"El hombre es la especie más insensata: venera a un Dios invisible y masacra a una naturaleza visible, sin saber que esta naturaleza que masacra es ese Dios invisible que venera". Hubert Reeves
martes, agosto 30, 2005
aí toy en el espejo...
Un espejo en casa de mi agüelita siempre fue el instrumento de medición que empleaba para ver qué tanto había crecido y qué tanto me faltaba para "ser grande". Cada navidad, al abrir la puerta de la casa de la agüela, lo primero que veía era mi imagen reflejada en la superficie platinada del espejo de madera. Rebasé el borde inferior a los 6 años y ya no tenía que pararme de puntitas para verme y poner cara de pendejo. Me reflejaba de la cintura para arriba a los 12 años y me salía de inmediato a tronar palomas y chifladores. Mi frente rozaba el borde superior de madera a los 16. A los 20, me jorobaba tantito para caber en el cuadro, poner mirada de Paco Stanley y peinarme el poco pelo que desde entonces tengo. Hoy, mi cabeza ya no se ve. Llego a casa de mi agüelita y es como si llegara el jinete sin cabeza. Al nivel donde antes se reflejaba mi cara, ahora se refleja la carabina que guardo en la truza. Ahora tengo que agacharme un chingo para verme. Lo mismo con las perillas de las puertas cuando a uno le llegan al nivel de la mirada y, en menos de lo que dura un virgen clavando, ya le llegan a la cintura. Esos instrumentos de medición eran rústicos, pero inocentes y cero dañinos. Malo ahora que uno se da cuenta que va creciendo por el grado de ojetería y malicia que va adquiriendo; por el grado de dureza del espíritu o la cantidad de escudos que uno tiene para ver las cosas "objetivamente" y no lo lastimen. Uno se da cuenta que va creciendo por los pisos de inocencia que va bajando. Saludos a todos los bloggeros que van pa´rriba, aunque sientan que van pa´bajo.
¡Sin deprimirnos compadre!
ResponderBorrarQue aquí, no hay edades
Y pues cuando mas grande te sientes hay que agacharse un poco para oir a los pequeños y porque no subirlos sobre los hombros para que ellos disfruten la altura tambien... Humildad solo humildad...
ResponderBorrarQue tieshhhhhhhhhhhhhhhno!!!! me recordaste cuando iba a casa de mi abue y como tenia en el piso unos azulejos con unos patrones redondos y me la pasaba hoooras y horas dando vueltas como estupida hasta que me sentia borrachisima a los 6...que divertido, los ojos me daban vuelta completapasando por el cerebro y mas alla aún...
ResponderBorrarsharros apa, si algo me da tisteza no haberle heredado es su capacidad de escribir cosas lindas y sus ojazos . . .
ResponderBorrarLe mando un abrazo de esos apretados y con mucho sentimiento,
Cuide mucho a mi ama, y recuerde . . quierala, igual o mas que como hasta ahora.
besos :*
Manuel: para nada que andamos deprimidos jejeje. Oye siempre te leo (lo poco que escribes, qué gacho jejeje) pero es inútil poner comments, snif.
ResponderBorrarGracias a Gallomx, Farra por los comments, Caro: no se me ponga triste. CrazyGun, tiene toda la razón, Ricardo, no soy muy paternal jejeje, snif. Skene m´ija, le mando muchos bechos y gracias por lo que me dice.
Fabi... te veo al rato beba.
Ouch. Me acorde de mis pedos existenciales.
ResponderBorrarq gachito es crecer y cada vez uno se vuelve mas ogt y vende hules no?
ResponderBorrarsaludos guffooo
Es cierto, hay que intentar no ser ojais, como bien dicen.
ResponderBorrarPero creo que ya nos dieron nuestros madrazos, y quiera uno ó no, recuerda con melancolía aquellos tiempos en los que el corazón aún no estaba arañado por las garras de esta vida, por la gente que nos hizo apuntarles a la cabeza ya que no teniamos otra que defendernos y por la cual, ya no somos los mismos =(
Yo por eso no crezco, juar, juar, :P
ResponderBorrarjajaja yo hacia lo mismo con el espejo de uan tia y deje de medirme cuando a mis 20 seguia a la altura de los 16.
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