A la vida la hicieron carecer de sentido intencionalmente porque, si tuviera alguno, nadie emprendería viajes en busca de algo.
De hecho, te hacen creer que todo tiene un sentido para que no emprendas el viaje. Tu viaje. Ése que sólo tú entenderías. Los viajes abren la percepción, nos vuelven sabios; por eso los viajeros son peligrosos. Es mejor que todos piensen que esto es lo único que hay y no anden en busca de “algo más”.
Se dice que la vida es un viaje, pero no entiendo entonces por qué la mayoría de la gente se empeña en hacer lo mismo una y otra vez. Imitan. Viven en repetición y de tanto repetir se transforman en eructos desagradables.
Si lo importante es el trayecto y no el destino, ¿por qué tenemos que caminar pisando sobre las huellas de otros que ya recorrieron ese camino que, a final de cuentas, lleva siempre a donde mismo?
Se me figura que vivir así es como viajar a Paris con la única intención de conocer la torre Eiffel, en vez de perdernos entre sus miles de calles, mercados y olores. Es como viajar al otro lado del mundo para terminar comiendo en un McDonalds con otros turistas tan ignorantes como nosotros. Es precisamente esa seguridad de lo repetitivo la que da cierta tranquilidad pero al mismo tiempo nos mata poco a poco.
El destino no importa, pues ya lo conocemos. Es único y no saldremos vivos. No adelantemos ese destino creyendo que la vida tiene sentido sólo porque un puñado de gente sigue patrones naturales, sociales, ideológicos o culturales que ni siquiera ellos mismos crearon. Desde el momento en que dejamos de emprender un viaje por nosotros mismos hacia nosotros mismos por hacer el viaje que –por así decirlo- “nos organizó la agencia” -y en el cual es imposible romper el itinerario-, morimos. Nunca olviden eso.
Vean alrededor y se darán cuenta que las personas que creen conocer el sentido de la vida rara vez emprenden esas travesías internas. No las realizan porque creen que el viaje es sólo “por fuera”, no una mezcla de ambos. Muchos no buscan la odisea interior porque en ella uno mismo tiene que irse haciendo sus rutas. En el otro viaje -ése que conocemos como “vida real”-, hacen todo por nosotros: nos dicen a dónde ir, a dónde no ir, cómo llegar, qué llevar, qué vale la pena ver y qué no vale la pena. Y les creemos.
Haz tu viaje. Eso que ves, crees y sientes no es todo lo que hay.
De hecho, te hacen creer que todo tiene un sentido para que no emprendas el viaje. Tu viaje. Ése que sólo tú entenderías. Los viajes abren la percepción, nos vuelven sabios; por eso los viajeros son peligrosos. Es mejor que todos piensen que esto es lo único que hay y no anden en busca de “algo más”.
Se dice que la vida es un viaje, pero no entiendo entonces por qué la mayoría de la gente se empeña en hacer lo mismo una y otra vez. Imitan. Viven en repetición y de tanto repetir se transforman en eructos desagradables.
Si lo importante es el trayecto y no el destino, ¿por qué tenemos que caminar pisando sobre las huellas de otros que ya recorrieron ese camino que, a final de cuentas, lleva siempre a donde mismo?
Se me figura que vivir así es como viajar a Paris con la única intención de conocer la torre Eiffel, en vez de perdernos entre sus miles de calles, mercados y olores. Es como viajar al otro lado del mundo para terminar comiendo en un McDonalds con otros turistas tan ignorantes como nosotros. Es precisamente esa seguridad de lo repetitivo la que da cierta tranquilidad pero al mismo tiempo nos mata poco a poco.
El destino no importa, pues ya lo conocemos. Es único y no saldremos vivos. No adelantemos ese destino creyendo que la vida tiene sentido sólo porque un puñado de gente sigue patrones naturales, sociales, ideológicos o culturales que ni siquiera ellos mismos crearon. Desde el momento en que dejamos de emprender un viaje por nosotros mismos hacia nosotros mismos por hacer el viaje que –por así decirlo- “nos organizó la agencia” -y en el cual es imposible romper el itinerario-, morimos. Nunca olviden eso.
