Ayer pasé casi toda la mañana leyendo sobre Benedetti: sus sueños de justicia social, sus 60 años de matrimonio y el hecho de que nunca tuvo descendencia.
Recordé cuando leí Pedro y el Capitán en la prepa, cuando me quedé dormido en el cine viendo La Tregua y cuando conseguí –en VHS- la película El Lado Oscuro del Corazón. Me encabroné al darme cuenta que muchos de sus libros los presté y nunca más me los devolvieron (así acostumbra hacer la gente con libros, DVDs y hermanas). Soñé por millonésima ocasión haber sido yo quien escribiera sus poemas de amor. Incluso borré del Messenger a un güey que al compartirle la triste noticia, el muy imbécil me dijo: “¿Benedetti el de las pizzas Benedetti?”. Sí, animal: ése...
Me dolió mucho su muerte y fue también por su muerte que me dieron ganas de escribir en horas de oficina.
Llevo un par de semanas tratando de terminar un cuento de un niño y su pez. De pronto, una noche, ya no se me ocurrió nada. Me dio hueva seguirle, lo dejé por la paz y pensé en borrarlo si no le ponía punto final los siguientes días.
Ayer retomé el escrito. Abrí el archivo, lo releí varias veces y me quedé mirando al monitor. Seguía sin ocurrírseme nada.
En eso, llamaron a la puerta de mi oficina. Era mi mamá. Pensé que me traía tacos, como a veces acostumbra; pero no, snif. Me preguntó que si aún tenía peces en mi casa. Le dije que sí, que por qué me lo preguntaba.
-Es que afuera está una muchacha que dice que en la escuela de su hijo le regalaron un pescadito, pero que no tiene tiempo para cuidarlo.
“¿Quién no tiene tiempo para cuidar un pez?", pensé; aunque lo que más me intrigó fue: ¿Quién anda regalando peces en la calle justamente cuando trato de acabar un cuento acerca de un pez? Si fuera Walter Mercado, creería que el universo giró a mi favor con mi signo del zodiaco y el cosmos me estaba mandando una señal.
Salí de mi oficina, fui con la mujer que cargaba al pez dentro de una pequeña esfera de vidrio y le dije que yo me lo quedaba. Era una esfera de vidrio igualita a la de mi cuento. Bueno, un poco más chica.
El pez es un beta. No puedo mezclarlo con los peces de mi acuario. Le conseguí un recipiente más grande por mientras. Pensé en llamarlo Benedetti, pero no acostumbro ponerles nombre a los peces.
Quise imaginar que todo lo sucedido ese día era una señal mística para que no me rindiera con mi relato. Pero sigo sin poderlo terminar.
Recordé cuando leí Pedro y el Capitán en la prepa, cuando me quedé dormido en el cine viendo La Tregua y cuando conseguí –en VHS- la película El Lado Oscuro del Corazón. Me encabroné al darme cuenta que muchos de sus libros los presté y nunca más me los devolvieron (así acostumbra hacer la gente con libros, DVDs y hermanas). Soñé por millonésima ocasión haber sido yo quien escribiera sus poemas de amor. Incluso borré del Messenger a un güey que al compartirle la triste noticia, el muy imbécil me dijo: “¿Benedetti el de las pizzas Benedetti?”. Sí, animal: ése...
Me dolió mucho su muerte y fue también por su muerte que me dieron ganas de escribir en horas de oficina.
Llevo un par de semanas tratando de terminar un cuento de un niño y su pez. De pronto, una noche, ya no se me ocurrió nada. Me dio hueva seguirle, lo dejé por la paz y pensé en borrarlo si no le ponía punto final los siguientes días.
Ayer retomé el escrito. Abrí el archivo, lo releí varias veces y me quedé mirando al monitor. Seguía sin ocurrírseme nada.
En eso, llamaron a la puerta de mi oficina. Era mi mamá. Pensé que me traía tacos, como a veces acostumbra; pero no, snif. Me preguntó que si aún tenía peces en mi casa. Le dije que sí, que por qué me lo preguntaba.
-Es que afuera está una muchacha que dice que en la escuela de su hijo le regalaron un pescadito, pero que no tiene tiempo para cuidarlo.
“¿Quién no tiene tiempo para cuidar un pez?", pensé; aunque lo que más me intrigó fue: ¿Quién anda regalando peces en la calle justamente cuando trato de acabar un cuento acerca de un pez? Si fuera Walter Mercado, creería que el universo giró a mi favor con mi signo del zodiaco y el cosmos me estaba mandando una señal.
