yo isla...

El tráfico vehícular zarandea como las olas al romper. El sucio humo se mete en la nariz como torbellino de arena salada. Incluso, el ruido mudo -como mar contenido en caracola- que se escucha bajo el agua mientras la ola te revuelca, es muy similar al de los embotellamientos en la ciudad. Navegas -manejas- por océanos asfaltados y cielos del mismo color y la misma dureza, buscando una isla dónde poder naufragar. Pero no hay porque ya se las chingaron todas, justo como con las islas de a deveras. Algunas veces es mejor darse por vencido a tratar de luchar -y ganarles- a una mayoría de psicóticos. Uno mismo es su isla y nada más; en ningún otro lado encontraremos refugio. No te claves con todo lo aprendido porque es mentira. Las formulitas para triunfar, ser exitoso, premio, castigo y demás filosofía del optimismo y pesimismo, tampoco funciona. El narco se persigna, el político vive bien, al narco no lo matan, ambos viven con la conciencia tranquila. Claro, viven con sus preocupaciones y matan a algunos de ellos, así como matan y muere gente buena e inocente que también se persignaba y tenía preocupaciones. Si uno se aferra a creencias que no son las de uno mismo; a creencias impuestas, castrantes y absurdas, será infeliz de por vida porque siempre se cuestionará lo absurdo e injusto del funcionamiento de esa creencia o "verdad universal". ¿Lo mejor es estar bien con Dios y con el Diablo?, ¿vender droga y con una parte del dinero construir un hospital?, ¿matar a alguien que hacía daño a la comunidad?, ¿ser micha y micha, fifty-fifty, mitad bueno y mitad malo como Robin Hood de pacotilla? Los buenos pierden y algunas veces ganan. Los malos ganan y algunas otras pierden... así veo que las cosas funcionan en este mundo; pero me vale verch, yo no estoy bien ni con Dios ni con el Diablo; estoy bien conmigo y mis creencias. Soy mi isla... mi refugio... aunque la sociedad me revuelque y me azote en el fondo, no hay pedo: tomo aire y me sumerjo -sin querer queriendo- en ella. Salgo victorioso, me la sacudo como todos los días, y me vuelvo a sumergir en mí.

aí toy en el espejo...

Un espejo en casa de mi agüelita siempre fue el instrumento de medición que empleaba para ver qué tanto había crecido y qué tanto me faltaba para "ser grande". Cada navidad, al abrir la puerta de la casa de la agüela, lo primero que veía era mi imagen reflejada en la superficie platinada del espejo de madera. Rebasé el borde inferior a los 6 años y ya no tenía que pararme de puntitas para verme y poner cara de pendejo. Me reflejaba de la cintura para arriba a los 12 años y me salía de inmediato a tronar palomas y chifladores. Mi frente rozaba el borde superior de madera a los 16. A los 20, me jorobaba tantito para caber en el cuadro, poner mirada de Paco Stanley y peinarme el poco pelo que desde entonces tengo. Hoy, mi cabeza ya no se ve. Llego a casa de mi agüelita y es como si llegara el jinete sin cabeza. Al nivel donde antes se reflejaba mi cara, ahora se refleja la carabina que guardo en la truza. Ahora tengo que agacharme un chingo para verme. Lo mismo con las perillas de las puertas cuando a uno le llegan al nivel de la mirada y, en menos de lo que dura un virgen clavando, ya le llegan a la cintura. Esos instrumentos de medición eran rústicos, pero inocentes y cero dañinos. Malo ahora que uno se da cuenta que va creciendo por el grado de ojetería y malicia que va adquiriendo; por el grado de dureza del espíritu o la cantidad de escudos que uno tiene para ver las cosas "objetivamente" y no lo lastimen. Uno se da cuenta que va creciendo por los pisos de inocencia que va bajando. Saludos a todos los bloggeros que van pa´rriba, aunque sientan que van pa´bajo.

buen lunes...

