Hoy me acabo de enterar que tengo -o tenía- cuenta de twitter.
Justo cuando empezaba a pensar que los loquitos que me leen y quieren ser como yo no podían caer más bajo, caen más bajo.
Si me ven en twitter, no soy yo. Nunca seré yo.
Buen fin de semana.
P.D. Si el blog causa daños permanentes en las personas, convirtiéndolas en monstruitos egocéntricos insoportables, imagínense con el twitter.
Ahora resulta que todo el mundo cree que su vida es interesante y merece tener seguidores. Dios mío…(y eso que soy ateo).