jueves, septiembre 08, 2005

La Masacre de los Idealistas. Capítulo 2.

Esa imagen del niño llorando bañado en orines y abrazando a su mamá no se me borra. Quizá por esto nunca me hice tan amigo de los niños que vivían en el barrio al que nos acabábamos de cambiar para vivir mi familia y yo. Pero no sólo con los hijos de las criadas hacían estas barbaridades; con los animales eran más crueles. Y también hay imágenes que no se me borran. Recuerdo que le inyectaban Coca Cola a las lagartijas hasta que les tronaran los ojos, mataban tortolitas con rifles de postas, enterraban gatos en los montones de arena y grava que había en las construcciones aledañas y les daban con palos en la cabeza. Con los tlacuaches se portaban de lo más desalmados que podían (si es que se podía ser más desalmado). Pateaban a los tlacuaches hasta matarlos; si no se morían a puros puntapiés, los rociaban con alcohol o aerosoles y les prendían fuego estando aún vivos. Recuerdo una vez que salió un tlacuache de casa de Lacho. Lo corretearon y lo interceptaron con una patada en el costado antes de que el animalito pudiera esconderse en el monte baldío. De otra certera patada, lo levantaron como a metro y medio del suelo y lo hicieron volar a más de tres de distancia, que casi cae en la banqueta de enfrente. Hacerse el muerto al animal no le ayudó mucho porque estos salvajitos era lo único que sabían acerca de ese animal: que se hacía el muertito. No sabían ni siquiera que era un marsupial (¿marsu qué???), el único marsupial (marsu qué, no mames, me decian) existente en América. Y le dieron otra patada qué sonó más bofa que las anteriores. Y algo salió volando. Algo como tripas de color rosa. Más bien, parecían chicles masticados porque se veían babosos y eran rosas como los Motitas sabor frutas. Pero no eran vísceras: eran las crías de la zarigüeya regadas en la calle. Con la metralla de patadas se salieron de la bolsa de su madre. Ya no podía mirar más. Lo niños enloquecieron al ver las crías. Sólo alcancé a escuchar que, con piedras, las apachurraron una a una. Les halagaba con exquisito morbo el sonido que hacían la carne y los huesos -aún cartilaginosos- al embarrarse en la carpeta asfáltica. Plosh, plosh… giuuuu!, decía algún imbecilito con asco fingido. Lacho corrió a su casa y, en segundos, salió con un bote de spray para el cabello de su madre. Sacó un encendedor, oprimió el atomizador y terminó de matar a la mamá zarigüeya que agonizaba.
Continuará...

18 comentarios:

Saffog Tochtli dijo...

No te quedes callado... lleva la luz a quienes aun cometen esas vilezas no dejes que las sigan llevando a cabo.

Tu papa dijo...

A pinches weyes pendejos! Me dejo llevar por las emociones en este comentario. Pero me da un chorro de coraje que existan personas asi.

PUTOS DE MIERDA LARGUENSE A PATEAR LA PANZA DE SUS JEFAS. CORRANLE A QUEMARLES LAS NALGAS DE SUS CARNALAS.

la_pinche dijo...

que pinche gente, lo peor de todo es que eso viene desde sus hogares, me pregunto como habran sido sus padres? y en donde estaran ahora?

Manuel dijo...

Ahora entiendo las muertas de Juarez....

Guffo Caballero dijo...

Pos ya no son mis amigos. Pero ya se imaginarán el destino que tuvieron: los casaron, tienen 3 hijos a los 27 años, batallan con la chamba, en cualquier oportunidad que tienen se quieren poner hasta la madre de pedos, tiran basura, dan acelerones en los carros, etc... Saludos y buen día.

JuchiCuchiMan dijo...

Chale carnal...
Que falta de civilización y que exceso de pendejismo...

TheMexicanSniper dijo...

pinches guercos pasados de lanza, yo si me los madreada creo que fui educado de manera diferente pero en fin...saludos maese ellos pagan su culpas siendo unos mediocres

Anaita dijo...

hay Guffo, que triste, eses niños eran unos desalmados. no se puede vivir bien tratando asi al entorno.

que tengas bonito dia.

Pd. si la neta, esta bien cruel el relato, casi chillo.

MONO Monarca dijo...

Chale carnal, que post mas cruel, y aunque de vez en cuando es bueno poner algunas realidades en perspectiva, yo la verdad prefiero sus tiras comicas del gran Panchito y los post de recuerdos de aventuras jocosas...

En fin, un fuerte abrazo carnal, chido por seguirse dando de vez en cuando sus vueltas por el blog.

Lau Silva dijo...

Ay no.. se pasaron. Algo que no soporto que es abusen de los animales... todavia los humanos se pueden defener.
Ahora si que pinches niños.... me partiste el corazon con esa historia.

Bellota dijo...

:(
no manches guffo

este tipo de cosas me encabrona xq ademas los pendejines esos se sienten q es algo padrisimo o no se

q triste q haya padres q crien semejantes engendros...

Qiehbdibd dijo...

Será que me dolío más que le hicieran eso a los animalitos, que al chavito. Digo el chavito puede defenderse, pero los pobres animalitos no, hijos de la verga. Cabe mencionar que los pinches psicópatas por lo general tienen antecedentes de crueldad a los animales.

Si algunas vez los vuelves a ver, Guffo en nombre de Batio, ¡madréatelos!.

Guffo Caballero dijo...

Pos lo que les digo: son batos que no quieren a sus viejas, se la pasan peleandose con ellas pero no se separan ni se divorcian, viven para hacerle la vida miserable a los demás, van de trabajo en trabajo porque creen que nadie los merece y se creen muy riatas, etc, etc. Unas fichitas.

Magda dijo...

y que sr. Guffo con esa descripcion me imagino que ahora pertenecen a la "Mara salvatrucha" ???? porque por lo que veo eran unos bandalos de poca malle

saludines Sr. Guffo

Unknown dijo...

NO MAMES CABRON!!!! PINCHES VECINITOS OJETES QUE TENIAS =(

QUE MAL PEDO QUE BUENO QUE NUNCA TUVE VECINOS ASI DE OJETES.... BUENO SI UNA VEZ UN OJETE LE HECHO ALCOHOL A UN GATO VIVO PINCHE BASTARDO!!!!
OJALA EN LA SIGUIENTE VIDA (SI ES QUE HAY) SEA UN RATON Y SE LO CHINGE UN GATO...

grace dijo...

perversos

Araceli Gallardo Peña dijo...

Lo siento, no pude seguir leyendo me dolió demasiado, ¡sorry! :'(
¿Por qué son tan crueles los niños?

Anónimo dijo...

El Tlacuache o zariguiella no es el unico marcupial de america, según hasta donde yo se hay otro al que le llaman Tlacuachin o Tlacoyote es pequeñito como un raton pero con la carita de tacuache, y no tiene un marsupio (bolsita) desarrollado, sino que trae a las crias pegadas a las mamas (chichis).

Saludos ahi disculpa lo atrasado del comentario pero es que voy leyendote en orden cronologico y apenas en Sept 2005