tuviera la certeza de que las autoridades trabajan para beneficio de la sociedad y no de los criminales; no daría mordida. Si el sistema fuera funcional, ser éticos también lo sería.

No puedo estar más de acuerdo con esta idea… aunque no me gusta justificarla; pero a veces siento que son las mismas autoridades -con su ineficiencia, soberbia, tortuguismo y nefastez- quienes nos orillan a “arreglar las cosas en lo oscurito”. Sí, es cierto: sale más barato y quita menos tiempo.

El problema con la idea de la ética y lo funcional de don Agustín, es que muta y evoluciona en cosas más feas. Por ejemplo: matar no es ético, pero se ha convertido en algo funcional.

Qué miedo…