viernes, octubre 17, 2014

Barroom philosopher

Por primera vez en años la mesa donde acostumbra sentarse el Filósofo de Cantina estaba vacía. Me sentí como en el inicio de aquel capítulo de Friends en el que los frens llegan al Central Perk y hay personas sentadas en "sus" sillones; pero al revés. 

Mon, el mesero bigotón, se acercó a saludarnos haciendo un ademán que señalaba hacia la puerta del baño, mientras separaba las sillas de la mesa para que pudiéramos sentarnos. Pedimos una ronda de cervezas y un plato de higaditos deshidratados con pico de gallo.

A lo lejos se escuchó el rechinar de una puerta. El Filósofo de Cantina atravesó el umbral de los orinales frotándose las manos, como una mantis religiosa.

-Me agarraron con las manos en la masa... cuata -dijo sonriendo, haciendo una mueca chusca, como de repulsión, como dándonos a entender que por esa razón no nos saludaba de mano. Tomó un par de servilletas para quitarse el exceso de agua, las dobló y se las guardó en un bolsillo. Al momento en que el Filósofo tomó asiento, Mon puso frente a nosotros la primera ronda de cervezas.

-El primer paso para empezar a sentirse muerto por dentro, es pensar que has perdido tu tiempo en algo. Nunca pienses que pierdes el tiempo, mucho menos en cuestión de relaciones amorosas. Si ves como tiempo perdido esas relaciones que según tú no proliferaron o no se convirtieron en eso que querías que fueran, no has aprendido nada. Y peor tantito: estás negado a aprender y dispuesto a seguir patrones prefabricados para ser feliz que sólo te traerán frustración, y, aparte, te harán creer que estás en una carrera donde pierdes tu tiempo si tu vida no encaja en cierto molde. Si estás conscientes de que todo es aprendizaje, nunca sentirás que perdiste el tiempo. Creo que las personas que sienten que perdieron su tiempo en una relación es porque sólo estaban dispuestas a recibir algo a cambio de no dar nada; o sólo querían que se hiciera su voluntad; o quizás tienen una imagen tan idealizada de una relación que terminan forzando su cauce natural; o qué sé yo. De lo único que estoy seguro es de que si hiciste lo que deseaste por el simple placer de hacerlo, nunca perdiste tu tiempo.

El Zacatecas es el templo; el Filósofo de Cantina, el predicador; allá afuera, la vida; aquí, dentro de uno mismo, la respuesta para vivirla de la forma más sencilla y feliz.

8 comentarios:

66621 dijo...

Ahoo

Anónimo dijo...

Ese filósofo... ustedes están a tome y tome. Jejej

A.S dijo...

Filosofo de cantina, siempre tan sabio. Debe de ser un placer escuchar lo que dice.

Saludos!!

Karlos F. dijo...

"De lo único que estoy seguro es de que si hiciste lo que deseaste por el simple placer de hacerlo, nunca perdiste tu tiempo"

Espero no ser "superfluo" (y si lo soy, bien merecido mi zape) pero no pude evitar pensar: ¿aplica en todo?, es decir, si me la pasé echando la hueva por el simple placer de hacerlo...¿tampoco perdí el tiempo?...

En fin. Saludos.

PD: de todo lo demás, estoy de acuerdo con el filosofo.

Anónimo dijo...

Estoy tan enamorada de ti guffo

Anónimo dijo...

¡¡¡Eeeeehhhh, ese guffo!!! Sobres guffo que se arme lo de la enamorada, que se haga presente y escriban su historia de amor uuuuuiiiiiiii

Guffo Caballero dijo...

66621: ¡Ahoooooooo!

Anónimo: Nomás una vez por semana, jejeje

A.S: ¡Saludos!

Karlos: A lo que voy es que, si eres consciente de que estás echando la hueva, y lo disfrutaste, entonces no te quejes después. No todo el tiempo se tiene que aprovechar haciendo algo. Creo yo... Saludos y gracias por comentar.

Anónimo: Me chiveo, snif :* Gracias, es el piropo más grande que he recibido.

Anónimo: Jajajaja. Alcahuete.

Karlos F. dijo...

Weno, en eso tienes razón, también hace falta mucha consciencia... o como decían los agüelos: "valor civil", jeje

Grax, mano.