Aaaah, cómo son mamones los lunes. Preferiría despertar con una cabeza de caballo en la cama, como en la película aquella de Mi Padrino, de Capulina... creo. O despertar con una cabeza de barbacoa y tortillitas de arete (harina, en idioma cholo) no estaría nada mal; pa´llegar al trabajo derritiendo gafas de Inges y Gutierritos oficinescos a puro eructo encebollado. Dejar un pedo en el elevador o disparar papelitos mojados con saliva a través de un popote cervatana a todos los degenerados que se la pasan acariciandose la pilinga con la mano escondida en la bolsa del pantalón mientras cotorrean por el msn. Ches lunes mamilas, ¿por qué no son más buenas ondas???, así como sus camaradas borrachotes los sábados, o los huevones de los viernes. ¿Por qué??? snif. Y como lo mamón se pega, ahí les van unos chistes (mamones, advierto) que aprendí el fin de semana y pa´que se los cuenten a sus amigos imaginarios que, de seguro, pamba les darán:

Chiste #1
Muchacha 1.- ¿A dónde fue tu novio???
Muchacha 2.- Ah, orita viene, fue a ver a su chica...
Muchacha 1.- Achis... ¿cómo?, ¿qué tú no eres su novia???
Muchacha 2.- Sí, claro... es que así digo cuando se para al baño a miar.

Chiste #2
En una familia de regiomontanos:
¡¡¡Viejooo, viejooo, Juanito se tomó todo un frasco de aspirinas y no responde!!!
Pos agarralo a coscorrones, al cabrón, pa´que de perdido las desquite.

Aaaah, qué pinches lunes tan mamones. Buen lunes. Saludos.

fara fara con yukero de fondo...

Como este pinchurriento blog no cree en los links ni en esas cosas del mismísimo demonio, esta foto se la dedico (sin link) especialmente a Los Batianos de Tijuana, Rosarito, La Paz, DF, etc; que me han hecho su miembro honorario, hermano, partner, cómplice, AMIGO (nótese que es la primera vez que uso mayúsculas, snif! ) y ornitorrinco de indias ¿¿¿???. A todos y todas los que han dejado un cachito de su corazón o intelecto en mi blog con sus comments invaluables. A la raza blogera regiomontana (la más paike de todas) que siempre se ha portado bien chidísima, bien noble y me ha invitado las caguamas (Buúkatelas!!! jejeje). A los cachondos y cachondas que me piden que me role a la Fabi (qué tiernos; y yo ni me meto con nadien y me agreden), a las morras que me leen de las que se ponía celosa mi Fabi (Chikía, ti Kerooo!!!! ti kero di a madre), a los Anonymous que se pasan de vergas insultando a mi madre y a mi Fabi por mail sin razón (tendrán sus negras razones) pero que -aunque los borré del blog por ser hombre de paz y mariquilla sin calzones - los quiero y no les deseo el mal. Para ustedes, mis lectores, buenos o malos, querendones u ojetones; para ustedes es esta pinche foto que es de mis favoritas y de las que más quiero porque me salió verguda y, sobre todo, culturosísima. Úsenla para bien, publíquenla en alguna publicación de desprestigio, disfrútenla, gózenla (¿es con "z"???), reflexiónenla. El ego de Maradona me inunda y digo: ¡¡¡Qué pinche foto tan chingona tomé!!!... Todo es culpa de la pinche Fabi, que me tiene así de inspirado... ¡Saludos a toda la Blogósfera!!! Platicamos en un rato... 

guía de juguetes para niños pobres...

Preocupado por la situación del país y promoviendo mi candidatura a la presidencia, he decidido empezar a trabajar por los niños.
Amiguito: si vives en una colonia sin pavimentar, tu apá golpea a tu amá y tu casa está hecha con puras promesas de político; este regalo es para tí. Olvida tu miseria y diviertete sanamente, sin andar hinalando thinner, con "El Hermafrodita Cachondo". ´Ora verás cómo se juega.



