"El hombre es la especie más insensata: venera a un Dios invisible y masacra a una naturaleza visible, sin saber que esta naturaleza que masacra es ese Dios invisible que venera". Hubert Reeves
sábado, abril 30, 2005
concurso mr. kinky 2005 de literatura erótica...
Te gusta andar de pelo suelto. Pa´que me entiendas: Sé que no te gusta usar calzones (o calzón; singular, plural, da lo mismo cómo se diga). Debo de reconocer que eso se me hizo cachondísimo cuando te conocí. Pero sabes que me fascina que uses calzones y los usas sólo por mí. Ya te he dicho que los blancos y los rosas se te ven muuuy bien en tus caderitas morenas. Me gusta que te aprieten un poco y que estén hechos de esa tela suavecita como la de los calcetines largos que usan las niñas en secundaria. Me gusta cuando te meto la mano por el pantalón y siento que ya pusiste húmeda la tela. Disfruto que uses calzones porque eres bien desesperada. Y me gusta desesperarte, jojojo. Luego luego quieres que te los quite y ni madres que te los quito. Dándote besitos sobre el calzón ya bien mojadito, pataleas suavemente y te retuerces… Me gusta la mancha que deja tu agüita en tus chones, suena enfermo, pero me gusta; ¿qué quieres que haga? Me repites que te los quite ya, rápido, urgentemente; pero no te hago caso y más te desesperas. Se acelera tu respiración y arqueas la espalda. Quieres que -aunque sea- te los haga a un ladito y te penetre con el calzón puesto, pero te sigo besando y te sigues mojando y desprendiendo ese olor a carne viva tan rico que impregna el cuarto. La mezcla del aroma a detergente de tu calzón con el aroma de tus pliegues es un cóctel cargado. Ya, ya… -me dices entre pujando y suspirando. ¿Ya qué, ricura? -te digo y te sigo dando besitos con el calzón puesto. Subo las manos para tocar tus pezones y los tienes duros y parados. Mis besos y tus aguas han hecho un charco entre tus piernas. La tela del calzón se ha transparentado de tantos líquidos, besos y babas. Te los voy deslizando poquito a poco. Me ayudas desesperada, quieres que te los quite ya y te la meta ya; pero ya te dije que me gusta desesperarte. Van por las rodillas, por los chamorros, por los tobillos y, de un movimiento urgente, lo avientas al suelo con un pie y me jalas hacia ti. Eres jugo, eres crema, eres mantequilla. Me gusta que se oiga el plosh plosh, el splash splash. Me gusta resbalar sin dificultad en tus adentros; y es posible gracias a tu calzón y a tu desesperación que generan olas de jalea. Minutos después, tomo el calzón del suelo y te limpio el ombligo, el vientre y la chichi izquierda. Lo dejo sobre la cama -a un lado de una de las almohadas que no cayó al suelo- y su olor -como a cloro de alberca- es exquisitamente penetrante. Pobre chonino, le tocó de todo… -me dices. Qué delicia -te respondo-, qué sabrosa estás, mi vida. Nos acurrucamos encuerados. Tiro el calzón al suelo porque me mancho el antebrazo con él. Me limpio con las sábanas y te vuelvo a abrazar con mi brazo oliendo a cloro. Hecho bolita en el suelo, mojado de todo, el calzón se encarga de emanar ese olor a amor que nos arrulla.
jueves, abril 28, 2005
pinchi cachetón cabrón...
Este puñetín soy yo otra vez. No cabrones, no es una niña; soy yo, el chiludo del Guffo. Acepto que mi belleza es un tanto femenina y ese curly hair no ayuda mucho a que me vea bien machote; pero, qué quieren que le haga si no me gustaba que mi agüelita me cortara el pelo porque me lo dejaba bien gacho y prefería andar así, como Atreyu, el de La Historia Sin Fin. Me la pasaba en el pinche suelo porque me creía perro. Tiraba mordidas a los chamorros de las visitas y orinaba las llantas de los carros cuando no los perseguía. Aaaah, qué bonita infancia: comiendo croquetas y sintiendo el viento acariciar mi melena de Camilo Sesto. La avanzada evolución de mi cuerpo me dotó con bolsas como las de los hamsters en los cachetes -como podrán darse cuenta-, donde guardaba Palelocas, Chiclets Adams y el cambio del super cuando iba a comprarle huevos y pan a mi jefecita. Saludos y feliz día del niño adelantado a todos. No se olviden de lo que fueron, no se olviden de lo que son, no se olviden de lo que quieren ser...
miércoles, abril 27, 2005
la pareja y la felicidad dispareja...
