cuando me entró jabón en la pis...

Abríamos las regaderas y mojábamos todo el piso. Cerrábamos las llaves y enjabonábamos el piso de extremo a extremo patinando con las rodillas. Ya bien enjabonado el piso, nos acostábamos de panza, doblábamos las piernas contra la pared y nos impulsábamos con fuerza para deslizarnos con la barriga hasta la otra pared del baño del deportivo. Esa era nuestra diversión cuando a los jodidillos de nosotros nos invitaba nuestro único amigo que era socio del club campestre. Nos creíamos supermanes, jugábamos carreritas y bailábamos brake dance con las nalgas. Pero a la hora de ir a miar... "Aaaarrrggghhh!!!! aaaay, aaaay, me duele, me dueleee!!!" Todo el pinche jabón se nos metía por el pizarrín y el ardor era insoportable. Recuerdo que una de esas veces, el amigo que nos invitaba se seguía deslizando de panza (cuando ya todos habíamos entendido que así no, porque ardía de a madre). Va a miar y que el guey empieza a gritar y a llorar "Mamaaaaaa, aaaay, aaaay". Y que entra la mamá del cabrón este al baño toda asustada, histérica y gritando. Era la mamá que estaba bien buena, a la que le robábamos las tangas y que les platiqué en un post hace rato. "Qué te pasó!!!, qué tienes!!!", decía la ñora toda espantada, y mi camarada nomás brincaba y brincaba con el rostro desencajado y agarrándose la pirinola: "Me dueeeleee!!! AAAYYY". Y la jefa toda desesperada: "A ver, déjame ver, qué tieneees!!!" y que le empieza a menear la manguerilla grite y grite "a veeer, espérate, qué tieneees, qué te pasaaaa!!!". Todos nos quedamos como pendejos viendo, con los ojos pelones y las manos cubriendo nuestras cabecitas de bala, rosas y lampiñas; deseando habernos deslizado también de panza.