Desde hace tres años voy a la misma sucursal de un banco. Como el profesional analista del comportamiento animal que soy, me he dado cuenta que la mejor hora para ir, es a la hora que abre el lugar -por ahí de las 9 de la mañana-, pues es a la hora que toda la gente trabajadora está en su trabajo trabajando y no se puede salir; y también a la hora de la comida, pues ningún empleado está dispuesto a sacrificar la hora que le dan para comer sus abusivos patrones haciendo filas en una institución financiera. La desventaja que tiene esta última, es que en los bancos los empleados también comen, cosa que yo –a pesar de ser un hombre inteligente y sensible- ignoraba. ¿Quién se iba a imaginar que los empleados de los bancos comen? Pero en fin...
En el banco que voy hay tres empleados que atienden las únicas tres cajas existentes: dos hombres y una mujer. También hay un gerente gordo en un escritorio y, en otro, una señora que pudiera ser la abuela del abuelo de los Simpson. Casi siempre que voy a la hora de la comida, nomás está la mujer que atiende una de las cajas y el gerente panzonzón.
Total que a la mujer que atiende las cajas ya la conozco desde hace tiempo y a veces, para romper el silencio, me platica alguna de sus “aventuras como madre de dos hijos pequeños” -¡yupi!- o se queja de las “desviaciones que hay en las calles que están remodelando”.
A veces me ha tocado llegar al medio día y verla despedirse apresurada de su esposo y de sus hijos, para luego oprimir unos botones en una pared para que se abra una puerta que parece blindada y verla aparecer de pronto, mágicamente, del otro lado del mostrador.
Hoy fui al banco y, como de costumbre, nomás estaban “mi amiga que me platica” y el gerente barrigón. Total que di las buenas tardes e hice las transacciones millonarias de costumbre a las Islas Caimán y a Suiza. Antes de darme mi comprobante impreso, la mujer me dice: “Ah, te quería preguntar algo, pero mejor aquí te lo escribo porque hay gente esperando en la fila”, y arrancó un pedacito de papel de la impresora de tickets. Escribió algo con una pluma negra y me lo entregó junto con mi comprobante. Salí del banco, doblé el comprobante, me lo metí en la bolsa de la camisa, recibí una llamada, la contesté, salí al estacionamiento, me metí al coche, colgué y fue entonces cuando leí la nota:
Indignado y en un llanto, sintiéndome un objeto sexual, snif, me regresé al banco para decirle a la cajera que le aclarara a su compañera que mi vello en pecho, mi panza, mis nalgas, mis bolas, mi pelona (la de arriba y la de abajo) y demás "dentros" tienen propietaria. Al entrar, me di cuenta que los otros dos cajeros ya habían llegado y que la abuela del abuelo de los Simpson también. Bajé la vista y leí de nuevo el recadito escrito... subí la vista y miré a los cinco empleados... bajé la vista y leí otra vez la nota... y ¡ay, nanita!… ni siendo soltero me gustaría saber quién es esa “compañera” que preguntó si era soltero, brrrrrrr…
En el banco que voy hay tres empleados que atienden las únicas tres cajas existentes: dos hombres y una mujer. También hay un gerente gordo en un escritorio y, en otro, una señora que pudiera ser la abuela del abuelo de los Simpson. Casi siempre que voy a la hora de la comida, nomás está la mujer que atiende una de las cajas y el gerente panzonzón.
Total que a la mujer que atiende las cajas ya la conozco desde hace tiempo y a veces, para romper el silencio, me platica alguna de sus “aventuras como madre de dos hijos pequeños” -¡yupi!- o se queja de las “desviaciones que hay en las calles que están remodelando”.
A veces me ha tocado llegar al medio día y verla despedirse apresurada de su esposo y de sus hijos, para luego oprimir unos botones en una pared para que se abra una puerta que parece blindada y verla aparecer de pronto, mágicamente, del otro lado del mostrador.
Hoy fui al banco y, como de costumbre, nomás estaban “mi amiga que me platica” y el gerente barrigón. Total que di las buenas tardes e hice las transacciones millonarias de costumbre a las Islas Caimán y a Suiza. Antes de darme mi comprobante impreso, la mujer me dice: “Ah, te quería preguntar algo, pero mejor aquí te lo escribo porque hay gente esperando en la fila”, y arrancó un pedacito de papel de la impresora de tickets. Escribió algo con una pluma negra y me lo entregó junto con mi comprobante. Salí del banco, doblé el comprobante, me lo metí en la bolsa de la camisa, recibí una llamada, la contesté, salí al estacionamiento, me metí al coche, colgué y fue entonces cuando leí la nota:
Indignado y en un llanto, sintiéndome un objeto sexual, snif, me regresé al banco para decirle a la cajera que le aclarara a su compañera que mi vello en pecho, mi panza, mis nalgas, mis bolas, mi pelona (la de arriba y la de abajo) y demás "dentros" tienen propietaria. Al entrar, me di cuenta que los otros dos cajeros ya habían llegado y que la abuela del abuelo de los Simpson también. Bajé la vista y leí de nuevo el recadito escrito... subí la vista y miré a los cinco empleados... bajé la vista y leí otra vez la nota... y ¡ay, nanita!… ni siendo soltero me gustaría saber quién es esa “compañera” que preguntó si era soltero, brrrrrrr…
Mi buen guffo me temo que es ella misma la del mensaje aplicate jaja
ResponderBorrar...te va tocar desarrugar!
