Antes de casarse, la mayoría de mis amigos me confesaron que no querían una ceremonia religiosa ni gastar en una fiesta enorme. Obviamente terminaron haciendo ambas cosas para complacer a sus mujeres y, de paso, a sus suegros y a esta cruel sociedad de apariencias, snif.
Es fecha que no conozco a una mujer que diga que no quiere una ceremonia religiosa ni una fiesta enorme sólo por complacer a su hombre.
Es fecha que no conozco a una mujer que diga que no quiere una ceremonia religiosa ni una fiesta enorme sólo por complacer a su hombre.