Hace un par de años, cuando mi hermana se casó, sus suegros vinieron desde India y quedaron fascinados con Monterrey. Las montañas -que pueden verse desde cualquier punto siempre y cuando el smog lo permita- los maravillaron. Es fecha que, a pesar de las noticias bestiales de las que se enteran por medio de internet, quieren volver a venir: sólo para contemplar las montañas.
Últimamente intento ver a mi ciudad con ojos de turista. Con la mirada de alguien que sólo va de paso. La percepción cambia. El pesimismo se reduce y hasta llego a pensar que, si estuviera lejos por algún tiempo, la extrañaría. Pero luego me vuelvo a encabronar y le tiro mierda y deseo que le caiga una pinche bomba y quiero declarar la casa en la que vivo nación soberana e independiente.
Antes de escribir esto, estaba leyendo un pequeño artículo sobre mi ciudad. El autor del escrito relata cómo la mayoría de la gente añora el Monterrey de antes, y reflexiona sobre un punto que me pareció muy interesante: el Monterrey de antes es precisamente el que nos tiene en el Monterrey que hoy padecemos. Y tiene razón.
Esa faceta del Monterrey competitivo (que nos volvió voraces), capitalista (que nos volvió frívolos), industrial (que ensució nuestro aire y nuestros ríos), adinerado (que nos volvió soberbios), que se despierta pensando en trabajar y duerme pensando en seguir trabajando para acumular bienes materiales que son sinónimo de éxito, es justamente la que nos puso en esta tierra racista, sin ley, sin cultura, sin árboles, sin sensibilidad, sin muchas opciones laborales que no tengan que ver con el comercio o la industria y sin muchas opciones recreativas que no tengan que ver con beber cerveza, ver el fútbol o comer carne asada.
¿Qué se puede esperar de una sociedad a la que solamente se le inculcó trabajar y acumular bienes? Que sus habitantes se conviertan en autómatas. Autómatas que no se dan cuenta que quienes les dan sus empleos son los mismos que les ofrecen las distracciones y los mismos que les arrebatan su dinero. Reciben un salario y lo devuelven íntegro a los mismos que se los dieron. Es un círculo perfecto que muchos se niegan a romper porque -hay que aceptarlo- da cierta “seguridad”, pero -también hay que aceptarlo- nos impide ver y valorar otros horizontes.
¿Qué se puede esperar de una sociedad que todo lo ve como una oportunidad para hacer negocios? Pues que vendan su alma a quien "les llegue al precio" a costa de cualquier consecuencia, por negativa o perjudicial que ésta sea.
Yo por eso observo las montañas. Son mi nuevo horizonte. Siempre lo han sido. Las observo para olvidarme un poco de esta cultura dinerera que se ha arraigado desde hace años en mi ciudad. Para olvidarme de las matanzas, de la burocracia que nos hace delincuentes por no tener un papel sellado y del contubernio entre autoridades y quienes están fuera de la ley. Las observo porque sé que las montañas estarán ahí siempre, por los siglos de los siglos, recordándonos que no a todo se le puede poner un precio y que vale más quien no lo tiene. Observo las montañas de mi ciudad con la esperanza de que la triste situación que ahora vivimos no sea permanente. Y que sólo permanezcan las montañas.
Últimamente intento ver a mi ciudad con ojos de turista. Con la mirada de alguien que sólo va de paso. La percepción cambia. El pesimismo se reduce y hasta llego a pensar que, si estuviera lejos por algún tiempo, la extrañaría. Pero luego me vuelvo a encabronar y le tiro mierda y deseo que le caiga una pinche bomba y quiero declarar la casa en la que vivo nación soberana e independiente.
Antes de escribir esto, estaba leyendo un pequeño artículo sobre mi ciudad. El autor del escrito relata cómo la mayoría de la gente añora el Monterrey de antes, y reflexiona sobre un punto que me pareció muy interesante: el Monterrey de antes es precisamente el que nos tiene en el Monterrey que hoy padecemos. Y tiene razón.
Esa faceta del Monterrey competitivo (que nos volvió voraces), capitalista (que nos volvió frívolos), industrial (que ensució nuestro aire y nuestros ríos), adinerado (que nos volvió soberbios), que se despierta pensando en trabajar y duerme pensando en seguir trabajando para acumular bienes materiales que son sinónimo de éxito, es justamente la que nos puso en esta tierra racista, sin ley, sin cultura, sin árboles, sin sensibilidad, sin muchas opciones laborales que no tengan que ver con el comercio o la industria y sin muchas opciones recreativas que no tengan que ver con beber cerveza, ver el fútbol o comer carne asada.