Vean alrededor y se darán cuenta que las personas que creen conocer el sentido de la vida rara vez emprenden esas travesías internas. No las realizan porque creen que el viaje es sólo “por fuera”, no una mezcla de ambos. Muchos no buscan la odisea interior porque en ella uno mismo tiene que irse haciendo sus rutas. En el otro viaje -ése que conocemos como “vida real”-, hacen todo por nosotros: nos dicen a dónde ir, a dónde no ir, cómo llegar, qué llevar, qué vale la pena ver y qué no vale la pena. Y les creemos.
Haz tu viaje. Eso que ves, crees y sientes no es todo lo que hay.
muy cierto, saludos.
ResponderBorrar¿lo cuentas para poder creértelo tu? pinche pelón de mierda...ya vele ganando a la verga puto...
ResponderBorrarvete a 'estudiar' para que acabes detrás de una pinche cocina con tu delantal y haciendo desayunos mexicanos, que al cabo 'acá gano en dolares'
aijuesu! Así es, mi estimado monero... Como que algo parecido pensaba yo... Oh! espera! No sigo tus mismos pasos... solo concuerdo contigo... Solo es un cruce de caminos donde nos topamos. Tu sigue por tu camino yo sigo por el mio.
ResponderBorrarEmprender el viaje, probar cosas nuevas, conocer gente extraña... experiencias!
Es como decía Jardiel Poncela: "Viajar es imprescindible y la sed de viaje, un síntoma neto de inteligencia"...
ResponderBorrarAdemas si, más de una vez a uno le dan ganas de cambiar la rutina, pero pocos tienen el coraje...
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PD: Ya te envié el e-mail solicitando los datos para lo de los Diarios del Fin del Mundo, espero tu respuesta...
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Saludos Guffo
Hace unos días leí un comentario interesante. Era un dude que decía que si pudiera darse un consejo a él mismo 10 años atrás se diría:
ResponderBorrar"Deja de hacerle caso a los demás. Deja de sentirte juzgado por ellos. Deja de complacerlos. Deja de privarte de cosas nuevas por temor a lo que te puedan decir. En unos años esas personas ya ni siquiera van a seguir formando parte de tu vida..."
Y me quedé pensando.
Cuando emprendas tu viaje a Ítaca pide que el camino sea largo... Konstantin Cavafis
ResponderBorrarTienes mucha razón..pero no es cierto.
ResponderBorrarNo es necesario zafarse de la rutina para hacer las cosas, es simplemente hacerlo diferente.
Creo que eso que mencionas solo funciona en los libros, películas o para ciertas personas, pero no es para todos.
Que bueno que a ti te funciona, eres afortunado, pero no es para todos..
Saludos.
Con madre.
ResponderBorrarMi parte favorita:
"Muchos no buscan la odisea interior porque en ella uno mismo tiene que irse haciendo sus rutas. En el otro viaje -ése que conocemos como “vida real”-, hacen todo por nosotros: nos dicen a dónde ir, a dónde no ir, cómo llegar, qué llevar, qué vale la pena ver y qué no vale la pena. Y les creemos."
Gracias, Mopet.
Lo que escribes es muy cierto, internamente yo he sentido lo mismo pero no sabía como expresar este sentimiento como tú lo has hecho.
ResponderBorrarEs grato saber que todavia existe gente que no sigue patrones, que trata de salir de lo cotidiano, tener una identidad, hacer las cosas como a ti te gustan y valiendonos madre lo que incluso la familia piensa de uno y esto último muchas veces es triste.
Saludos Guffo.
Irene: Saludos.
ResponderBorrarAnónimo: ¿Y a ti qué chingados te importa si acabo detrás de una cocina con un delantal haciendo desayunos mexicanos? ¿Te pedi algo par este viaje o qué? Si es así, dímelo, y ahorita mismo te lo reembolso, pinche chillón.
Ruben: ...y nuestros caminos nos llevarán a donde mismo. Un abrazo.
Xldrin: Jardiel Poncela es un master. Ahorita checo mi correo, muchas gracias, compadre.