Lo que ablanda, enternece, llena de rabia o salva de un naufragio a nuestro corazón son esas fracciones de segundo a las que nadie les toma importancia. Esos trances en los que te quedas en la pendeja y no escuchas a nadie porque algo más cabrón captó tu atención. Esos instantes que duran eternidades son crusiales para el rumbo luminoso o endemoniado que queramos darle a nuestras vidas. Mientras manejaba por una de las horribles calles embotelladas de mi ciudad, con el airecito acondicionado en el nivel 3 de mi carro, algo me cautivó más que la rola de Counting Crows que escuchaba. En la parada del camión estaba una pareja: Una vieja prieta de falda "fiucha" (no sé cómo se escriba ese color) con un vaquero de botas blancas y dientes postizos de oro, cobre o latón. Lo surreal de la pareja no fue lo que llamó mi atención. Fue la felicidad que emanaban. Una felicidadsototota. Eran feices y punto, lo decía esos lenguetazos sabor a fierro que se daban. Les valía madre si tenían que tomar otros dos camiones pa´llegar a un motel a coger o a su casa a cenar con los hijos, les valía si tenían que brincar charcos, lodazales y tragar smog a kilos durante otra hora de trayecto a su colonia popular. Estaban felices a pesar de que, en el fondo, saben que están condenados a ser pobres toda su pinche vida; sin un carro, una casa propia o educación digna para sus hijos (como dirían los putetes de los políticos en sus promesas de campaña). Estoy seguro que al vaquero de dientes de fierro no le importaba regalarle a sus hijos ropa y juguetes de segunda mano o dormir en el mismo cuarto con todos amontonados muriendo de calor o de frío. Sonreían y eran felices en exceso a pesar de todo; y con su felicidad me decían que el mundo podía pasar a chingar su puta madre. Me sentí cagada sobre cagada, me sentí mierda putrefacta al recordar mis pedorros problemas y las pendejadas que me hacen infeliz. Estos humildes tórtolos me hicieron infeliz con su felicidad. A un lado de la pareja, un padre con playera decolorada cargaba a su niña con vestido roto mientras esperaban el camión. La niña lo abrazaba con fuerza. El papá le hizo cosquillas a la niña con el bigote en la oreja. La niña rió divertidísima y le dio un beso a su papi en la boca. Lo mismo pensé: La niña no recibirá barbis en navidad, ira a la escuela con los calcetines enlodados, nunca vestirá ropa nueva porque el trabajo de su padre no da para más, la discriminarán por pobre, por negrita, por la colonia fea en la que vive... pero ella sentía que su papi era el mejor por traerla de paseo en el camión urbano, sudada, cansada, asoleada, con el vestido roto; y su papi tal vez no había conseguido otro trabajo para comprarle sus barbis, pero la abrazaba rico. Y su papi seguía siendo el mejor del mundo. Padre e hija irradiaban felicidad. Una felicidadsototota que ni tu ni yo vamos a comprender si no nos dejamos de pendejadas sin importancia. Los que considermos infelices, son más felices que nosotros; qué triste... terminó por partírseme el corazón y el carro se me mató en primera
martes, abril 26, 2005
periodismo casos de la vida real...
