El domingo le platiqué mi idea y le pareció una estupidez.
-¿Es en serio lo que me dices?
-Sí, es en serio. ¿Me vas a acompañar o no?
-Pero es que suena… no sé… suena absurdo.
-¿Tienes algo menos absurdo qué hacer?
No respondió, pero me miró como si me faltara un tornillo en la cabeza. Me despedí con el pretexto de hacer maletas y un beso en la mejilla.
-Si cambias de parecer me llamas antes de las siete.
El teléfono sonó a las cinco de la madrugada del lunes, media hora antes que la alarma de mi reloj.
-Está bien, voy contigo. Pero regresamos el sábado.
-El sábado en la noche estamos de vuelta.
Pasé a recogerla antes de las siete. Cargaba un termo metálico con café dentro y arrastraba una maleta enorme, como si fuera a viajar durante un mes. Se disculpó por su rostro sin maquillaje aún inflamado por el sueño. Pensé decirle lo hermosa que se veía, pero temí malinterpretara mis intenciones.
Dentro del coche le agradecí haber aceptado mi invitación y le propuse desayunar en unos tacos riquísimos a orillas de la carretera.
-¿Es en serio lo de este viaje? –me dijo mientras cerraba la visera con espejo del coche y tapaba un pintalabios.
-Ya vamos en camino, ¿aún no lo crees?
-Me refiero al motivo del viaje: ¿es en serio?
-¿En qué momento te pareció una broma?
-Digamos que desde el momento en que me llamas después de casi un año sin saber de ti, me dices que abandonaste tu empleo y me pides que te acompañe a una playa, entre semana, para ver si encuentras algo que enterraste en la arena hace más de 20 años.
-¿Tenías algo más importante qué hacer?
-No, simplemente… Nada.
Paramos a desayunar en la taquería Los García. Insistió en pedir sólo dos tacos, pero la convencí que pidiera cinco. Le gustaron tanto que se comió tres y la mitad de otro. Cuando terminé los míos seguí con los suyos. Sonrió al verme devorándolos.
-Sigues siendo un tragón –me dijo.
-Por cierto –respondí masticando aún el último taco-: si no supiste nada de mí en un año, fue porque tú así me lo pediste.
-Yo sé –respondió.
El cielo se despejó de pronto y se vieron las montañas. El pavimento mojado destellaba los primeros rayos del sol que rodaba sobre el horizonte de la templada mañana, iluminando nuestros rostros.
Continuará...
-¿Es en serio lo que me dices?
-Sí, es en serio. ¿Me vas a acompañar o no?
-Pero es que suena… no sé… suena absurdo.
-¿Tienes algo menos absurdo qué hacer?
No respondió, pero me miró como si me faltara un tornillo en la cabeza. Me despedí con el pretexto de hacer maletas y un beso en la mejilla.
-Si cambias de parecer me llamas antes de las siete.
El teléfono sonó a las cinco de la madrugada del lunes, media hora antes que la alarma de mi reloj.
-Está bien, voy contigo. Pero regresamos el sábado.
-El sábado en la noche estamos de vuelta.
Pasé a recogerla antes de las siete. Cargaba un termo metálico con café dentro y arrastraba una maleta enorme, como si fuera a viajar durante un mes. Se disculpó por su rostro sin maquillaje aún inflamado por el sueño. Pensé decirle lo hermosa que se veía, pero temí malinterpretara mis intenciones.
Dentro del coche le agradecí haber aceptado mi invitación y le propuse desayunar en unos tacos riquísimos a orillas de la carretera.
-¿Es en serio lo de este viaje? –me dijo mientras cerraba la visera con espejo del coche y tapaba un pintalabios.
-Ya vamos en camino, ¿aún no lo crees?
-Me refiero al motivo del viaje: ¿es en serio?
-¿En qué momento te pareció una broma?
-Digamos que desde el momento en que me llamas después de casi un año sin saber de ti, me dices que abandonaste tu empleo y me pides que te acompañe a una playa, entre semana, para ver si encuentras algo que enterraste en la arena hace más de 20 años.
-¿Tenías algo más importante qué hacer?
-No, simplemente… Nada.
Paramos a desayunar en la taquería Los García. Insistió en pedir sólo dos tacos, pero la convencí que pidiera cinco. Le gustaron tanto que se comió tres y la mitad de otro. Cuando terminé los míos seguí con los suyos. Sonrió al verme devorándolos.
