martes, marzo 15, 2011

Guffodorowski

La gente habla de avanzar, pero no veo que avancen hacia algún lado.

Avanzar es “dar el siguiente paso”, dicen. El matrimonio es avanzar en una relación de noviazgo. Adquirir un coche del año es avanzar en el estatus social. Obtener un nuevo puesto es avanzar en el organigrama de la empresa.

Pero, ¿se avanza realmente?

Avanzar es el paso que todos, tarde o temprano, nos dicen que tenemos que dar. Avanzar es hundir la pierna en el pozo de mierda que todos han pisado y seguir avanzando, y pensar que vamos bien porque todos traen la pierna enmierdada y el olor no les molesta.

Si eres ingenuo, te harán creer que el único camino es el del pozo con caca; que tienes que mancharte porque nadie aprende en cabeza ajena, y que lo más normal es aprender cagándola. Te dirán eso porque ellos no pueden ver más allá de eso. Porque los enseñaron a equivocarse haciendo algo repetitivo para después no equivocarse más -como en las maquiladoras-, pero no los enseñaron a pensar por sí mismos ni a sentir. No te creas lo que te dicen. ¿Tantos errores cometidos de la misma forma una y otra vez por tantas personas, que crees que no existe alguien capaz de sacarle la vuelta al pozo? Por favor… No les creas. Sácales la vuelta.

Y sólo así avanzarás.

Lo ves a diario. No te contagies. La gente recorre con prisa las calles y avenidas de la ciudad. Ahí sacan todo lo que son por dentro. Van histéricos. Sonando el claxon. Patinando las llantas. Cerrándole el paso a quienes intentan meterse en su carril. Así avanzan ellos. Ése es su concepto de avanzar. Ve a los funcionarios públicos. Cómo avanzan en el tráfico, con sus comandos de camionetas y guaruras. Y esos son quienes dicen que vamos avanzando.

Te preguntarás: ¿a dónde van con tanta prisa? A donde mismo. A donde siempre. A ningún lado. Así los pone el espejismo de avanzar. Así se ponen al saber que su tan cacareado “avance” no es más que estar dando vueltas en el mismo pozo y en reversa, por generaciones y generaciones... Por lo tanto, no pierdas el tiempo en comprender la prisa de muchos por llegar a donde no hay novedad y nunca la ha habido.

Avanzar es enfrascarte en tu propio embotellamiento. Avanzar no es cambiar una rutina.

Avanzar está allá. Aquí adentro.