niño pendejo...

Yo soy como los niños: si me regalan ropa en mi cumpleaños, me lo arruinan. A mi me vale madre si necesito camisas o pantalones de vestir; mucho menos necesito corbatas, agendas, calcetines o plumas. Si me van a regalar ropa, dénme algo que esté chistoso, como un calzón con una trompa de elefante al frente o con dos manos dibujadas en las nalgas. Pero no me burocraticen regalándome cosas "útiles"; el hecho de que ya esté peludito no significa que me tengan que regalar regalos aburridos. Es más, ni siquiera me gusta que me den regalos. Cuando me preguntan que qué quiero de regalo, siempre respondo: "nada". "Cómo no te vamos a regalar nada???" -responden. No es de a huevo que me regalen, pero ya que insisten, pues prefiero que me regalen dinero (como a los niños) para yo gastarlo en pendejadas. "Cómo te vamos a regalar dinero, qué poco significativo". Oooh que la chingada, pos entons pa´qué preguntan. Tampoco me gustan las sorpresitas ni esas mamadas, si alguien tiene intención de regalarme algo que no sea dinero, prefiero que me pregunte específicamente la pendejada que quiero. Y a pendejadas me refiero a libros, dvds, cerveza, juguetes y monitos que no tuve de niño (otro traumita) o las vasijotas de lentejas y habas que me hace mi abuelita cada año. Mi cumpleaños es el único día en que me dejo poseer por el demonio del consumismo y le parto en toda su madre a mi quincena; total, para eso es la pinche lana. Aaay!!! qué rico se siente quedarse sin un quinto porque todo nos lo gastamos en la hamburguesa más gordotota del Carls Jr, en una pasta de un restaurant mamón y caro, libros de Rius y demás maestros, hartos dvds clásicos, cds, monitos de star wars, hotwheels, una botella de whisky, etc, etc, etc... puuuras pendejadas...