-Sigues siendo un tragón –me dijo.
-Por cierto –respondí masticando aún el último taco-: si no supiste nada de mí en un año, fue porque tú así me lo pediste.
-Yo sé –respondió.
El cielo se despejó de pronto y se vieron las montañas. El pavimento mojado destellaba los primeros rayos del sol que rodaba sobre el horizonte de la templada mañana, iluminando nuestros rostros.
Continuará...
pinchis guffo aventuras...pura pinchi chaqueta mental de este pendejo para sentirse importante....
ResponderBorrarno eres mas que un puto fracaso....infeliz!
Buen comienzo.
ResponderBorrarEspero con ansias la siguiente entrega :3
Tercis !!!!
ResponderBorrarBuen inicio, a ver qué tal el desenlace. Saludos desde Reynosa!!
ResponderBorrarMucho odio, mucho odio, y, sin embargo, eres el primero en comentar, anónimo de las 12:10
ResponderBorrarEl infeliz eres tu, querido amigo.
Me gusta cuando escribes tus blognovelas. Buen inicio de semana.
.
ResponderBorrar.
.
Che Guffo, se me hace que ya te ofrecieron chamba en telerisa o tvasquea y estas practicando con nosotros las churronovelas. De cualquier forma esta chida la trama, no será radionovela pero si intriga.
Saludos
Ah! ¿¿Y que le hiciste al anónimo de hasta arriba que te ataca con tanto ardor?? O es de esos pobres que no soportan ver a alguien contento y feliz. Da lástima, los dioses se apiaden de el.
¿bueno y encontraste la chingadera esa que estaba enterrada? No voy a poder dormir guey, ¿porque chingados no terminas tus pinches relatos? No mames cabrón
ResponderBorrarme gusta!!...
ResponderBorrarespero el proximo capitulo...
Carnal, que tienes una tienda de todo de cartón? ando buscando viceras promocionales... puedes hacerme el paro?
ResponderBorrarSalud
Hasta me dieron ganas de ser soltero para chutarme una ida a la playa entre semana con una vieja flama.
ResponderBorrarSaludos.
Oye lo de la blogosfera y sus misterios es un fusil, lo "goglie" para ver la dichosa lista y solo encontre el mismo post en un chingo de lados
ResponderBorrargoogle.com/search?q="los+20+blogs+mexicanos+más+leídos"
ya traigo una confusión sobre como se escribe, pero venga, son "gorras"... según yo se escribe Viseras, con s, necesito imprimir unas pa un cliente y me rolaron que tu podias venderlas.
ResponderBorrarChido comienzo de la historia, se lee muy interesante, esperamos la continuacion . . .
ResponderBorrarLas historias que comienzan con una chica al lado son la mejores, pendiente de lo que sigue...
ResponderBorrarLa aventura, lo que las personas desean mas y tambien temen mas.
ResponderBorrarMuy buen comienzo, ya nos dejaste con ansias de leer mas =)
en la playa??? en la orilla de la playa?
ResponderBorrarojalá no.
Chido el inicio, compa, saludos!
haber guffo ya continua...
ResponderBorrares la faby!!!
ATENTAMENTE
F.P.F
Bien!!
ResponderBorrarYa quiero la segunda parte y también unos tacos ,yo si me chingo los 5.
Jamás...jamás te había comentado (hasta donde recuerdo) pero con esto te la volaste, es bien distinto a lo que te he leído....la neta me latió.
ResponderBorrarDudo volver a comentar (como si te importara la neta jaja), pero por lo mientras aprovecho: Güey eres la neta, me late un chingo tu trabajo.
No te mando ni madres (la suerte es pa' los tontos, la salud a los enfermos, y el éxito a los fracasados)
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarNadie sabe leer o que pedo??? Pinches preguntas pendejas que hacen y pinches suposisiones.
ResponderBorrarDijo que enterro algo hace mas de 20 años 20 AÑOS. eso es nomas lo que me va a mantener leyendo este escrito.
espero no salgas con una mamada o una metafora cursi.
ayyyyyyy romantic guffo is back yeeeei !!! estos relatos son los mejores y pa empezar la semani uuuf tenkuisss ;o)
ResponderBorrarya quiero saber que pasa!!!!!!!!!!!!!!1
ResponderBorrares como novela wey!!!
Muchas gracias a todos por sus comentarios.
ResponderBorrarSaludos y buen inicio de semana.
¡HERMOSO!
ResponderBorrar(El post, no tú)