Llegó el editor de un diario vespertino a la sala de redacción. ¿Qué hay?, preguntó. Pos una pinche vieja loca que se subió a una torre eléctrica y amenaza con aventarse si no le pagan sus recibos de luz y gas, respondió el reportero. Cómo ve, señor ¿la ponemos de nota principal?, remató otro de los reporteros que veían la noticia en una de las teles. Con todo el profesionalismo del periodismo, el editor respondió: Si se avienta, sí; si no, no. Y todos en la sala de juntas: ¡Queee se avieeente!!!, ¡que se avieeente!!!... ya pa´irnos temprano... Esto es verídico... Pregúntenle a un amigo...
sábado, abril 23, 2005
Me gusta cuando se nubla el cielo. Lo que no me gusta es que no se ven los cerros cuando está nublado. La mezcla de niebla y smog hacen difícil poder apreciarlos. Igual y está mejor así, porque así no me angustia el hecho de que los estén destruyendo para construír casas de 3 millones de pesos. Empieza el chipichipi, esa lluvia llamada "mojapendejos". Es una tenue cortina de rocío, como una brisa, que uno piensa mientras camina en ella: "no me mojo", pero llega todo empapado por pendejo. El pelo adquiere un aspecto canoso con este tipo de lluvias, pero no es agua suficiente como para voltear pa´rriba, abrir la boca y quitar la sed; como cuando eramos niños. Sale tantito el sol y busco el arcoiris. Mi otro yo me bromea: "Eeeeh, el arcoiris es de putos". "Serás pendejo", le digo y me río. No me gusta que esté nublado porque el panorama es más gris que los días soleados grises de ejecuciones, robos, violaciones y recién nacidos abandonados en botes de basura. No me gustan estos días porque no hay nubes y no puedo ver el rostro de la Fabi en algún cirrus o stratus o como se llamaen esas nubes con nombre de carro. No aparece el arcoiris; pinta para ser un día gris...
miércoles, abril 20, 2005
Lo único que le puede aprender un perro a un humano, son pendejadas: Dar la manita, hacerse el muertito, estarse quieto, no cagarse en el sillón de la sala y agredir. Eso no habla muy bien de nuestra inteligencia; no de la del perro. No nos hemos dado cuenta que de los perros podemos aprender mil chingaderas buenas, no nomás la posición sexual de a perrito o a miar en la calle después de un seis de tecates. Bendita la condición cuadrupeda, mental y emocional del perro, que no les da para mucho -mas que para aprender uno que otro truco estúpido-, pero les da para no tener prejuicios, para no tener rencores, para no pensar en la muerte, no tener mortificaciones, creencias que los dividan; para ser fieles, justos y leales con el amo que les toque, sea un pobre vagabundo o un empresario millonario. Los políticos deberían de pasar más tiempo con sus perros que con los que se dicen sus "desinteresados amigos". La mirada del perro es más humana que la del mismísimo humano. El perro se humaniza y el hombre se deshumaniza. El perro entiende el lenguaje del hombre, el humano el del perro no; y tan fácil que es: Basta con mirarlos a los ojos y atender el meneo de la cola. Por eso dicen que el mejor médico es el veterinario, por que, sin entender qué dice el can, sabe dónde le duele. Hay muuucho que aprenderle al perro. Deberíamos de ser como los grupos esos de perros callejeros que van a toda madre dándo el rol por la ciudad. Esas bolitas de perros de distintas razas y pedigrees donde vemos desde el perro más feo y peludo hasta el más chiquillo y lampiño, unidos por la unica razón de que su condición es la misma: Ser perros. Qué chingón sería el día en que así estuvieramos nosotros los pobrecitos humanitos, unidos por nuestra condición. Unidos por el simple hecho de ser humanos...
martes, abril 19, 2005
el último será el primero en cuestión de nalgas...