¿Qué se puede esperar de una sociedad a la que solamente se le inculcó trabajar y acumular bienes? Que sus habitantes se conviertan en autómatas. Autómatas que no se dan cuenta que quienes les dan sus empleos son los mismos que les ofrecen las distracciones y los mismos que les arrebatan su dinero. Reciben un salario y lo devuelven íntegro a los mismos que se los dieron. Es un círculo perfecto que muchos se niegan a romper porque -hay que aceptarlo- da cierta “seguridad”, pero -también hay que aceptarlo- nos impide ver y valorar otros horizontes.
¿Qué se puede esperar de una sociedad que todo lo ve como una oportunidad para hacer negocios? Pues que vendan su alma a quien "les llegue al precio" a costa de cualquier consecuencia, por negativa o perjudicial que ésta sea.
Yo por eso observo las montañas. Son mi nuevo horizonte. Siempre lo han sido. Las observo para olvidarme un poco de esta cultura dinerera que se ha arraigado desde hace años en mi ciudad. Para olvidarme de las matanzas, de la burocracia que nos hace delincuentes por no tener un papel sellado y del contubernio entre autoridades y quienes están fuera de la ley. Las observo porque sé que las montañas estarán ahí siempre, por los siglos de los siglos, recordándonos que no a todo se le puede poner un precio y que vale más quien no lo tiene. Observo las montañas de mi ciudad con la esperanza de que la triste situación que ahora vivimos no sea permanente. Y que sólo permanezcan las montañas.
Y a como va la fiebre por construir incluso en las laderas, yo creo que dentro de poco ni las montañas u_u
ResponderBorrardefinitivamente es difícil ver con ojos de turista el lugar donde uno vive...
ResponderBorrarpor otro lado... no mames hace un rato que no venía al blog como tal y no sabía que ya tenías activados los comentarios nuevamente, saludos
¡Que buena critica! Así es Guffo, añoramos lo que había antes, pero es lo que nos trajo a donde estamos ahora. Decía un amigo "Hoy es el futuro que ayer te preocupaba", solo que no queremos abrir los ojos, para ver tal verdad.
ResponderBorrarA mi si me gusta ver mi ciudad con ojos de turista, me gusta pasearme sin rumbo fijo y ver gente que no conozco, me distrae bastante.
Saludos...
Totalmente de acuerdo mi estimado, pero ¿como va entender la gente que eso de "la cultura del regiomontano" y que somos bien chingonos y gente de trabajo y bla bla, es puro pedo?. Ese es el chiste.
ResponderBorrar¿Es mi imaginación o este post también tiene tintes del mentado libro ese? chingao ora si ya lo voy a comprar compadrito jejejeje.
pufff yo igual pertenesco a esa "forma de pensar"... y SI me la paso haciendo corajes (claro dentro de mi cabecita) con sólo salir a la calle ....
ResponderBorrarpss yo si añoro el pasado...por q carajo uno sabe q todas estas cosas horribles q están pasando llegaron de "fueras", ajenas a mi pobre pueblo tamaulipeco (uyuyuy)...ahora uno no puede ni salir de noche...sabrá el diablo q pasará en un "futuro".
ahora parece ser la tierra prometida de los Chilangos... andan por todos lados con la forma oportuista de aprovecharse de la gente noble, haciendo tranzas y demas. Se acabo la costumbre regia de que un apreton de manos valia lo mismo que una firma en un contrato.
ResponderBorrarAntes la fuerza que manejaba a las personas era la religión, los tenía como entes enajenados a la realidad.
ResponderBorrarAhora la fuerza de control es el dinero, todos y cada uno buscando desesperadamente algo para ganar dinero, lo que importa no es si son mejores personas, si se superan, si aprenden a apreciar la vida y los valores. Nooo!, lo que nos mueve es ganar dineeeero!.
podrías pasarme el ártículo por favor? me interesa leerlo. Gracias :)
ResponderBorrara guiaenchihuahua@gmail.com
maestrito guffo, que bueno que ya activo los comentarios de nuevo, un abrazo fuerte desde oaxaca.
ResponderBorrarNo, las montañas no pueden estar allí siempre. A veces, llega el mar y se las lleva. Llega el mar desde miles de kilómetros de distancia, y las deshace. En contra de todo pronóstico.
ResponderBorrarTodo es posible, me dice mi madre.
Casi todo, digo yo; pero aún no me hayo el casi.
estoy muy triste, hoy se metieron a robar a mi casa.
