sábado, agosto 01, 2009

Epílogo



Hoy la playa amaneció con manchas de chapopote.

-¿Estás triste? –me preguntó.
-Cómo no estarlo…

Volvimos a la habitación. En casi todos los canales del televisor transmitían el incidente. Un oleoducto cercano había tronado durante la noche.

Volví al mar por la tarde. Enormes máquinas cribadoras limpiaban la orilla, escondiendo un problema que no tendrá solución hasta que los culpables se descuarticen por la última gota de petróleo.

Regresé al cuarto. Frotó crema en mis hombros ardidos por el sol.

-¿Sigues triste? –me preguntó.
-Ya menos –respondí sonriendo, para no mortificarla.

Me puse una camiseta, hicimos maletas, subimos al coche y viajamos de vuelta a casa.

-¿Todavía tienes que regresar el sábado? –le pregunté después de llenar el tanque de gasolina y sentirme estúpidamente culpable al recordar la imagen de la playa.
-Sí. Ya tengo el boleto para salir el domingo temprano.

Respiré hondo y entrecerré los ojos para que los rayos del sol no me calaran tanto.

-Allá en Mérida no hay manchas de chapopote en el mar. Todavía no –dijo.

Me tomó de la mano y la miré.

-Allá no te vas a poner triste.

Posé la vista de vuelta en el camino y conduje hasta que anocheció. No soltamos nuestras manos ni para espantar al mosquito que accidentalmente se había metido por una de las ventanas.

24 comentarios:

Nina dijo...

aaayyyyy hasta yo me puse triste ;o(

Lalo dijo...

Ya no te preocupes Guffo, el petróleo nunca se va a acabar.

salaverga dijo...

Sssss.. al chingazo

vic32 dijo...

Que? No mamar! Con un anuncio como epilogo eco-friendly le diste en la madre a tan buen relato, bueno, ni modos, gracias.

Jeronimo Cuadras dijo...

simplemente chingon don guffo, uste si sabe escribir y no chingaderas como nosotros los amateurs que nada mas intentamos...

saludos don guffo

P. Brux from Hell dijo...

Por fortuna nunca habrá manchas de chapopote en el mar en Mérida... porque en Mérida no hay mar.

Me preocuparía que lo hubiera, eso indicaría que Puerto Progreso fue devorado por las aguas del Pacífico. ¡Qué miedo!

Qué bonito cuento.

Rarezas Corp. dijo...

aca en cuernavaca no hay playas,
pero hay un chingo de mosquitos

Oscar dijo...

P. Brux

No será el Oceano Atlántico? Eso de que el Pacífico llegue hasta allá de verdad da miedo . . .

Guffo Caballero dijo...

Chale... a ver, se los explico para que no me lapiden futuros comentaristas.

Yo sé que en Mérida no hay playa y que la más cercana está como a 30 kilómetros. Es algo que pensé no era necesario explicar en un relato tan cortito y con otro propósito, pero ya veo que son harto exigentes y no perdonan éste tipo de cosas.
¿En verdad creen que con Wikipedia y Google y de más chingaderas a la mano alguien podría cometer un error así? No se claven. Es como el güey que dice que se va a venir a vivir a Monterrey pero en realidad vive en San Nicolás; osea, no mamar.

Y lo del anuncio pseudoecológico. ¿Pos qué quieren que haga?, si eso fue lo que pasó? ¿No ven la foto?

Buen domingo.

La Rosy dijo...

snif, es usted grande.

CLAP CLAP CLAP.

Zovec dijo...

que buen cierre,
saludos guffo

Eder dijo...

a que no haces un cortometraje

Anónimo dijo...

Muy buena la historia. Que suerte poder reencontrarse con un viejo amor, yo la verdad es que no se que pasaria si me la encontrara de nuevo.

Miss Andrea dijo...

AWWWWW me encanta tu historia!! amo como escribes

LIO dijo...

tons que, te la cogiste?

Verdaderoyo dijo...

Muy bueno, que buen final . . . tenia que ser asi . . .

Anónimo dijo...

Pasame el mail de tu seguidora REIGN para echarle toda la leche en esos cachetes tan hermosos que tiene.
Aunque veo que es gordis y prefiero mejor venirme en su barriga aguada pero urjida de semen.

QUIERO CONNN REIGNNNNNNnn

Anónimo dijo...

y esi que???

pon monos pinchi ecologista wannabe que es lo unico bueno que sabes hacer...

El Belo dijo...

Chales Guffo me voy de vacaciones y cuando regreso me encuentro que escribiste algo tan chingón como esto, ya me anda por leerlo desde el principio, pues empecé por el epílogo.

Saludos.

DevilMaster dijo...

No se si haya sido la intención, pero me dejó un vacio bien hondo en el corazón, e igual de manchado que la playa que menciona.

No se, no se...

Lo que si es un hecho, es que me gustó mucho su relato. Seguiré siendo cliente frecuente de su changarro (aunque saberlo no le vaya ni le venga).

















Me fui.

Anónimo dijo...

Anónimo: si quieres ver monos ve a ver a puta madre cagando: verás qué buenos monos de plastilina se avienta.

Shinny dijo...

ahhh Guffo... dime que manejaste directito hasta Mérida por favoooor...!!!!

Jeje...

Gracias por tenernos entretenidos todos estos días, disfrute mucho tu relato. No se si es una historia verídica pero fue fabulosa.

Suspire, rei, quise llorar.... de Todo!!!

Suerte en todos tus proyectos y gracias por estos momentos.

Saludos!!!

Shi

Anónimo dijo...

eternal sunshine of a spotless mind...

Anónimo dijo...

De huevisisisismos!