Salí de mi oficina, fui con la mujer que cargaba al pez dentro de una pequeña esfera de vidrio y le dije que yo me lo quedaba. Era una esfera de vidrio igualita a la de mi cuento. Bueno, un poco más chica.
El pez es un beta. No puedo mezclarlo con los peces de mi acuario. Le conseguí un recipiente más grande por mientras. Pensé en llamarlo Benedetti, pero no acostumbro ponerles nombre a los peces.
Quise imaginar que todo lo sucedido ese día era una señal mística para que no me rindiera con mi relato. Pero sigo sin poderlo terminar.
guffo te paso la liga para que te bajes el lado oscuro del corazon, pa que la veas en compañia de tu pez....
ResponderBorrarla liga te la paso en la tarde estoy, en estos momentos salvando al universo.=D
Noooo!!!!
ResponderBorrarpor favor, dime que no es cierto que tienes propaganda de partidos políticos en tu blog!!!!
a veces el "destino" te hace muecas no sobre lo que puedes o debes hacer sino sobre lo que te negará realizar...
ResponderBorrarjajaja
suerte con tu cuento.
¿por qué no le pones nombre a tus peces?
Yo soy fan de Benedetti, lo he leido mucho, muchas cosas que ha escrito, pero creo que soy mala fan porque no sé todito sobre él y tampoco tengo todos sus libros, ni etc, pero la verdad aprecio mucho sus trabajos, y sí sentí feito de que ya se haya muerto,porque en lo que escribe he encontrado tanto...
ResponderBorrarPero bueno, cuando la naturaleza ejerce su voluntad contra la nuestra, no hay pa donde.
Saludos y un abrazote!
P.D.Qué bonito que tengas peces!, me gustan los peces, yo soy un pez XD :P :D ... y yo quiero leer tu relato del pez.
me parece trágica la vida de los peces, en paredes de cristal, alimentándose, para un día simplemente morir y quedar panza arriba... ups... esa es la vida de todos los que trabajamos en oficinas en mundos de cristal...
ResponderBorrarOjalá podamos leer el cuento pronto MJ
Ojalá venga alguien a tocar a mi puerta y me regale una periodista frustrada.
ResponderBorrarCuando me harté de mis peces los regalé a un acuario.
ResponderBorrarChale, mejor los hubiera vendido.
yo dejé cuidando a mi tortuga en lo que termina mi semestre, dicen que no es difícil cuidar a una mascota de ese tipo; pero sinceramente, cuando le tienes tanto aprecio y cariño, es difícil no creer que no lo cuidas lo suficiente.
ResponderBorrarEl destino toca a tu puerta y las ideas te pasean por el rostro. Bonito día.
Escribe una historia en la que te encargan el pez y por una enorme conspiración del universo resulta ser la reencarnación de un antiguo lama tibetano que te promete riquezas y mucho dinero si cumples 3 peligrosas misiones en las que...
ResponderBorrarbah, el resto tú lo inventas.
Ocaionalmente pasa que cuando tienes proyectos por terminar generalmente aprece un bloqueo creativo, ya encontraras ese momento para seguir creando.
ResponderBorrarSlds.
oye... esto del cambio sí va en seri verdad?
ResponderBorrarVieras que a mi la noticia de la muerte de Bendetti me puso triste y tambien al compartirla ocn un amigo se quedo como si nada, apenas hoy me dijo que escucho la noticia y se dio cuenta que era un gran escritor, le dije no es porque las noticias lo digan tendrias que leerlo, ayer tambien estuve releyendo escritos de el y desafortunadamente tampoco tengo libros todo por compartirlos ya no regresan...pero bueno un minuto de silencio por Benedetti y muchos de lectura!!
ResponderBorrarAhhh guffo, pues escribe lo que te pasó, sólo agregale unos ovnis y otras cosas de ciencia ficción. ;P
ResponderBorrarYA colge en mis blog el fragmento de la película "El Lado Oscuro del Corazón" donde aparece Mario Benedetti recitando parte de su poema "corazón coraza"; fue todo un maestro.
ResponderBorrarYo tengo mmuchos cuentos iniciados, cada vez que los reviso les cambio algo y después se convierte en otra historia! que lata!