Consigue una cajetilla de cerillos, de esas que usa tu papá para encender su churro y luego, ya bien erizo, apagártelo en tus brazitos y espalda. Hazle un agujerito a la mona ahí en donde tu jefa tiene su fuente de ingreso pa´ mantener al huevón de tu apá.



Coloca un cerillito ahí, dónde las arañas tejen su nideee. ¿Listo??? Okey.



Ahora, abre la cajetilla y verás cómo ¡Toooiñoooiñoooiñg!!! se le para la pilinga a este pícaro personaje. Cierra la cajetilla, y se le arruga; ábrela, y se le pone dura; ciérrala... y así te la pasas todo el día. Ten horas de sana diversión con juguetes "Mi Miseria".

homenaje a adal...

Tragándome mi Carl´s Jr de la semana, con el hocico lleno de aderezos cual actriz porno golosa y sosteniendo la burger de dos pisos como si fuera una chilchotla 34 b, llega un empleado a prender la tv del establecimiento y le pone en Adal Ramones. Es martes y, como si fuera el gran evento de la semana que todos esperan para poderse desvelar, le pone en Adal Mamones. ¡Dios mío!!! (el dios que les venga en gana). Ah, y el señorito todavía le subió al volumen en un acto que consideró como "un favor buen pedo cortesía del restaurant" para que tooodo mundo escuchara vomitar al chaparro narizón. Ya son diez (u once) años de monólogos insípidos, sin chiste y predecibles como escribir "Lávame" en un carro sucio. Admito que los primeros meses de su programa, hasta yo caí en el engaño y lo consideraba gracioso (bueno, yo era un puñetín de 18 años), pero era más el hecho de que era regiomontano a que me cayera bien. Pero aaayyy diosito Tlaloc, al segundo programa que vi, se me atravezó como espina de bagre en la garganta. Diez años de ver cómo se agarra el hombro, se echa la camiseta hacia atrás, saca la lengua y no controla sus tics nerviosos a pesar de diez años de "profesionalismo", ¿no es ya suficiente???. ¡¡¡Por favor que alguien por el amor de mil demonios le diga a este hijo de supu que se ve de la chingada que se esté sobe y sobe el hombro a cada rato!!!. Una década decadente de verle la cara de terrorista afgano y reírse de sus pendejadas nomás porque es paisano y estudió en la Universidad Regiomontana, donde estudian los supuestos burros y desmadrosos. Dos lustros humillando y zapeando a sus empleados para que no lo opaquen, llorando falsamente, queriendose alburear a Polo Polo y haciendo entrevistas donde él quiere ser la estrella y no su invitado. Todos en la hamburguesería estaban apendejados con el chaparro prieto ese, ya habían acabado de cenar pero ahí se quedaron y se retiraron hasta el primer corte comercial, para correr a sus carros, acelerar y llegar lo más pronto posible a sus casas; no fuera a ser que se les pasara algún chiste de Adal Ramones. ¡Buákatelas!!!
P.D. Lo más triste es que, al exponer mi crítica de este programa ante unos "amigos", su respuesta fue: "Pos sí, pero el güey tiene un chingo de lana".
¡Quetzalcoatl mío!!!

el pinche gordillo que me hizo reflexionar...

Ojalá los arrecifes de coral crecieran tan rápido como los vellos de tu chamorro o de tu axila. Deduzco al tocarte que los pelitos de tu chamorro son tan duros como el coral que crece cada mil años. Pero tú te los rasuras en minutos, así como los arrecifes -que tardan años en crecer- desaparecen en minutos, gracias a los cazarecompensas del subdesarrollo y a los turistas ignorantes. Quisiera convencerme que vengo del mar, porque toda tú me compruebas que veniste de la mar: Tu sudor huele a agua, tu textura es de huachinango recien pescado, eres laberíntica como caracol, tan extraordinaria y majestuosa como caballito de mar; tu boca desesperada es como pez sofocándose fuera del agua, tu clítoris parece y sabe a mejillón de 100 euros y hay una sirena pataleando en tu naturaleza de mujer. Las escamas son tus uñas y tus cabellos son olas desmenusadas repartiéndose entre cada granito de arena que nadie puso. Llegará el día temido en que las olas romperán por última vez y la espuma blanca quedará entre tus cabellos. Y pienso así como te quiero: "Sería una grosería que te los pintaras de negro: sería como arrojar petróleo al océano". Si el mar hace espuma, es porque la espuma es el siguiente paso y así espumosa y canosa te voy a amar.

