homenaje a adal...

Tragándome mi Carl´s Jr de la semana, con el hocico lleno de aderezos cual actriz porno golosa y sosteniendo la burger de dos pisos como si fuera una chilchotla 34 b, llega un empleado a prender la tv del establecimiento y le pone en Adal Ramones. Es martes y, como si fuera el gran evento de la semana que todos esperan para poderse desvelar, le pone en Adal Mamones. ¡Dios mío!!! (el dios que les venga en gana). Ah, y el señorito todavía le subió al volumen en un acto que consideró como "un favor buen pedo cortesía del restaurant" para que tooodo mundo escuchara vomitar al chaparro narizón. Ya son diez (u once) años de monólogos insípidos, sin chiste y predecibles como escribir "Lávame" en un carro sucio. Admito que los primeros meses de su programa, hasta yo caí en el engaño y lo consideraba gracioso (bueno, yo era un puñetín de 18 años), pero era más el hecho de que era regiomontano a que me cayera bien. Pero aaayyy diosito Tlaloc, al segundo programa que vi, se me atravezó como espina de bagre en la garganta. Diez años de ver cómo se agarra el hombro, se echa la camiseta hacia atrás, saca la lengua y no controla sus tics nerviosos a pesar de diez años de "profesionalismo", ¿no es ya suficiente???. ¡¡¡Por favor que alguien por el amor de mil demonios le diga a este hijo de supu que se ve de la chingada que se esté sobe y sobe el hombro a cada rato!!!. Una década decadente de verle la cara de terrorista afgano y reírse de sus pendejadas nomás porque es paisano y estudió en la Universidad Regiomontana, donde estudian los supuestos burros y desmadrosos. Dos lustros humillando y zapeando a sus empleados para que no lo opaquen, llorando falsamente, queriendose alburear a Polo Polo y haciendo entrevistas donde él quiere ser la estrella y no su invitado. Todos en la hamburguesería estaban apendejados con el chaparro prieto ese, ya habían acabado de cenar pero ahí se quedaron y se retiraron hasta el primer corte comercial, para correr a sus carros, acelerar y llegar lo más pronto posible a sus casas; no fuera a ser que se les pasara algún chiste de Adal Ramones. ¡Buákatelas!!!
P.D. Lo más triste es que, al exponer mi crítica de este programa ante unos "amigos", su respuesta fue: "Pos sí, pero el güey tiene un chingo de lana".
¡Quetzalcoatl mío!!!