Según yo, viajar por placer es evadirse, así
como lo es emborracharse, drogarse, estar al pendiente de un equipo de
futbol o ver televisión todo el día. Y, según yo, viajar es la forma más
honesta, enriquecedora, contemplativa y menos dañina de evasión. Pero eso es según yo. No tienen por qué hacerme mucho caso.
Cada quien su pedo con el método
que utilice para huir de lo que sea que esté huyendo. No vengo a juzgar o
cuestionar ni lo uno ni lo otro. A lo que voy es que esa “culpa” que algunos sienten al “evadir la realidad” en gran parte es porque la esencia de "evadirse" ha
sido prostituida por quienes se hacen llamar “Autoridades Morales” (sí, ya sé
que ya puse muchas “comillas”), que le han creado algo así como un halo de
vicio e irresponsabilidad a la frasecita; sin mencionar lo obvio: que la realidad que vivimos en algunas ciudades cada vez es más espantosa, violenta y trágica; y que está de la chingada confrontarla a diario porque a veces el problema es ajeno a uno. Por eso evadirse no siempre es "malo". Si lo ven por
otro lado, hay quienes evaden su realidad “sanamente”: cocinando, escribiendo,
dibujando, armando rompecabezas, fabricando lámparas con botellas de plástico, acabando videojuegos. O viajando.
Evadirse es descansar. Es desconectarse de la rutina. Neta que por más que me gusten y disfrute mis hábitos, a veces me gusta
huir de ellos. Evadirse viajando es crear una realidad más llevadera dentro de otra realidad que a veces sofoca,
aunque sea un respiro de unas horas, unos días o unos meses; aunque sea a cincuenta kilómetros de casa o del otro lado del mundo. Y habrá que conciliar ambas
realidades, nivelando una con la otra, creando algo así como un
equilibrio entre dos mundos: el mundo de fuga y el mundo del embrollo.
Creo que viajar es la forma más
efectiva en que puedo sentir esta evasión total, porque al viajar tomo una sana distancia
de lo que me cicla; le doy un tiempo a mi relación amor/odio con mi lugar de
origen y descanso de todo eso que me envenena. También le doy su espacio a las
angustias laborales y a los planteamientos filosóficos, que, si de pronto aparecen durante el viaje, los veo desde otra perspectiva, tomando matices distintos.
Por eso esa gente que
regresa de sus viajes diciendo que necesita descansar del viaje, nunca viajó en realidad. Se fueron
sin irse. No se desconectaron. Se llevaron en la maleta todo eso de lo que debieron huir. El propósito de su viaje no fue escapar, sino crear una sucursal exacta de su realidad en otra parte. Y así no se puede.
Como anécdota, ya para terminar: en mi último viaje corto, mientras pedaleaba por un pueblo, me topé con una acequia que corría en el mismo sentido de la calle. Me quité la camisa, saqué lo que traía en los bolsillos del short -cartera, llaves del carro y teléfono-, puse todo en un montoncito de hierbas y me metí a chapotear. Algo que no hacía desde niño, y que el aroma a lama y el sabor a piedra del agua me hizo recordar. Pues bueno: imaginen el grado de desconexión que traía que me salí de la acequia, seguí pedaleando por el pueblo -sin camisa y con los calzones y shorts empapados-, y, cuando me paré a comprar unos chicles en una tiendita, me di cuenta que había dejado todo a un lado de la acequia: llaves del coche, cartera con dinero y teléfono celular. Regresé al lugar casi una hora después de mi chapuzón, y todo seguía donde mismo.
En resumen: quisiera que viajar fuera
mi única evasión. Una desconexión eterna.
Nota: quien sea fan de David Toscana, reconocerá el guiño a su obra.
¡Ja! También pensé en "Historias del Lontananza" al ver la foto.
ResponderBorrarGenial, Saludos.
ResponderBorrarCompi, el pueblo es ¿Parras de la Fuente?
ResponderBorrarQue padres lugares compadre, disfruta mucho, saludos...
ResponderBorrarAdanR: De mis libros favoritos de Toscana. Saludos.
ResponderBorrarÓscar: Que no se acaben las oportunidades de seguir viajando.
Margarita: ¡Gracias! Saludos.
Master: Ese mero :)
Angello: Gracias, compadre.
Me pueden decir en que lugar comprar el libro de David Toscana...aquí en gdl no lo tienen, leí la reseña del libro y me parece muy interesante.
ResponderBorrarTienes los dedos atascados de razón. Viajar es evadirse y a veces hasta lleva al auto-descubrimiento, cuando te apartas de lo cotidiano y el mundo se dibuja sin tanta complicación. Muy buen post :)
ResponderBorrarSí, muy bonito y todo, pero para los que no somos regios y obviamente nunca vamos a ir a esa Ciudad o sus alrededores, nos podrías decir por pura curiosidad dónde es este lugar?
ResponderBorrarDe tu texto, me da risa que criticas a las "autoridades morales" cuando en verdad te has convertido en una al juzgar a aquellas que juzgan, jaja.
¿La desconexión genuina será medio de evasión? Quizá sea solamente una manera de estar y descubrir el ahora, algo así como la meditación, ¿no crees? Y entonces la rutina sería el medio de evasión.
ResponderBorrarAnónimo: El de Historias del Lontananza ya es un libro "viejo", por lo que ha de ser difícil conseguirlo en las librerías. Tal vez en una de libros usados o "en línea". Yo así conseguí el de Estación Tula. Los que son más fáciles de conseguir del mismo autor son La ciudad que el diablo se llevó, Los puentes de Königsberg y El último lector. El último te lo recomiendo.
ResponderBorrarDaniel: ¡Gracias, Dan! Un abrazo.
Rainman: Es Parras de la Fuente, Coahuila.
Flotar en el estanque de la Luz, dormir una siesta bajo la sombra de un Nogal y escuchar solo el ruido del viento en sus hojas, los aromas a polvo y hierba...priceless.
ResponderBorrarORALEEEE YA SE ME ANTOJO IR A LA PLAYA.........
ResponderBorrarDiana: Muy buen punto. Nunca lo había visto de ese modo ¡y me gusta! :)
ResponderBorrarReynaldo: Así es: ¡priceless!
Anónimo: A la playa o a cualquier alberca, jejeje.
Bien expresado me parece.
ResponderBorrarUna cosa es evadirse y otra enajenarse, pienso yo.
Saludos...
Evadirse indicaría omisión. Mas bien es tomarse un tiempo fuera, que todo mundo necesita. Al igual que el cuerpo requiere dormir para evitar la descompensación y que la mente se psicotice, el ente social requiere salir del nicho en que está siempre, descansar de éste. Es recomendable para todos.
ResponderBorrarMe gusto tu post, yo soy de las personas que "huyen" viajando.
ResponderBorrarNunca he ido a Parras de la Fuente, iba a ir hace 3 semanas y me enferme horrible, pero con una sola foto pude identificar el lugar.
Ahora tengo más ganas de ir.
Saludos Guffo!
Tienes suerte, asi como yo tengo tantos post tuyos por delante por leer y eso me alegra, tu tienes muchos lugares nuevos a donde ir, pequeños boosts de fin de semana para mantener la cordura :D
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