Un pinche gordillo arrebata mi pensar. El crish crish de la arena entre sus patitas me distrae. Es un niño barrigón del cual cualquiera pudiera hacer tacos de barbacoa o una buena olla de menudo. Un pinche botijoncillo prieto y bien simpático, de unos cinco años de edad. Consentido y chillón, como todos fuimos a esa edad. No puedo evitar remontarme a mi chipocluda infancia; aunque ante mí, tenga la única mujer de la que más he aprendido y la que me la pone dura. El trote libre del chamaco me distrae. Quiero un traje de baño como el de él, una barriga como la de él y la inocencia con la que se zambulle en el mar... SNIF... Pero, aparte, quiero estar con mi nenorra... Quiero todo... y tengo todo...

 

agradecimiento...

Aprovecho para agradecer al la Rox y al Huevo, bloggeros malhablados y herejes, por su hospitalidad y amistad (snif, no tenemos amigos de carne y hueso, puro bloggero, snif). A mi compa el Huevo, lector de profesión y fotógrafo del desmadre por afición, le agradezco por andar de chofi en la lluvia y pegarle unos buenos madrazos al carro de la Rox, por el libro culturoso que me regaló y su plática intergaláctica que la mera neta estuvo poca madre. El güey no es ni mamón ni ególatra como dice ser... bueno, con la raza que le cae mal (¡¡¡yupiii, le caí bien!!!). Chido carnal, un abrazo con apretón de nalga de hombres. A la Rox, fémina desmadrosa pero serena en vivo, le agradezco pos por habernos invitado, por mandarnos a un cuarto con aire acondicionado, por poner su carro pa´que se lo llenáramos de arena, agua, cheves (y pa´que el Huevo se lo castoreara bien gacho jejeje. Es que los de atrás estaban pesaditos, es la neta) y por emprestarnos su casa pa´ cocinar, jugar, chupar, jetear y pasar unas vacaciones chidas. Los dos son poca madre. Saludos a ambos y gracias de nuevo por todo. Moraleja: En el mar, la vida es más sabrosa, que hasta las rolas de Kumbia Kings se disfrutan y uno camina a puro pasito tun tun.

P.D. ¡Aaayyy, cabrón, qué feo salgo!!!

cantos de sirena y grosella..

El cuerpo es una milanesa rellena de tripas que tarde o temprano la flaca huesuda de vestido negro se va a cenar. Por lo pronto -raspado de grosella en mano- concluyo que la arena es el pan molido pa´empanizar milnesas humanas, pero aaah, cómo cala en los huevos cuando uno no se quita el mismo traje de baño en 4 días y no se baña. El mar te chupa si te le pones muy machín, cree que ya es muy tarde desde que te juítes y no volvítes disque porque ibas a evolucionar; entonces, te ve y quiere que vuelvas a él, pero es demasiado tarde: ya no tenemos branquias. Pinche yuki de grosella, se me hace que trae truco o le echaron rompope, porque puras pendejadas me hace pensar. Teniendo la de whisky a un lado y yo chupando hielito con jarabe rojo. Veo a la Fabi a un lado, morada, casi negra de tanto sol. Sin ser marinero y ella sin ser sirena ni estar cantando, me dan ganas de estrellarme en su toalla que usa de isla y ahí naufragar voluntariamente. O que pase un cangrejo y ponerle en una tenaza -escrito en una servilleta- ese pensamiento cursi del marinero y la sirena y naufragar en su toalla, y que se lo entregue como sorpresa y que se traiga a sus compas los cangrejos violinistas y le toquen una rola romántica. Neta que ¿qué chingaos le echaron a este yuki de grosella???... Mejor me hago un whisky. Qué casualidad: ahí viene un cangrejillo playero.

aaayyy mis azotes...