ResponderBorrarMi buen Guffo me temo que es ella misma la que pregunta asi que aplicate jaja
ResponderBorrarObvio era ella la que queria saber...
ResponderBorrarOra compadre, esto es como uno de esos juegos donde tienes que adivinar quien es el asesino.
ResponderBorrarNomás que aquí lo que hay que descubrir es quien anda sobres.
Yo voto por el gerente gordo.
jaja, muy bueno. Evidentemente se trata de la misma cajera que te dió la nota. Es común que proyecten en terceras personas.
ResponderBorrarSaludos
jajajaja, no sé si felicitarte -por el pegue- o reírme de tí por sí es lo que imagino,
ResponderBorrarigual y se trata de ella -la cajera-, me recordó la vez que bailaste con una gorda
en la posada del periódico
saludos
AMOR, YO YA IBA HACIA EL BANCO, JAJAJAJAJAJA
ResponderBorrarCompadre Guffo, se de una muy buena fuente que las cajeras otoñales del banorte, tienen un buen fondo de ahorro, y ademas, al final de su vida útil, les pagan el 100 % de su pensión, ademas, al retirarse, aún cuentan con su seguro de gastos medicos y con su poliza dental.
ResponderBorrarChingao compadre, digale que si, usted no sabe cuando la Faby va a morder un hueso y necesite del seguro dental, jajajajaja.
saludos mi buen Gustavo Caballero.
y echele ganitas con eso del espionaje gubernamenmental, ya lo dijo el anonimo.....
jajajajaja.
Jeje, te vas a rayar, que suerte tienes compa.
ResponderBorrar...O buscaba un marido extra!
ResponderBorrarSaludos Guffo
¡Ja, ja, ja! Me dio risa la forma en que lo cuentas, pero yo también viví algo semejante. Me habían dejado un recado semejante en mi casillero y yo pensaba que había sido una alumna, pero resulta que un compañero profesor, pregunta ¿y si fue un hombre? Me cayó el veinte y supe que fue ese cabrón, porque me comentaron que era gay. Preferí tomar distancia. :(
ResponderBorrarJajajaja te aplicó la de "la prima de mi prima dice que.....".
ResponderBorrarMujeres.....
:P
Pero oye!!
Mínimo tiene bonita letra.
;D
Pillín!!!
Jajajajaja no te creas.
Linda noche!
Ja ja ja ... Pues si, ¡Qué miedo!... Ahora cuando vayas a la sucursal ponte un letrero que diga: Este galán ya tiene dueña.
ResponderBorrarHa ha ha... Saludos súper Guffo :)
La prima de una amiga de mi hermana!! iiiiiiiii
ResponderBorrarTraes pegue!!
jajajaja la abuelita del abuelito de los simpsons perhaps?
ResponderBorrarAh, y que padre letra tiene la cajera eh! Ya te iba a decir "la escribiste tu mugroso!". jajaja
p.s. Dejame aclararte que tu no has visitado mi blog, eso se llama "coordialidad". Yo se que alguien tan importante como tu no necesita leer a nadie mas que a si mismo, pero en fin. We'll see if you take the hint.
Gala naso..... Voy a encomendarme al osito Bimbo y a la Virgen Marinela para que se le haga a la compañera y ver el desenlace de esta historia... saludos, suerte...
ResponderBorrarJajajaja es el precio que hay que pagar por ser guapo en un mundo de feos mi estimado, pero te comprendo pues padezco el mismo mal snif!
ResponderBorrarAl menos la ñora tuvo la preocupancia de que no se hiciera fila en el banco.
ResponderBorrarHazle el favor a la viejita, pinche Guffín egoísta; como no ha de tener ya dientes, se me hace que ha de dar unos mameyes muy llegadores.
ResponderBorrarEres todo un dandy Guffo, ni modo son las desventajas de ser guapo, jajaja. Decía mi apá, "no es lo mismo romper que desarrugar"
ResponderBorrarjajaja
Saludos Guffo!!!
jajajaja sí qué miedo de verdad. Aunque deberías preguntar quién, sólo por curiosidad
ResponderBorrarjaja qué tal que es ella misma?!?!?! tinu ninuuu (cancioncita de película de terror)
ResponderBorrarJajaja, que miedo imagino un escalofrío recorriendo todo el espinazo y que se te encuera el chino.
