Hay fiesta en el pueblo donde trabajo: abrieron un S Mart.
Antes de la hora de la comida decido darme una escapada y unirme al jolgorio, pues el nuevo supermercado queda casi enfrente de mi oficina.
La diferencia que tiene este centro comercial con el Soriana, el Aurrera y el Merco que existen desde administraciones pasadas es que éste abre 24 horas y cuenta con un área de comidas preparadas; obviamente con sazón más pinche y peor servicio que cualquier S Mart de Monterrey.
Imagino que La Empresa cree que la gente de este pueblo –en su mayoría de clase baja y media baja, con estudios truncos hasta primaria o secundaria- no merece lo que hay en Monterrey; o que tal vez no tienen la capacidad de exigir algo mejor porque ni siquiera pueden notar la diferencia.
Para mi sorpresa, las filas de las cajas son largas. También muy lentas, pero esto no me sorprende. El área de la comida preparada está atiborrada de gente. Hay algunas mesas vacías, pero lo están porque tienen montañas de basura sobre ellas: refrescos derramados, vasos de nieve derritiéndose, orillas de pizza, servilletas arrugadas… Un mugrero.
Noto que a algunas familias no les queda de otra mas que poner los desperdicios en el piso para poder sentarse. Nadie del personal del supermercado levanta la basura del suelo ni de las mesas.
Pienso que a mucha gente las cosas no le duran nada. A veces no las cuidan ni siendo suyas. Si ven algo limpio no pueden dejarlo igual. Tienen una fijación por la mugre, por lo roto, por lo parchado; por dejar su huella; por marcar su territorio. No tienen inconveniente en pasearse entre basureros creyendo que alguien más recogerá los desperdicios o estos desaparecerán por arte de magia.
Borro de mi vista la estructura del centro comercial y me imagino al aire libre, en un paraje natural; con árboles y riachuelos. Apuesto a que mi visión no duraría ni un día si fuera real.
Puede ser que debido a las carencias –de todo tipo- de los pobladores de este lugar, las cosas sean así. Pero a veces creo que no importa la educación ni el nivel socioeconómico ni las oportunidades. El hombre pasó de ser lobo a hombre del hombre. El depredador de su entorno. Con diferencias mínimas entre millonarios y pobres. El primero destruye y ensucia tanto como el otro, sólo que el millonario tiene la capacidad de esconder su basura, de pagar por que se la lleven lejos; el pobre no. El jodido, por lo general, recibe los residuos -de todo tipo, incluso emocionales y espirituales- de los pudientes, y se acostumbra a vivir entre ellos porque la mayoría de las veces no le queda de otra.
Mientras camino de regreso a la oficina por el amplio estacionamiento del centro comercial, me pregunto cuándo será la próxima fiesta en el pueblo. Tal vez cuando llegue el HEB. O el WalMart.
4 comentarios:
¿A qué pueblo te refieres? ¿Estás en uno de los alejados de aqui mismo de Nuevo León?
Crei que estabas justamente en Monterrey desde hace tiempo.
(S MART... solo una vez he ido a esa tienda. Cierto lo que mencionas, y varia segun la zona, sea la tienda que sea. Tan solo hay que ver la diferencia entre una Soriana en San Pedro y una en el centro de Mty. Y asi pasa con otras cadenas.)
En Alemania yo fui sólo una vez a un McDonalds porque las mesas y el piso estaban llenos de basura, así como lo describes.
El nivel cultural no tiene mucho que ver con el basurero. Los güeros alemanes también son bien cochinitos.
Esperaba que hicieras comentarios de la comida pa lanzarme por un platillo
Yo no entiendo, acá en Juárez se supone o tal vez es mi percepción que el 'Esmar' es para gente de no muchos recursos pues se nota cuando el tipo de personas que van pero es mucho más caro que Walmart y Soriana, entonces cómo está eso? Independientemente, a mí me gusta el 'Esmar', el mandado que compramos aquí en México, lo compramos ahí y la fruta, verdura, carnes y carnes frías están muy bien, cosa que Walmart ni Soriana tiene; todo siempre está pa la madre. Y la clientela también depende de la ubicación del súper, en el lado pudiente, uff!!! Yo creo ya estoy 'disvariando' como decia mi abuela!
Y si, es muy desesperante tratar con gentuza que no tienen nada de cultura o les vale o no se.
Publicar un comentario