El día de hoy, Dios se le esconde a sus fans más que el mamón de Luis Miguel, pero ahí siguen, fieles. Ejecutados, decomisos de droga falsos, ebrios muertos, sobrios muertos y todos haciendo como que trabajan por el bienestar social; cosa que me vale madre. El mundo no es un lugar optimista como canción de Facundo Cabral, ni perfecto como rola de Lennon. Sólo por instantes sí lo es. A pesar de los chingosmil de años luz de distancia, se escucha el crepitar del sol sobre un cielo gris como panza de mula. Quema; como la secadora de cabello que no tengo y que nunca he usado. De repente, llueve. Las gotas pican como hormigas en la cara. De repente, deja de llover cuando apenas materializaba un recuerdo de mi infancia. Chido, por que no traigo paraguas ni quiero volver a Nunca Jamás. Paraguas se me pone cuando veo a mi morra y eso ya no me hace un niño. Hileras de mamones con dos teléfonos celulares colgados en la cintura desfilan pegados a mis hombros en sentido contrario. No sé si a donde ellos van sea la Chingada o, ese lugar con “Ch” mayúscula, sea hacia donde yo me dirijo. No traigo ganas de pensar en lo que siempre pienso ni mortificarme por lo que siempre me mortifico. Quiero ser un Homero Simpson y filosofar de lo absurdo que es que las viejas brinquen de vergüenza si las ven en calzones y brasier, pero se paseen en bikini en la playa; que vendría siendo lo mismo que andar en canelos. Hacía mucho que no caminaba por las espantosas calles de mi ciudad, nubladas de escapes de camiones y carros de lujo. Ni siquiera el humo apestoso me quema las pocas neuronas del poco cerebro que tengo para dejar de pensar en fregaderas. Estaría bien dedicarse toda la vida a escribir lo que a uno le va brotando por detrás de las costillas izquierdas, sin temor a morirse de hambre. Que nuestra paga sea con almas gemelas y mucho amor. Pero el temor es cabrón y el aire no se come y dicen que no hay tacos de amor, por eso, mejor garantizamos un cubículo con aire acondicionado y un seguro de gastos médicos que no nos deje en la calle cuando nos dé cáncer por tragar tanta comida enlatada y caminar por estas pestilentes calles. No está mal de vez en diario ensoñar aunque seamos puro pedo; aunque seamos rockers pero trabajemos en una oficina, idealistas pero usemos reloj de pulsera. No tiene nada de malo caminar por fétidas calles llenas de neuróticos y alaridos de claxón con un escudo de sentimientos absurdos e incoherencias mentales. Más absurdo e incoherente es el mundo de a devis.

dudas del guffo...

Algunas dudas que el Guffo se plantea casi a diario (y que moriré sabiendo la respuesta pero viviré haciéndome pendejo):

¿Por qué el pan Bimbo dura tanto tiempo suavecito si se supone que es "tan fresco"???

¿Será negocio guardarle el dinero a otra persona nomás por gusto??? Pregúntenle a los bancos...

¿Existirán los buenos vendedores??? Más bien creo que uno compra lo que le ofrecen nomás pa´que ya no le estén chingando que lo compre.

Si la globalización es tan chingona y beneficia a todos, ¿por qué hay Burger Kings por todo México y no hay Tacos del Primo por todo Estados Unidos???

Si los gringos no tienen una cultura alimenticia sana, ¿por qué tienen a los mejores atletas del mundo???

¿Por qué los gringos ponían de villanos de sus películas ochenteras a los rusos y ahora ponen como malitos a los que tienen pinta de árabes???

¿Por qué cuando iba a llegar McDonalds a México, por allá de 1985, dijeron que la carne de las hamburguesas Burger Boy era de rata (y desaparecieron las Burger Boy)???

¿Por qué a los gringos nadie les hace una revisión para ver si tienen armas de destrucción masiva???