C. Thunders: Uuuuts... qué gran verdad. De esas frases tan sencillas que me hubiera gustado que se me ocurrieran a mí, jajaja. Muchas gracias por rolarla.
Armandioni: Gracias por la frase. Saludos.
Mymaster: Puede ser. Así como lo "convencional" no aplica para todas las personas. Saludos.
Tanis: Saludos. Graciasa ti.
Dracov: Muchas gracias, carnal. Qué bueno que encontraste lo que querías decir en las mensadas que digo, jejeje. Un abrazo.
uuufff guffo vas a comprender tantas cosas cuando andes por aca, guffo,,,tantas cosas,
ResponderBorrarSiempre tan atinado.
ResponderBorrarSaludos compradre. ¡Qué bonito es venir a leerle!
Jajajaja y todo eso vas a entender por irte a la pinchurrienta Canada fria y con un chingo de pendejos que se creen niggas o mejor aun, crees que entenderas cosas tan profundas (sic) por vivir entre anglosajones consumistas que les vale verga el resto del mundo mientras ellos tengan boxing day?, mucha suerte, mucha mucha mucha mucha suerte
ResponderBorrarQué risa con el Anónimo de las 8:33. para él, vivir en otro país es sinónimo de "querer ganar en dólares". Qué pobre perspectiva de vida. Es la expectativa de cualquier pinche "mojado". Pobre cabrón, ojalá no tenga hijos porque serían una peste para este mundo.
ResponderBorrarGuffo, sé que te irá contoda su madre, así acabes haciendo desayunos mexicanos, sé que los harás con pasión y serán exquisitos.
Pobres lo que no entienden este viaje. Un abrazo y no dejes de escribir cabrón.
Buxo: Un abrazo, carnal. Ya mero llego, ahí estaremos en contacto.
ResponderBorrarViviana: Jejeje, gracias. Saludos.
Anónimo: Aquí no hablo del viaje a Canadá, hablo de otro viaje y muuuy por encimita del viaje "corpóreo" ni de comprender nada, sino de probar otras cosas. Saludos.
Anónimo: Muchas gracias por tus buenos deseos. Un abrazo.
El anonimo de las 4:23 tiene razon, en canada hay muchos canadienses mamones (como los hay en todo el mundo) los mamones de aqui de mexico se juntan en la casa de ese guey
ResponderBorrarGuffo
ResponderBorrarDesde q te leí en Hecf descubrí a un rebelde q nos mueve el piso, bien por ti Maestro, q decir q no hayan dicho los otros? Solo q compartas tus reflexiones , q son como la piedra en el zapato d la rutina cómoda
Un abrazo
Adrian
¿Sabes que haré?
ResponderBorrarUn póster que contenga cada una de las palabras escritas en este post, no por tu viaje, ni por que no lo haya pensado. Simplemente por la forma tan bella y coherente con que fueron escritas y por su paralelismo con mi viaje personal.
Ojalá un día te conozca en persona mi estimado Guffo y te invitaré una Superior
Yo te aconsejo que experimentes, hasta ir a un Mcdonalds fuera de estados unidos, es otra experiencia.
ResponderBorrarComo le dijo el Espíritu del Oeste a Rango: "No man can walk out of his own story".
ResponderBorrarSaludos Guffo.
guffo no gastes tú tiempo en contestarle a ese wey " el que necesita descalificar para poder calificar tiene un pobre concepto de sí mismo" voy a extrañar tus anécdotas de cajas cajitas y cajotas ...
ResponderBorrarA ese anónimo de las 8:33 pm, y a ese otro de las 4:23: Que mal por ustedes que no sean capaces de ver los sentimientos que Guffo a querido trasmitir. Pero recordemos que Diógenes (chistes estúpidos abstengase) dijo "La envidia es causada por ver a otro gozar de lo que deseamos; los celos, por ver a otro poseer lo que quisiéramos poseer nosotros."
ResponderBorrarSaludos Guffo, y éxito en esos terruños.
P.D. Yo también extrañare esas anécdotas sobre clientes locos. Pero tampoco es justo que te juegues tu salud mental para entretenernos (todavía si te pagáramos, pero ni eso)
ResponderBorrarSaludos.