sábado, mayo 14, 2005

el sabio de la taverna...

El concreto transpira chapopote gracias al méndigo calor. Es quincena, osea que la cartera trae billetes y no sólo tarjetas de presentación y una ladatel con 4 pesos. Se antoja comer rico cueste lo que cueste, vale madre cuando uno trae lana. Un costillarcito de cerdo adobado, con jojolitos y guacamole. Ah, y sus respectivas cervezas. Ah, y las enseñanzas del Filósofo de Cantina. Háblenos más de nalgas, Señor Don Filósofo de Cantina, le pedía la raza mientras esperaba el costillar. El sabio descarapelaba el aluminio dorado del pico de su cerveza Bohemia, dió un sorbo leve y dijo: Tengo amigos que cuando embarazaron a su mujer, lo primero que pensaron fue en que ojalá no tuvieran una niña. "Qué no sea niña, nomás que no sea niña", decían. Luego luego pensé en la estupidez del hombre; del macho, de querer tener un varón para meterlo a jugar fútbol y transmitirle todas esas frustraciones y fracasos que el papá tuvo y que desquita con el hijo. Todo eso que el padre no fue, quiere que su hijo lo sea. Pero por ahí no iba la cosa. Eso tiene parte de cierto, pero los motivos de mi amigo eran otros. Platicando con varios de ellos en la misma situación, con esposas embarazadas, me decían todos lo mismo: "¡Ojalá no sea niña!!! N´ombre, imagínate que me salga bien puta; n´ombre, imagínate cuando tenga novio; n´ombre, no sé cómo le voy a hacer, ojalá no sea niña..." Y sí, algunas les salieron calientes, pero porque así son las viejas y así es el karma con los hijos de la chingada de mis amigos que, conocindose bien, sabían que había más hijos de la chingada como ellos que cometerían las vejaciones que ellos cometieron con otras mujeres o con su mujer; pero que se las cometerían a sus hijas. Esa era su inseguridad: su proyección, lo llamo yo El Acabado Espejo, todo es un reflejo de todo. Lo que pensé y me entristeció fue lo tan devaluadas que tienen a sus madres, a sus parejas y a sus hermanas estos hombres, y cómo devaluaron a sus hijas antes de que nacieran. Que esos fueran mis amigos, eso sí me puso triste... Tá cabrón, dijo uno. Ya vez cabrón, vas a tener una niña por tratar así a tu vieja, dijo otro. Ya no mortifiques a tu jefa, dijo alguien más. Llegó el costillar y parecía de esos que se tragaba el Pedro Picapiedra. Provecho, señores, dijo el Filósofo sin aceptar nuestra invitación a comer y se retiró. Y pues atacaron con tenedor y tortilla en mano...

8 comentarios:

Unknown dijo...

Es muy cierto... y lamentablemente parte del machismo que, aceptémoslo o no, sigue siendo sello de nuestra cultura.

Saludos y buen fin de semana, váyase al mall a ver gente "nais" que tanto le encanta, al fin que lana hay... :P

Larissa dijo...

Si hay algo que no soporto en este mundo es el machismo!!! ayyy lo odio tanto pero tanto!!! (me vale que eso me haya causado la fama de feminista que tengo en todas partes) que estupidez!!! Lo que pasa es que muchos hombres, como atinadamente lo dice usted Mr Guffo, temen que a sus hijas les hagan lo que ellos hicieron con otras mujeres, y no se dan cuenta todo lo que engloba el decir ‘ojala y no sea niña’, bola de pendejos! perdón por la palabra, pero es que me da mucho coraje que exista gente que piensa así, en fin, no tiene caso enojarse... que tenga un excelente weekend :) saludos!

mau dijo...

la sabiduría del viejo de cantina es LA ON-DA...

jajaja cuéntanos más de esté profundo reflexólogo!

mau dijo...

y es q personas como él ven cosas que uno ni se magina, bien por él

Araceli Gallardo Peña dijo...

Si a ti y al filósofo de cantina les indigna.. imaginate a nosotras que tenemos que cargar con cada "gente" y haciéndoles el favor de todavía considerarlos del homo sapiens... y sabes que da más coraje que pasan los años, las friegas de la vida y a veces les llegan los nietos y NUNCA se dan cuenta, ni aprenden que ser MACHOS nos tiene a todos fregados

pepo dijo...

Chido lo del costillar como vejación de la mujer... a pinche Adán...
hace rato que te leo pero es la primera vez que me atrevo a comentar...
Saludos

eliuk dijo...

no, pos ta cabron, como ya mushos "dijieron" los hombres no queremos niñas por miedo a que sean tratadas como muchos hombres han o hemos tratado a nuestras mujeres, para ser hombre no es necesario tener muchas mujeres o tratarlas de x o y manera, se necesita mucha, mucha inteligencia para que ellas se den cuanta de que SI valemos o no la pena, no soy un feminista ni machista, pero a como quiero a las mujeres... un beso a todas ellas y a ti guffo... un abrazo!

Anónimo dijo...

Yo conocí a alguien que no quería tener una niña porque según él, había entrado a tantos sites de lolitas, que tenía miedo que le gustara su propia hija. Resultó que si tuvo una niña, pero la Providencia hizo que naciera más fea que una garrapata. Lo peor es que el oriundo padre decía mientras la cargaba:-Miren que plechocha es mija!"

El amor de padre es cañón...

Saludos a usté y al sabio de la taverna!