¿Por qué en Estados Unidos no hay narcotraficantes (según ellos)???

¿Por qué no hay narcotraficantes de nacionalidad estadounidense (según ellos)???

Si existen tan buenas intenciones de terminar con el hambre de África, acabar con la corrupción y con las drogas, ¿por qué no han acabado con ellas??? Pos no dicen que los buenos siempre ganan...

Si dicen que el amor mueve al mundo, ¿por qué parece que lo que menos hay en el mundo es amor???

¿Por qué el dinero mueve al mundo???... pos no que lo mueve el amor.

¿Por qué Bush se pasó por los huevos al Papa en el tema de la guerra si éste es bien católico y el Papa bien bueno??? ¿El Papa se le culeó, le tuvo miedo???

Si Bush es tan católico y tan fanático, ¿le dará miedo irse al infierno???

Si Dios existiera y fuera tan bueno, el mundo sería una chingonada.

Yo nomás digo...

evento...

Pos resulta que el Huevo y la Rox, dos estrellas de la blogósfera que no necesitan presentación, nos invitaron a mi y a la Fabi a una reunión blogera en Manzanillo a la que, al parecer, nomas iremos nosotros 4. Son unas conferencias sobre cómo hacer de la blogósfera un mundo real, humano y mejor que el mundo en que vivimos; semillero de escritores frustrados, exhibicionistas y borrachos buena onda. Pos ya está todo listo, ahí les diremos cómo nos fue en tan importante evento que comienza el jueves con un pequeño brindis y la primer conferencia: "Blogueros mexicanos al grito de hueva".
Agradecimiento enorme al Huevo y a Rox. Por allá nos vemos.

recuperando la infancia en las alturas...

Me han dicho que tengo el síndrome de Peter Pan; quesque porque no quiero crecer. Y no es que yo sea un hombre chaparro, sino que, cuando me salió el primer pelito en las polleras, me asusté. "Valió madre", me dije, "este mundo quiere que lo agarre por los cuernos, este pelo en mi canica derecha es la señal". Y me hice adulto sólo porque se me tupió de maleza ahí abajito del ombligo y las bisagras me empezaron a oler a suela de ganadero; no porque quisiera. Pero como sabrán, el pinche Guffo se la pasa haciendo posts de su infancia traumática de la que no se quiere desprender. Por eso, los aburriré con más recuerdos de ella. Recuerdo que de morro, me causaban horror las arenas movedizas, a pesar de que en las películas decían que nomás existían en el Amazonas. Pensaba que en cualquier monte baldío me encontraría con una; de hecho, me hubiera gustado encontrarme con una arena "moveliza": que mis amigos se hundieran en ella y yo rescatarlos como en las películas como la de Krull. Recuerdo que me tronó un oído en un avión y otro en una alberca; y que me sentía muy chingón porque yo me había subido a un avión a los 5 años y mis hermanas hasta ya bien peludotas, como a los 13 o 14, juarjuar, pinches naquillas, no se me olvidan sus caras de trauma cuando el avión despegó la primera vez que volaron, juarjuarjuar. Chingao, recuerdo que me entretenía de a madre con unos binoculares que tenía mi jefe: los tomaba, los enfocaba y veía a lontananza, la vecina, juarjuar, no, no es cierto; veía a lontananza y levantaba el brazo tratando de agarrar lo que parecía tan cercano: una montaña, un poste de luz, la rama de un árbol, tapar la chimenea de la fabrica de humo… Desde acá arriba todo se ve bien chiquito, casi nada se alcanza a percibir. Ahora me doy cuenta por qué Dios no se da cuenta de tanta barbaridad y tanta decadencia.

yo dios...