ResponderBorraryo pensaba que con que yo hiciera las cosas bien, que estudiara bien, que me dedicara a mi trabajo bien, con eso estaba salvando al mundo, y ahora veo que no es suficiente.
luego decidí poner atención en eso de la marcha de la paz y dignidad, quizá juntarme a un grupo de acción o algo así, pero están locos, creen que debemos de responder armados, se dicen radicales pero no saben a quién les van a dar las armas, y eso de la marcha de la paz no veo que sirva de nada. no digo que me estoy quejando sólo porque entraron a mi casa, sino porque considero igual que tú la situación a nivel global y está del nabo y no sé que hacer :(
ahora sí va la queja de que entraran a mi casa: pinches ojetes! cómo los libros sí los dejaron, méndigos :( cultívense idiotas!!!
Hola Guffo.
ResponderBorrarPublique un post mencionando al tuyo en mi blog http://tlacotzontli.blogspot.com/
Espero puedas visitarlo
Saludos
Lo peor de todo es que esa competitividad y estupidez consumista no permite ver a quien se llevan entre las patas, y nos llevan a todos al mismo agujero.
ResponderBorrarY concuerdo con Noé de que, como van las cosas ya ni las montañas permanecerán. Como muestra, lo que sucede en Cerro de San Pedro, en la capital potosina (bienvenido cuando guste). Los intereses y la codicia de unos pocos han permitido que los ímbéciles de la Minera San Xavier destruyan el mencionado cerro, para sacar las ínfimas cantidades de oro que aun quedan en sus entrañas, con un plan de minería que, en pocas palabras, lo va a partir a la mitad. Eso sin contar el daño ecológico por el uso de arsénico y otros ácidos para curar el mineral.
Lo curioso es que Cerro de San Pedro forma parte del escudo de la ciudad de San Luis Potosí; lo que tambien refleja la poca importancia que se le da a la identidad y la idiosincracia del pueblo potosino. Vaya si estaremos mal...
Excelente cometarios todos. Muchas gracias por aportar al post. Eso que mencionan de la depredación de las montañas es bien cierto. Lo más irónico es que hace una semana me cayeron los de ecología del municipio para multarme por un anuncio adhesivo que puse en la puerta del negocio y que "quita visibilidad". Una multa de ¡6 mil pesos! Inventan tantas pinches leyes absurdas que todos somos delincuentes o estamos fuera de la ley; ah, pero a los delincuentes les dan trato VIP. Lo más irónico es que ellos mismos fomentan la mordida y te ponen en un dilema en el que, a final de cuentas, uno termina siendo culpable por fomentar ambas pendejadas. ¿Qué harían ustedes?: "ser rectos" y pagarían la multa de 6 mil pesos por un reglamento que ignoran, o mejor les dan 500 pesos para que se las quiten y se ahorran 5500... ¿Qué harían?
ResponderBorrar1.- Es dificil ver con ojos de turista mi lugar de estadia.. pasa tanto tiempo que ya nada te sorprende.
ResponderBorrar2.- somos personas que buscamos un fin comun (dinero) pocas se preucupan por ser responsables, y siemrpe que hagas algo se vera algo peor, como mencionas indstril=sucio etc etc..
3.-y claro no hay mejor jefe que uno miso, muchos van por esa seguridad por que no la tienen en i mismo,
4.-por tu comentario del ahorro de 5500... aunque no queramos hay que darle su hueso al perro... lastima que es un circulo vicioso en el cual se hace mas grande y grande... aveces imagino dandole un balazo a quien me pidiera mordida, asi muchos dejarian de hacerlo..... ¿Como le vamos hacer jovenazo?... como que.... PUM... un corrupto menos en la sociedad...
5.-una Tutor anterior que tuve comentaba que para corregir el problema que tenemos aqui se tendria que hacer lo que hicieron en malacia, soltar la policia militar y educar al pueblo con tirania... solo sobrevivirian gente decente... pero el punto es que tambien nuestra PM esta dañada
Para empezar que te muestren el mentado reglamento.
ResponderBorrarDos, que te expliquen porque NO dan reglamentos a las personas que rentan o adquieren un inmueble para volverlo comercio.
Tres les pides que te digan en dónde dice que la multa es tan costosa.
Cuatro, los grabas en video, les das una mordida, y luego lo llevas con Larrazabal y que te den 25mil pesos por mostrar a un funcionario pidiendo mordida.
Pagas la puta multa y te quedas con 19mil y el pendejo ese se queda sin trabajo.
