sensacional de guffiño...

Estaban buenos los tacos que me eché el dormingo en el mercadillo. La inmensa ñora que atendía (con cicatriz de vacuna en el brazo incluída) estaba leyendo un pasquín de título "Bailando de a perrito, me pelas el cuerito". Me la imaginaba que se imaginaba baile y baile como trompo con un vaquerote arrimándole el chile y la ñora encantada nomás torciendo los ojitos pa´rriba y meneando el colotón de allá pa´cá y viceversa. Me daba chingos de risa porque como que se daba cuenta de que yo le echaba miradillas a la revistucha y como que la escondía en su falda. Se pusó de pie y fue al puesto de a lado. Llegó con más revistas de esas y coloradilla de los cachetotes. Pensé que me iba a ofrecer una para leer, pero no, che vieja golosa, se puso a leer otra de título "A verGa briel, ¿y tu macana???" y dejó a lado del comal "El violador vegetariano, nomás se apachurraba a las zanahorias" y "Pa´ese pastelito, apenas mi chilito". No sabía si estaba cachondo, asqueado o qué; el pedo fue que me fuí, no fuera a ser yo el protagonista de "Mucha carne de ballena pa dos pinches huevillos de pingüino".
Saludos