Si yo fuera Dios, el Dios que dicen que vive allá arriba y que dicen que es todopoderosos, todoperfecto y todobondadoso; de seguro que no permitiría muchas de las cosas que ese Dios permite, para que la gente no dejara de creer en mí y en mis poderes sobrehumanos. Para que no dudaran de mi benevoléncia y mi perfección. Sería un Dios que apoyaría la pena de muerte aplicada a todo aquel bueno para nada que nomás se dedique a joder a sus semejantes; como dicen: para salvar una mano, algunas veces hay que cortar un dedo. "A chingar su madre", diría desde mi trono celestial y partiría con rayos a los malandros que actuaran como cánceres sociales. Luego, oraría, pediría perdón y me lavaría la boca con jabón por el "a chingar su madre". Tendría qué actuar necesariamente de esa manera, para que la gente estuviera segura de que, por mis huevos, los buenos se van al cielo y los malos al infierno; actuaría así para que se dieran cuenta de que nunca estaría de parte de un cabrón que hace una guerra en mi nombre, y, con más razón los mataría, si ganaran esa guerra argumentando que fue porque estuve de su lado. Me cagaría la madre que los futbolistas se persinaran (o persignaran, como se diga) antes de cada partido; porque me harían quedar como que a unos sí les cumplí o rezaron más esa noche y a los otros los defraudé; pero, si no fuera así, habría puros pinches empates y el futbol no tendría gracia. Entonces, por favor, mejor no se persinen (o persignen) antes de los partidos porque eso debilita la fe.
No sé, yo nunca me ando cuestionando la existencia de divinidades. Existo y existen cosas divinas aquí mero, sin tener que esperar a ver si es cierto que uno vuela al mar de allá arriba cuando le ponen la pijama de madera (entiendase, ataud). Si existe o no existe el cielo, por lo pronto, yo disfruto lo que aquí existe.

pasajero de nube pasajera...

Cuando uno crece se da cuenta que las nubes son más falsas que una pelea de box de Jorge Kawaghi. Uno prefiere petrificar la idea de que, verdaderamente, las nubes son de algodón y uno se va a vivir a una de ellas cuando se muere. Pero no, las nubes se disipan (¿en serio?); ni siquiera como la arena entre los dedos de la mano o como se pierde el cabello entre los pliegues de una caricia. Tocar una nube sólo es posible cuando se fragmentan en gotas o dormimos soñando; o soñamos despiertos mientras las miramos pasar. Las nubes no pierden el tiempo y vienen a lo que vienen: a hacer formas de ovejas, a llover, a tapar el sol, a saludarnos por la ventanilla del avión, a reírse de las cosquillas que les hacen los pájaros y a rascarse en los picos de las montañas. En esos días en que uno se levanta con miedos incomprensibles (no sé si les haya sucedido), mirar las nubes relaja, porque uno se refleja en todo ese universo pachoncito. Recapacita, se da cuenta que la cagó, acepta sus errores, sus contradicciones como humano en proceso de aprendizaje y de iluminación. Si las personas tuvieran tiempo de contemplar las nubes y darles vacaciones a sus ojos en esa blancura con pinceladas celestes, lilas y rosas; muy probablemente les caería el veinte de que la vida es así de efímera como para malgastarla en guerras, ambiciones desmedidas, pleitos irreconciliables, rencores, trabajos asfixiantes, miedos o frustraciones. Es aterrador, lo sé, saber que así es la vida; pero así es la vida. Somos aquella nube que se ve allá a lo lejos, cambiando de forma, lloviendo; algunas veces echando rayos y, muchas otras, recuperando la blancura... hasta disiparnos.

el mejor vaquero del mundo...

Me enteré que en mi ausencia, un amigo le entregó el anillo de compromiso a su vieja y se casan próximamente. El suegro de mi compa tiene chingo mil de ranchos ganaderos; de engorda, sementales y demás bovinos pa´hacer carnita asada. El Filósofo de Cantina dice que mi camarada, el que se va a casar, se ha convertido en el vaquero más chingón del mundo. ¿Por qué???, preguntamos. Y respondió sereno: Pues porque con una sola reata, lazó 5 mil cabezas de ganado... ¡Plop!!!
Visiten www.fotolog.net/guffocaballero. Graciaaas.

sa la ver...