La otra vez, el Filósofo de Cantina me dijo esto: "Acostarse con una virgen es una hueeevooota. Les duele todo, le temen a todo y tienen que llegar temprano a su casa. No te agarres a una virgen, esa vieja no te va a querer; te obligará a quererla. Se obsesionará de ti porque creerá que ningún otro güey la amará por no ser nuevecita". Escuché con atención y el sabio seguía hablando: "Las vírgenes tarde o temprano quieren probar cosas distintas porque no tienen el punto de comparación. Por eso, la comparación siempre es buena aunque la gente diga lo contrario". El Filósofo prosiguió después de un tragote a su cheve: "Tampoco andes con mujeres que se quieran casar cuando tú no quieras casarte. Verás que, cuando te manden a la burger para casarse con otro güey que les ponga casa, no pasarán 10 años para que te vuelvan a buscar diciéndote que la regaron y que te quieren volver a ver". Se puso muy serio el Filósofo de Cantina, como si fuera a decir algo bien cabrón; y lo dijo: "Tú deja que la mujer la cague, que te cambie por otro, que se equivoque, que se case, que tenga hijos, que tenga pedos legales, que aborte, que se arrepienta, que se perdone, que se reconcilie con el mundo, etc; pero eso sí: que nada de eso lo viva contigo, que la amas. Tu estarás ahí para reescribir su vida y escribir -o reescribir- la tuya a su lado. Recuerda: que nada de eso suceda contigo, porque ella solita llegará a ti sin que hayas tenido que haber pasado por todos esos tropiezos con ella. Ella solita llegará y te dirá la neta y sabrás que te ahorraste todos esos golpes, esos pedos; y la seguirás amando a pesar de todos esos descalabros. Y te garantizo que, esa mujer, será toda tuya como nunca lo fue de nadie. Por eso dicen que es mejor ser el último que ser el primero..."
lunes, abril 18, 2005
Ahhh Teo... ???
Me dan chingos de miedo esas cosas curiosas que suceden derrepente. Esas que te hacen cuestionar tu ateismo y meterte la duda (mas no la dura) de que, tal vez, sí hay un mero mero chingón que domina el mundo desde una nube allá arriba en el cielito lindo. Me da miedo porque, como no creo en ni madres, pues no quiero que al rato me vaya a castigar disparándome un rayo en las nalgas por pinche incrédulo. No es broma. El mejor maestro escolar que he tenido, fue un hermano marista. Él me inculcó el gusto por la lectura y me enseñó a disfrutarla y a enviciarme de ella. Con él leí a Ibargüengoitia, Huxley, Vargas Llosa, Fuentes, José Agustín, Orwell, Cervantes, Homero y varios más. Me enseñó a dudar de todo, a cuestionar todo, a formarme un criterio personal valioso y una estructura mental individual pizcando ideas y pensamientos de aquí y de allá, pero siempre dándole primordial importancia a lo que YO pensara. Se llamaba Jorge, tendría 40 años, oficiaba las misas y le decíamos El Caballo. No por chiludo, aunque él bromeaba siempre con que "en qué momento se la habíamos medido, que ni cuenta se dio". Decía maldiciones, contaba chistes colorados, se tomaba sus tequilas con la raza, era fiel a su vocación y jugaba futbol soccer bien cabrón. No existía alumno que no lo mamara. Ah, y lo del apodo del Caballo, era porque corría hecho la madre el güey. Los maristas tienen un rancho muy chido acá en Monterrey, con ovejas, árboles, alberca, cancha de fut, de basket, de volley ball, mesas de ping pong y todo el pedorraje. El Caballo decía que cuando muriera, quería que lo enterraran ahí en el rancho, en la cancha de futbol o en donde pastaban sus ovejas. ¡¡¡Y pues que la cae un rayo al cabrón!!!. No es mamada!!!. En 1994, El Caballo estaba viendo jugar futbol a sus alumnos en el rancho marista y en eso Brrrooooommm!!!, que lo parte un rayo. Se desplomó al suelo, a escasos metros de sus alumnos, escupiendo negro, temblando, con los ojos en blanco derramando sangre... Se murió. Yo estaba en Kansas y mi mamá me habló para decirme. No lo podía creer y la neta si me agüité bien gacho. Nomás por estas cosas, a veces cuestiono mi ateismo...
