martes, diciembre 28, 2010

No me apellido Contreras

Ah cómo me encabrona que la gente me vea como “Guffo: el güey que está en contra de todo”. ¿A poco doy esa impresión?

Sí, yo sé que a veces soy un tipo un poco intolerante, amargado, resentido con la sociedad y extremadamente guapo, pero no estoy “en contra de las cosas”. Algunas nomás me cagan las pelotas y otras no las considero necesarias aunque hordas de ñoños mueran por tenerlas.

Ejemplo:
El fin de semana me preguntaron que por qué no tengo Facebook. Antes de que respondiera, un familiar contestó: “Guffo no tiene Facebook porque está en contra de eso”.

¿En contra? Tendría que estar muy pendejo para "estar en contra" de una pendejada como Facebook. Si no tengo Facebook es porque no me parece útil, ni divertido, ni necesario, ni me interesa andar viendo sus horrendas caras. Si en la adolescencia sobreviví sin una mamada como Facebook, como adulto creo poder sobrellevarlo.

Después, la misma persona me preguntó si tenía Twitter, y el mismo familiar entrometido respondió: “Guffo no tiene Twitter, está en contra de esas cosas tecnológicas”.

Repito, no estoy en contra de esas cosas, simplemente no las necesito.

Se preguntarán ustedes: ¿entonces por qué chingados tienes blog si los blogs tampoco son necesarios? Bueno, para mí el blog sí es necesario porque me gusta decir lo que pienso y dibujar lo que se me hinchan los tanates; porque cuando empecé a trabajar en los medios impresos siempre me cagó trabajar para intereses que no fueran los míos y siempre me cagó no decir las cosas a como las siento, entonces, encontré en Blogger una solución.

Pero pueden estar en mi contra, queridos lectores.

P.D. Con el post de ayer aprendí que hablar "mal" de Don Alejo es como meterse con la Virgen de Guadalupe. A mi madre le han de estar zumbando las orejas. ¡Viva México!