No es que uno quiera vivir o trabajar fuera del reglamento, el pedo es que hay tantas reglas que es imposible conocerlas todas. Si me dices qué hacer y qué documentos presentar para estár dentro del marco legal, lo hago sin ningún problema. Pero me han caído a cobrarme multas y a pedir mordida: por no tener el botiquín en un lugar visible, por no tener el CURP del negocio en un lugar visible, por no tener recargado un extinguidor de los 3 que tenemos (que sí funcionaba, pero "no tenía la etiqueta que protección civil avala"), etcétera. Y entre multa y multa se te va tu sueldo, el del trabajador y los pagos alos proveedores y más te endeudas.
ResponderBorrarLo que más da coraje, es que vas a las instancias de gobierno que te piden todos esos requisitos, y ellos mismos no los cumplen. Pinches edificios cayendose, con el plafón chorreando y enmohecido, sin luces de emergencia, con puertas que no abren, etc. Eso es lo que da rabia. Ah, pero si uno comete un error: delincuente. Si uno prefiere dar 500 pesos en vez de pagar 6 mil: delincuente. No dan opción, te quieren coger por todos lados.
Y no sólo en las instancias de gobierno, en muchas empresas es igual.
Si con una tiranía garantizan que sobreviven los decentes, que la impongan, me vale madre.
Saludos.
" a soñar a soñar, a este mundo venimos a soñar "
ResponderBorrarestribillo de una cancion popular azteca
es chido decir que uno abre la ventana y ve las montañas...para guardar ese efecto no hay que prender la tv.
ResponderBorrarA ti te ponen una multa de 6 mil pesos por poner una calcomania y a Hank Rhon que tenía un chingo de armas en su casa lo dejaron libre.
ResponderBorrarInteresante, sabes yo soy de ciudad juarez y toda mi vida la he pasado aqi y siento qe una de las causas de los problemas aca es precisamente algo qe tu mencionas, el ver la ciudad de paso. Honestamente y a pesar de todo lo malo qe se dice de la ciudad recientemente bautizada como "epicentro del dolor del pais" juarez en su momento fue una ciudad muy generosa qe tenia una casa y un trabajo para todo aqel qe lo necesitara, lamentablemente, todos venian "por mientras me paso pal otro lado" o "por mientras me regreso a mi rancho" de manera qe nunca ha existido una verdadera cultura juarence. A nadie le importaba nada mas alla de si mismo porqe al fin qe no pensaban qedarse y ps cuando no te sientes parte de algo simplemente no te importa el bienestar de dicho lugar.
ResponderBorrarY como he comentado en otras ocasiones, es ese sentimiento de "pobres de nosotros" lo qe no nos deja movernos e irremediablemente terminamos declarando nuestra casa, como tu bien dices, nacion soberana e independiente
Maravillosas las escarpadas montañas de Monterrey! Parece una escenografía puesta allí para la pura contemplación.
ResponderBorrarjajaja que pasados de ratas son en monterrey....... " tener el curp visible ".........eso que ???
ResponderBorrarHace mucho tiempo que no te leía. He ido a Monterrey sólo una vez, pero pasé en el autobús varias veces, y me encantan las montañas. Pienso en mi ciudad, en Morelia, y también quisiera verla como turista, Morelia no tiene montañas, sólo es muy bonita, y ya no quisiera saber nada malo sobre ella. Yo no quiero que le caiga una bomba, no sé si esto tiene solución, ni como es. Sólo me dio nostalgia tu post.
ResponderBorrarOye pues si, eso de las montanas esta triste. Fijate que hace dos anios fuimos a Mty y mi marido encantado una vez que fuimos a las grutas de Garcia porque la vista de la montana era hermosa. Lo triste fue que ya se estan construyendo HORRIBLES casas de infonavit. Es horrible como se permite esto. El gobierno deberia de cambiar las politicas de vivienda. En fin...
ResponderBorrarY por lo de las reglas, lamentablemente no estan bien hechas. Aqui en Canada, o es warning esta visible en lugar publico o en tus contractos estan estipulados los requisitos que deben de ser cumplidos y/o sanciones. No pueden llegarte asi nada mas con multas fantasmas porque deberias de saber algo que nada mas en la biblioteca lo encuentras...o sea, la vdd malisimo que esta eso. Es un retraso al progreso como pais y como persona, nada mas te quitan las ganas.
En fin,
Saludos
Oh, Canadá, bendito país que se está quedando con el 70% del oro de Méxic, snif. Pero sí, tienen cosas muy chingonas.
ResponderBorrarSaludos.