sábado, abril 16, 2005
viernes, abril 15, 2005
¡Pido a mero adelante!!!. Porque quiero ir viendo el paisaje y no perderme de nada. Espero que esta pinche lanchilla sea a propulsión a chorro (o esa cosa), para que despegue haciendo agujeros en las nubes hecha madre y embarque en la primer estrella que se tope. Ahí me quedaré un buen rato y -cuando se me pegue la gana- brincaré a la luna. Si alguien quiere que me baje de ahí, pos le pintaré un dedito; el de enmedio si es necesario. Menos a tí, chiquita treintona con cuerpo de niña. Tu si tienes aquí tu lugar. Aquí te espero, comeremos chingos de queso (no hay pedo que engordemos) y corretearemos al conejo ese que se esconde en los cráteres lunares.
jueves, abril 14, 2005
Yo desde morrillo siempre fui bien metalerillo. Me encantaba el rock pesado, el black metal y demás música del diablo. Por eso, mi mami simpre me compraba mis discos de música bien loca y agresiva, la cual escuchaba mientras me tomaba un vasote de Quik de vainilla Yo era bien malote, pero ya para las 8 de la noche llegaba mi jefecita a darme la bendición y a rezar conmigo el Angelito de mi Guarda. Guardaba mis discos metaleros y me ponía a soñar; que mañana sería otro día para rockanrolear Aaauuu!!! He aquí mis discos del demonio...
lunes, abril 11, 2005
Feona...
De cariño le decimos Feona, en referencia a la novia de Shrek, la princesa Fiona. Es una mujer muy robusta y madreadora. No se deja si la están chingando. Siempre está madrée y madrée con la raza del periódico. Pero ayer se la madrearon taaan chido, que la pinche risa no me deja trabajar. Presumía Feona que se había salido con un muchacho que le gusta. Que había habido de tooodo con el galán y que estaba muy contenta. En eso; Pancho el editor, master del albur y la madreada, le dice: "Oye, y cuando este guey te tiene en 20 uñas (osea, en posición de perrito), ¿no parace como si estuviera empujando un vocho descompuesto???". Juarjuarjuar. Y que empieza la guerra de madreadas... Mañana: La foto de Pancho López... la he encontrado!!!
viernes, abril 08, 2005
No hay peor error que idealizar a una mujer. Eso las vuelve inalcanzables y a uno lo vuelve un pendejín con baja autoestima; de esos losers que se les tiene que andar diciendo "ándale, aviéntate, llégale a la vieja, no pierdes nada, agárrale una chichi". Y por eso se quedan solos. Otros son muy exigentes (según ellos) y quieren viejas "inteligentes", con plática "interesante" con la cuál puedan pelearse a cada momento por ver quién es más cabrón que el otro; no se dan cuenta que a las viejas no se les mete la bichola por el cerebro, sino como un metro más abajo. Y algunos otros nomás por el físico se van y se les olvida que al rato a su vieja y a él se les va a aguadar todo el pedo; por eso siempre hay que imaginarse al amor de nuestras vidas pelón(a), cagando, mochito(a) de un brazo y en silla de ruedas, si así sigues queriendo estar con él o ella, pos ya chingaste. No se dan cuenta que los Beatles tenían razón con la rolita esa de "All You Need is Love". No hay como conocer a las mujeres tal cual son y que lo conozcan a uno tal como es. Y dejarse de complejos y ver en esas imperfecciones físicas y espirituales la perfección; esas imperfecciones que lo hacen a uno real. Qué rico es ver que cuando se sientan se les delinea una disimulada pancita que odian, ver el elástico del calzón marcado en la cadera, dar una nalgada y ver como ondulan las nachas como cama de agua, las ojeras al levantarse, la cara lavada, el rimel corrido, la nariz tapada de mocos, los gallos del pelo, el olor del zapato de tacón, las uñas comidas, algún lunar que parezca chocokrispis... Cuando se idealiza, nada de esto se ve. En fin, hay que buscar una vieja a la que no haya que photochopearle ni madres ni darle delete o copy-paste a nada externo o interno. Yo no me preocupo, como diría el millonario pobre diablo del José José "amo y me aman, soy feliz"... Posó para la lente del Guffo: La Fabi...