Espero que termines de escribir el tuyo.
Se mueren las personas buenas y servibles para el mundo, pero no mueren las lacras y malas hierbas, ash.
ResponderBorrarPobre pez, no le veo un futuro nada alentador.
.
ResponderBorrar.
.
Guffo, me recuerdas al personaje de la película de "Al diablo con el diablo"...
con todo respeto, sabes que idolatro tu blog y a ti por supuesto.
Hace unos años bauticé con los nombres de John, Paul, George, y Ringo, a los peces de mi tía.
ResponderBorrarGeorge se murió y a John lo mató una tortuga.
Esto es completamente verídico.
Aguas con Benedetti.
LIGAS PARA DESGARGAR LA PELICULA
ResponderBorrar"EL LADO OBSCURO DEL CORAZÓN"
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esperamos tu cuento guffo¡¡
ResponderBorrar"El escritor que no murió" pues Benedetti vivirá como muchos otros grandes escritores a través de sus obras.
ResponderBorrarSaludos.
Algo se te ocurrirá para ese cuento =)fue señal mística ;) y ahhh que imbécil el wey del msn....
ResponderBorrary °Ö° amo "la tregua" !!!!
oiga compadre, que bonita historia, indudablemte que son "señales" jajajajjajaa.
ResponderBorrarpor cierto le recuerdo que el viernes, 22 de mayo, culple años la Bona, si hace algo ahì nos veremos.
sobres.
y bueno, hablando de benedetti( y no de las pizzas),le dire que fue el primer poema de amor que leei, donde me di cuenta que el amor no es tan dificil como otros poetas me lo habian echo creer, me di perfecta cuenta que el amor tiene sus "asegunes", su manera y su modo.
ResponderBorrarno tiene que ser tan malvado, ni tan misterioso, como otros poetas me lo describieron.
saludos mi guff.
Bonito pez men, aca tenemos un Betta de mi novia que ya ha de tener unos 3 años aprox. A ver si un dia te animas a poner una foto de tu acuario men jejeje
ResponderBorrarSaludos!!!
¿Este ya eres el nuevo tu?
ResponderBorrarJejejeje... no es que sea "un nuevo yo", eso no sirve. Uno es lo que es y ya.
ResponderBorrarSólo dije que no utilizaré la palabra escrita para agredir sin sentido, sólo cuando sea necesario. Simplemente no quiero abusar de eso.
Me da hueva estarme quejando por todo todos los días y me parece tan cobarde esa actitud de agresión. Se me figura como los putitos anónimos que vienen a poner pendejadas y no dan la cara o como esos adolescentes emos y viejas histéricas que se quejan por todo en su blog. Si esa bola de depresivos y deshuevados me causan asco y pena, imaginen cómo me siento yo a veces al hacer lo mismo; aunque ponga mi nombre y mi foto: el ataque y la queja la hago siempre detrás de un monitor.
Pero repito: no hay un "nuevo Guffo".
Tal vez cometí el error de avisarles y si no les hubiera dicho ni cuenta se habrían dado, jejeje.
Saludos.
Ese es el amor soñado, poder vivir con tu muejr toda una vida y seguir enamorado. Ahora un pez..... Al pez le vale madre la compañia humana, siempre y cuando tenga comida y agua limpia, y amigos peces creo yo..
ResponderBorrarClaro si le pones un pez que no sea de sua grado, que hueva compartir toda una vida con un wey asi, jaja.
ResponderBorrarGuffo
ResponderBorrarChido que regreses a las trivialidades profundas de la vda del wey de a pie.
Bien
Shercas del Bajio
Mi táctica es
ResponderBorrarmirarte
aprender como sos
quererte como sos
mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible
mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos
mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos
mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple
mi estrategia es
que un día cualquiera
mo sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.
Uno de mis poemas favoritos de Benedetti, yo tb senti feo despertar el lunes con esa noticia triste. Disfrutemos su legado mi buen Guffo.
Saludos
Gaby
pd si me paso a descalabrar con eso de viejas histericas lo bueno es que no tengo blog jeje.
Ponle Betadetti
ResponderBorrarSeh.. Malisimo chiste =P
Tu espera a que te llegue la inspiracion, y ten una libreta o una hoja donde apuntar antes de que se te vaya la idea.
O ponte a ver el pez, capaz de que te da alguna idea su patron de conduta (asi me ha pasado)