Apenas comienza el año y ya sé quién será el ganador del premio al cliente más pendejo del año. Incluso del siglo. Es imposible que exista alguien más pendejo que este cliente; y, si existe, el mundo no tiene futuro y mejor suicídense todos a la verga.
Hace media hora llegó al negocio de cajas un cabrón de ésos que gritan cuando hablan. Quería dos cajas grandes para guardar adornos navideños. Fui por las cajas y al momento de entregárselas, el güey me dice:
-Pero pónmeles cinta, compadrito, no mames. Ármamelas y pónmeles cinta. Un chingo de cinta.
Total que armé las cajas, les puse cinta adhesiva en la parte de abajo y se las entregué. Y el güey me dice:
-Ponles también cinta arriba, no la chingues. ¿O qué, me vas a cobrar la cinta o qué?
-No, señor, es que si les pongo cinta arriba ¿cómo le va a hacer para meter los adornos navideños?
Hubo un silencio demasiado incómodo. Como que mi cliente estaba pensando cómo revertir la pendejada que acababa de decir. Puedo apostar que incluso pensó decirme: "Ah, ¿osea que me estás diciendo pendejo?, ¡tú haz lo que yo te pida!" nomás por salvar su orgullo. Pero nel. El hombre se quedó mirando un rato las cajas con las tapas abiertas en el piso, como quien mira el motor de un coche y no entiende una chingada.
-Ah, pos sicierto... tienes toda la razón -me dijo como 5 minutos después, sonriendo y bajándole de huevos a su voz.
Por clientes como estos deberían de abolir el trabajo.
Hace media hora llegó al negocio de cajas un cabrón de ésos que gritan cuando hablan. Quería dos cajas grandes para guardar adornos navideños. Fui por las cajas y al momento de entregárselas, el güey me dice:
-Pero pónmeles cinta, compadrito, no mames. Ármamelas y pónmeles cinta. Un chingo de cinta.
Total que armé las cajas, les puse cinta adhesiva en la parte de abajo y se las entregué. Y el güey me dice:
-Ponles también cinta arriba, no la chingues. ¿O qué, me vas a cobrar la cinta o qué?
-No, señor, es que si les pongo cinta arriba ¿cómo le va a hacer para meter los adornos navideños?
Hubo un silencio demasiado incómodo. Como que mi cliente estaba pensando cómo revertir la pendejada que acababa de decir. Puedo apostar que incluso pensó decirme: "Ah, ¿osea que me estás diciendo pendejo?, ¡tú haz lo que yo te pida!" nomás por salvar su orgullo. Pero nel. El hombre se quedó mirando un rato las cajas con las tapas abiertas en el piso, como quien mira el motor de un coche y no entiende una chingada.
-Ah, pos sicierto... tienes toda la razón -me dijo como 5 minutos después, sonriendo y bajándole de huevos a su voz.
Por clientes como estos deberían de abolir el trabajo.
jajajjaja¡¡¡ pinche vato tan puñetas.
ResponderBorrarantes no te dijo que le metieras mic-pac
Pobre cliente (pobre de intelecto, obviamente). Y pobre de ti que tienes que aguantar ese tipo de situaciones.
ResponderBorrarAún así me intriga saber algo. ¿Como pensaba este sujeto que introduciria sus adornos en las cajas cerradas? ¿Pensó que las cajas los absorberían por ósmosis? ¿Creyó que sus adornos navideños son adornos navideños fantasmas? ¿creyó el sujeto que puede cambiar la densidad de los objetos para que atraviesen matería sólida? Es un misterio.
Me recordó a esa otra clienta, con actitud culera y autoritaria que había pedido como 6 cajas grandes, te pidio que se las armaras, y a la segunda caja armada se dió cuenta que no podría cargar las cajas armadas.
Con que fenómenos te encuentras Guffo. Al menos cuentas con evidencia de primer mano de que el hombre desciende del mono...
Saludos Guffo
Jaja. Eso me hizo reir.
ResponderBorrarY no es el mas pendejo, te lo aseguro.
ah que estupido cliente, rayos nosotros que leemos esto desde el otro lado de la pantalla nos parece graciosisimo, sin embargo creo que ahora has perdido la poca esperanza en la humanidad que quedaba, saludos, desde tecamac
ResponderBorrarHAHAH al menos no fue tan putas como para decirte que le hicieras caso... XD saludos man! y al pendiente como siempre ;)
ResponderBorrarJeje, el colmo hubiese sido que te hubiera dicho que ya así no le sirven las cajas.