miércoles, abril 06, 2005
El puñetillas ese de sombrero soy yo merengues. Mi apá tenía una fijación de que yo me vistiera de vaquero, con botas y todo el pedo (y yo quería vestirme de bailarina... no se crean, fue un chiste pa´mis lectores gays). Y pos yo de pendejo que le hacía caso. La chamarra de los vaqueros no es porque fuera fanático, simplemente eran las más baratas que vendían en el Gigante. Me la vivía en los zoológicos porque mi apá es veterinario (si tienen una suegra o un novio medio burro o novia medio perra, pos ya saben). Pasé de todo: me jaló el pelo un chango, me mordió la mano un ñandú, tuvimos un cachorrito de león enfermo en la casa, una boa me atacó, correteaba antílopes; en fin, Tarzan me la pelaba. Gran parte de la infancia me sentí animal. Gateaba en la casa, tiraba los trozos de comida al suelo y ahí me los comía, me metía a la casa del perro, bebía del comedero del perro, me bañaba en la tina del consultorio de mi apá; no, no, no, una chulada de güerco que era yo. De hecho dicen mis papás que les hubiera gustado que me siguiera comportando como animal, así no me hubieran tenido que pagar la escuela y a puro "whiskas" me hubieran mantenido. Acepto que desarrollé un amor muy cabrón por los animales que hasta me da más tristeza cuando matan a un animal que cuando matan a un humano... ¿estaré bien loco??? (uuuy qué loco)... Saludos.
martes, abril 05, 2005
Por respeto a mis lectores, aquí estoy sumiendo un poquito la panza (nomás un poquito). La panza del Guffo es patrocinada por Carl´s Jr y Cerveza Corona: ¡¡¡El desayuno de los campeones!!!. No, no es una foto para la revista gay "Caña Brava", tampoco para la Tv y Novelas y su artículo "ya me cansé de que me consideren un objeto sexual"; podría ser para la Play Girl, pero no me llegan al precio (ni tampoco mi pis me llega a las rodillas, snif!). También podría ser una imagen para la México Desconocido o para la Nachonal Geographic cuando necesite fotos de niños bien alimentados del cinturón del hambre africano. Pero prefiero que sea un recuerdo que permanezca en las páginas blancas de mi corazón (ah, qué Guffo tan mamón). El pedo es que mientras las mujeres tituladas se frustraban más y más en la cocina y sus maridos se partían el lomo 10 horas en la oficina; un servidor se paseaba por la Huasteca Potosina, con 20 cervezas bien heladas metidas en una tina. Y el Papa muriéndose y yo ni encuenta... Ya decía yo que era una señal divina tanta belleza; un mensaje de su alteza, la Madre Naturaleza...
domingo, abril 03, 2005
finish vakeichons...
Mientras pedía un sartén con teflón (para que no se me fueran a pegar los huevos de tanta flojera que estaba tirando), miraba al cielo y un coro de ángeles tocaba para mi una canción de cuna desde una nube en forma de elefante. Rigo Tovar en la voz, Chico Che en la guitarra y el Papa Juan Pablo II en el acordeón. Ah qué hermosura. Ahí estaba yo tirado en la tierra como pinche perro de rancho. Escuchando el glub glub del río, el plosh plosh de las cascadas y la cumbia celestial; no me quería regresar. Pero de pronto, algo me inquietó y le grité al nativo que había contratado para que fuera mi guía: "Migueeel, ¿tienes antídoto para picaduras de alacrán?". Y el Miguel se avienta corriendo bien asustado hacia mí: "¿Te picó un alacrán???". "Pos no, pero ahí viene uno y me da hueva moverme", le dije, mientras daba otro sorbo a la lata de Modelo y mi barriga se seguía inflando.
Ya estoy aquí, ya postearé, chorros de gracias por sus comments, subiré las fotos que prometí tomar y déjenme recuperarme de tanta huevita que tiré... Saludos!!!
Ya estoy aquí, ya postearé, chorros de gracias por sus comments, subiré las fotos que prometí tomar y déjenme recuperarme de tanta huevita que tiré... Saludos!!!