jueves, marzo 10, 2005
los azotes del guffo...
Se ven pelusas flotando abducidas por el rayo de luz que penetra entre la cortina y se impacta en mi rostro. Afuera se oye el chirp chirp de los pájaros que visitan mi balcón. El guau guau de los perros y las risas de los niños en el parque. Las mandarinas del árbol ya se pudrieron y sólo me comí dos. Pienso que la honestidad duele, destaza y desmenusa el alma. Algunas otras veces, la sinceridad espanta; pero siento que es lo más sano que existe y de la forma en que menos tiempo se pierde, hablando las cosas como son. Mi cuarto huele a naranja, a Fabuloso de naranja. Las sábanas huelen a flojera y una almohada aún conserva un ligero hedor de una cruda de hace meses. Jango Fett me ve desde el mueble de las películas; quisiera tener 7 años para jugar con él y no tenerlo nomás de adorno. La inspiración no llega. Maquino un proyecto de hacer tira cómica a Pancho López. Jajajaja, me río sólo. Pero mi mente está ocupada en otra cosa... también mi corazón... Bueno, de perdido están ocupados y no andan de huevones como yo.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
4 comentarios:
shingao acabas de hacer que me frustre otra vez recordando que debi ser porno estrella y no ingeniero shingao¡¡
usted relajese.
Total. Ya es viernes.
Saludos
ande mi compita norteño =/
a mi se me hace k ud tmb necesita unas blck pills.
O de perdido una de esas calcomanìas k ponen en los taxis con un singular y rebonito -ÁNIMO-
no mamesssssss tienes a Jango Fetttttttttt uu ruleeeeeeeeeeeee
Publicar un comentario