ResponderBorrar1.-"el mundo no tiene futuro y mejor suicídense todos a la verga." que hermoso comentario, Gufoo emo.
ResponderBorrar2.-Vas a extrañar esos clientes?
3.-Tienes toda la razon. Buena noche.
Hay pendejos asi que se les rebosa el caldo en cada cucharada.
ResponderBorrarDe que los hay los hay, mi estimado Guffiño!
ResponderBorrarFeliz año!!!
Ay Guffo, como me haces reír, lástima que tienes el blog tan abandonado y todo por cualpa del twitter. Estas redes sociales nomás lo traen a uno en el vicio. Saludos
ResponderBorrarEl trabajo en si, ya es un servicio obsoleto. Y bueno, del tipo, neta, me han tocado peores...
ResponderBorrarTsssssssss, no 'semos' nada carnal, no 'semos' nada.
ResponderBorrarAl vato lo visualizo algo así como al que sale en esta parte de la película Rudo y Cursi:
http://youtu.be/N62QI_EQ6dg?t=1h4m53s
Chécalo y me dices si le atiné.
Ánimo, ya falta menos.
Jajaja no manches Guffo, uno más de tus clientes, el mejor para mi gusto es el de la caseta de vigilancia si mal no recuerdo.
ResponderBorrarSaludos
No mamar Guffo, neta que dan ganas de estar ahi en tu negocio para admirar esos grados de estupides humana, lo malo es que ya te vas y en Canada vas a extrañar estos ejemplares vas a ver, por cierto ya te transpasaron el negocio? o lo vas a dejar a algun socio o algo.
ResponderBorrarjajaja esas pinches historias de los clientes son la onda......
ResponderBorrarSeguramente le interesaba un carajo las cajas... A lo que fue a tu negocio en realidad fue a que le regalaras toda la cinta.
ResponderBorrarComo cuando a una pluma le pones tape y lo vas usando de a poco, el ñor ese seguramente penso: "un madral de cinta que va a tener alrededor la caja, y ni me la va a cobrar... ñaka, ñaka"
Saludos desde el DFctuoso!!
pos como decia mi ex-compadre jupiter: si no tienes razón, aguevate, jajajajaja.
ResponderBorrarsaludos compa.
Que cliente tan wey, despues del:
ResponderBorrar"-No, señor, es que si les pongo cinta arriba ¿cómo le va a hacer para meter los adornos navideños?"
yo hubiera replicado:
"-Cabron, pos le haces una rajada al lado pa meterle las cosas y asunto arreglado, ¿acaso se te evaporó el cerebro?"
Eso le pasó al puños por estar más concentrado en su actitud de mamón que ni cuenta se dió de la pendejada que dijo jaja. Lo malo es que así como ese wey hay un chingo de pendejos que se las dan de muy chingones y prepotentes.
ResponderBorrarjajaja en todos lados y en todas las chambas encuentras gueyes, viejas pendejas que acá piensan que son la mera vena jajaja.
ResponderBorrarjajaja
saludos.
apenas es principio de año, faltan más clientes a la espera de ese premio. jajaja
Es la gente que te da de tragar a final de cuentas, deberías tenerle un poquito de respeto o al menos tener los wevos de mandarlo a la chingada y negarle tu tan valioso servicio y dedicarte exclusivamente a los dibujitos que van a pagar tu viaje a punta de la verga.
ResponderBorrarPinche mono mamón, llegale a la verga pero ya.
¡Ay, sí! Guffo se siente mucho porque Peña Nieto fue a comprar a su tienda.
ResponderBorrarPresumido.
Tan sólo 9 días... y después nunca más clientes así.
ResponderBorrarAbrazos
jajaja
ResponderBorrarLe hubieses puesto la pinche cinta, nada mas para que llegara a su casa a que se lo cagoteara su vieja por pendejo...
ResponderBorrarjajajaja
ResponderBorrarAh sicierto! mejor ve a mi casa y mete los adornos, luego le pones la cinta. ¿O qué? ¿También me vas a cobrar la mano de obra?
Pinche raza, muy apenas sabe estar de pie sin cagarse encima. Aunque la verdad así está bien porque luego capaz que se ponene a pensar y se les olvida apretar los esfinteres y terminas con el local todo cagao.
Muy buena entrada, pero el comentario de Rafa Ibarra es genial!
ResponderBorrarP.D. HLMDP
estuvo bueno el de Peña Nieto ;)
ResponderBorrarSaludos.
Hubiera sido más pendejo si se las lleva cerradas y al rato regresara a que se las abrieras.
ResponderBorrar