...y como no me gustó Disney, pos mejor tomamos un barco a las Bahamas; pero eso luego se los cuento y luego les pongo fotos mamalonas. Y hablando de fotos: Aaaah cómo hay muertos de hambre de amor en la blogósfera; ya no puede uno postear fotos de su morra con confianza porque, cuando checa su correo, hay mil cabrones diciendo obcenidades, barbaridades y frustraciones sexuales, güeyes implorando por fotos más "porno", güeyes queriendo enamorar a la vieja de uno con mails personalizados y cursis como bolero de Luis Miguel, mujeres queriendo tener su primer encuentro lésbico con la morrita de uno, mails alevosos y traicioneros de los que creen que uno no se entera... Ches perros... Saaaquenseee cabrones!!!

un amargado en la tierra de mickey mouse...

Por aquella época en que mis guayabitas aún eran lampiñas, siempre ponía cara de pendejo cada que mis compañeritos de escuela hablaban de la tal Disneylandia. Nomás pelaba los ojos y paraba orejas para escuchar lo maravilloso de aquel mundo brillosos y deslumbrante. Recuerdo que iba a las kermeses de la iglesia de mi barrio y me subía a las sillas voladoras y a las tazas, imaginando que Disneylandia era mil veces mucho mejor que las pinchurrientas cadenas oxidadas y grasosas de los juegos mecánicos de mi colonia. Soñaba, como todo niño, con ir a tan mágico lugar; pero pos estaba medio cabrón por cuestiones de dineros. Con decirles que mi jefe, cada que viajaba en avión, me traía de regalo la almohada y la colcha que le daban en el vuelo; y yo bien feliz porque la podía usar de capa de supermán y la almohada de bícep falso en la manga de mi camisa. Ahora, ya con mis guayabitas bien peludas y un trabajo que no me mata de hambre y disfruto, decidí conocer tan mítico lugar: ese reino de mis sueños de morrito, que tantas veces me lo quitó y al que tantas veces jugué que visitaba con mi gorrito de orejas de mickey que alguna tía ricachona me traía por lástima, snif. Como un paréntesis, y como ya lo he mencionado antes, hasta unas vacaciones en el infierno bebiendo cerveza hirviendo son chidísimas a lado de la Fabi. El simple hecho de ir con ella es perrón. Pero ¡¡¡oooh!!!, qué horror de filas, qué horror de gente cursi, qué hedor de caldo humano, qué atosigamiento de productos de todo tipo amenazandote de muerte a que los compres a la de a huevo. Disney es el mundo perfecto, una ciudad, un país; más perfecto y eficiente que cualquier país de tercer mundo. Con su sistema de transporte con aire acondicionado, inversiones millonarias en infraestructura de todo tipo, donde nadie se pierde en las arterias viales, todos están dispuestos a ayudar con una sonrisota empalagosa, todos son autómatas con sentimientos azucaradísimos y con un speech estudiado de memoria; con señalamientos por todos lados, donde todos se respetan y los viejitos son productivos (porque muchos trabajan ahí en las casetas y demás). Los visitantes disimulan no estar volteando a verle las chichis y las nalgas a tu vieja porque es un lugar familiar donde el papá empuja la carreola del bebé mientras la mamá se come un algodón de azúcar y no sabes si las películas se basan en este estilo de vida o los gringos imitan a las películas; lugar donde al niño paralítico se le olvida que no puede caminar y donde todo está programado para que te diviertas a como ellos quieren que te diviertas, ¡¡¡puaaajjj!!! Además, el pinche Disney se fusiló todas las fábulas de La Fontaine, Los cuentos de Hans Christian Andersen y demás escritores a los que nunca les dio crédito. Me quedo con el Río Ramos, el murmullo de las tarántulas, el lodo seco entre los dedos de las patas, la imagen de las hormigas metiendo hojas al hormiguero, las estrellas volando al ras del pecho y las luciérnagas, al ras del cielo...

El Guffo haciendo fila en un jueguito de Disney.