ResponderBorrarAunque pensándolo bien hay ciertas ventajas de una boca sin dientes... si sabes a lo que me refiero *wink*
cogetela cogetelaaaaaaaa. k
ResponderBorrarjajajaja que mala onda...... yo me he topado con cada belleza que trabajan de cajeras en el banco...... sobre todo con los super racistas de scotianbank......
ResponderBorrarEsa letra es de Guffo. Yo le pedi un libro y en el sobre venía su letra y la tiene de mujer.
ResponderBorrarA nadie engañas Guffo. No eres guapo ni en tus sueños más enfermos hahahahahaahah
Los Funcionarios Bancarios tienen acceso a tus datos personales cualquier dia te cae el Gerente Gordo en las Cajas pare que lo Encajes.
ResponderBorrarJajajaja.... me hizo reír muchísimo tupost. Buenísimo!
ResponderBorrarÍralo, sí tienes tu pegue y tú tanto que te echas de poco sociable y de más.
Las viejitas también tienen su corazoncito.
Qué bueno que todo eso tiene dueña!
Ele y Juan Pa
http://sailing-nena.blogspot.com/
Jajajajaja. Yo voto por el gerente gordo; me dicen que eres muy popular con los osos de la comunidad gay.
ResponderBorrarYa, saludos.
Ni modo, a veces hay que dejarse querer...
ResponderBorrarNo la desaires Gus, no vaya ser que un día llegues y tus cuentas en las Caimanes y Suiza hayan desaparecido.
ResponderBorrarYo le digo a mi esposa, hay dos personas con las que no se debe discutir. Con quien te corta el pelo (porque siempre trae un arma blanca en la mano) con los meseros antes de que te sirvan (por que te le agregan condimentos no deseados en la comida) y ahora agregaría las cajeras resentidas. No vaya ser que hagan invisibles los depósitos a la cuenta.
JAJA, saludos, man.
Yo si me la llevaba a la Villa de Guffo
ResponderBorrarDespués de un análisis caligráfico de la susodicha, se detecta una podemos inferir que se trata de una mujer con tendencias infantiles (esa bolita arriba de la i como en el logo de Disney la delata). En su mente tiene una fantasía.
ResponderBorrarSolución: si está buena, dale un arrimón; si está fea, dile que no estás soltero.
Atte: Sigmun Froid.
el guffo ya le esta dando, se hace el inocente.......
ResponderBorrarAaaaay wey!! inche zorro plateado, en adelante será conocido como Guffo Garcés. Arrrrozz.
ResponderBorrarJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA... tengo una compañera que me dijo el mismo. No cierto.
ResponderBorrarEs la hermosura mexicana. JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA...
Muy bueno. :D
de que sucursal estas hablando?.......................... jaja
ResponderBorrarasí de culera estará...apenas el agua pa'l marrano
ResponderBorrarlo mas seguro es que fue ella misma te lo dice un seductor... Guffo revientale el guayabo al cabo que wey! estas soltero y se vale... no te has casado ni lo haras asi que vale chompa...acuerdate que a lo que le pasa a uno tambien a las novias les pasa asi de que un cabron ande encima..no te la compliques y da igual si te portas bien o no. tu truenale la papaya pa que no ande de curiosa jeje
ResponderBorrarJajajaja mi pregunta es: para que diablos le interesaria en saber si estas soltero, cuando ella no lo esta? O_o XD
ResponderBorrarSera que quiere ser participe de disfrutar de los depositos que haces a las Islas Caimán y a Suiza? jajajaja
Karo Estrada
Vas con todo Guffo, jaja.
ResponderBorrarpinchis viejas lanzadas.
ResponderBorrarNo sera que hicieron una apuesta? Solo para adivinar si habia alguna valiente.
ResponderBorrarsi no te la coges tu se la va a coger otro wey asi que tu dices...
ResponderBorrarDefinitivamente la preguntona no contaba con tu astucia...
ResponderBorrarObvio que era ella la interesada en saber si el monto de tus transacciones a las Islas Caimán tenían dueña , o eso creo.
Hay que darle punto extra porque se animó a preguntar jijiji.
Bery
Hay Guffo no seas wey, que tal si hablaba de su compañera de cuarto o su compañera de su clase de inglés los sábados, que tal si es una colombiana ninfómana de 20 años, o una pole dancer, o si es la octagenaria, ingue su madre aviéntate, dicen que un oral con una boca sin dientes es la gloria.
ResponderBorraruy en el mimo banco en el que voy a depositar me mandaron una nota saluandome por un cajero me encanta por cierto lo malo es que despues le conteste con mi numero y nunca respondio que latima noto que en ese banco son muy coqueto y fui un juego lo malo es que el me encanta que patetica
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