Prácticamente vivo en la parte de atrás de un negocio de cajas de cartón. Al fondo de la bodega, entre las enormes estanterías tubulares que sostienen los productos y los pasillos impregnados de un aroma a aserrín, hay una puerta. Mi casa/oficina. Si tuviera cama, regadera y un pequeño hueco en la pared a manera de ropero, de seguro ahí dormiría.
Por las mañanas, cuando llego y el almacén está apagado, imagino que recorro el Cementerio de los Libros Olvidados de las novelas de Ruiz Zafón. Imagino que las cajas apiladas verticalmente y recargadas unas contra otras son volúmenes gigantescos de textos milenarios o libros de conjuros mágicos. Tengo que alucinar desde muy temprano para que mi cerebro no se vuelva acartonado por pasar tanto tiempo en este lugar.
Traspaso la puerta y enciendo la luz. El pasillo de la bodega toma un look de thriller cinematográfico que me eriza los pelitos de la nuca. Agarro del escritorio mi flexómetro, el cutter y mi radio, me los acomodo en el cinturón e imagino que es el cinturón de Batman o Han Solo.
Afuera, la gente se dirige al trabajo, a dejar a sus hijos a la escuela, a conseguir un empleo, a velar a algún familiar, a pagar una deuda interminable al banco, a asesinar, chantajear, secuestrar o robar a alguien que, a veces, ni la debe ni la teme.
Miro la estampida de fierros retorcidos rodar sin avanzar sobre el asfalto y no pierdo la esperanza de que alguien -sólo uno- vaya en camino sin regreso a otro lugar que no sea esta ciudad; alguien que vaya a hacerle el amor a una mujer que lo vuelve loco, a recibir una buena noticia, a cumplir un sueño o, simplemente, alguien que esté pensando en comprar un moño, un metro de burbuja con aire, algunos kilos de película estirable o varias cajas para archivar papeles para que salga el gasto de mi día.
Suena la alerta del radio: “¡Bip, bip!”. Alguien me llama. Al contacto de mi mano con el aparato sujetado a mi cintura, imagino que es un sable de luz Jedi. Después de oprimir el botón y contestar con un “Adelante”, todos los villanos intergalácticos a los que me iba a chingar con mi espada láser se desvanecen y vuelve la realidad.
Tengo que mantenerme imaginando desde muy temprano para que mi cerebro no se vuelva cuadrado, como las cajas que acechan todo el día a mis espaldas.
no le tengas tanto miedo mi gufo, ves que salen cosas chidas. abrazo.
ResponderBorrarQue bueno que todas estas memorias las tienes guardadas en esta espacio, cuando las vuelvas a leer al paso de un año estoy seguro que esbozaras una sonrisa. Se me hace muy divertida la incertidumbre del inicio y se me hace muy divertido también un día pararme y voltear a ver que es lo que hice desde que comence un proyecto y ver cómo lo que me causaba terror-panico-miedo-nervios-stres ahora me causa cierta pereza porque lo domino (mejor que al principio seguro) y vuelvo a la busqueda de nuevas cosas que hacer porque el obejtivo inmediato cumplido esta. Y vuelvo a buscar el terror-panico-miedo-nervios-stres porque de otra manera ¿Cual sería el chiste de esta vida?
ResponderBorrarYa se que es tu blog pero no puedo evitar poner lo que me hace pensar cuando leo lo que escribes.
¡Ánimo chingá!
oiga mi guffo, abrio negocio o que onda????, que buen escrito.
ResponderBorrarUn saludo
Solo necesitas la Montblanc y listo busca tu libro dentro de las cajas como en el libro de Ruiz Zafon, tienes madera de escritor, porque no lo concretas en papel, y lo mandas a algun concurso, neta y si ganas, y puedes continuar el negocio, mejor ser patron que andar buscando chamba, en relacion al negocio, espera solo un poco y veras como al rato eres el magnate de las cajas de carton, si la gentes se hacer millonaria, pepenando basura, como no te va a ir bien en algo como lo que estas iniciando, animo y sigue produciendo sonrisas.
ResponderBorrarSi es verdad que haces eso, que chido de tu parte, que todavia conservas la imaginacion y el corazon de un niño y tambien el encontrarle el juego a cualquier cosa que hagas o tengas para hacerlo menos rutinario y tedioso.
ResponderBorrarSaludos! =)
ponte a trabajar wei, jajajaaj mira la olla le dice al comal.YAAAAAAAAAAAAAAAA toy en chinga en el jale we jajaj ahorita un cliente se enojo y dijo fuck u a mi companera y ella dice "anote su numero le voy a llamar " amonos bien cagada jajajjajajajaja
ResponderBorrarclaro le hablara como Anonimo jajajajajajaja aki si se puede we!!!
saludos
Por qué no construyes un robot con cajas de cartón y dominas al mundo, digo, ese también sería un buen alucine... saludos!
ResponderBorrarLacho: No es miedo, carnal, es incertidumbre y ganas de vivir querer vivir de lo que a uno le gusta pero que aveces no se puede. Pero sé que saldrán cosas chidas.
ResponderBorrarAnónimo: Gracias por tus palabras, jeje. Yo lo sé, es más el pedo que hago para tener algo qué escribir.
Malhechecito: Sí, carnal, con mi papá, uno de cajas de cartón.
Salvador: Jejejejeje. Gracias por los ánimos.
Tachiquín: Sobre todo eso: que no se vuelva rutina porque el tedio mata.
Bely y Beto: Pos si estoy jalaaaando, jajaja.
Alfrek: Me acabas de dar una idea muuuuy chida para la tira del Capitán Cooltura y el Agente Moleskine. Chas gracias. Te daré tu crédito, no te preocupes; deja nomas la hago, jejeje.
aahh que pendejo el alfrek ese...
ResponderBorraren esos casos la gente le paga a otra gente para hacer lo que ellos no quieren y entonces ellos se vuelven millonarios a costillas de la gente que si esta trabajando y soñando en que algun dia podran pagarle a otra persona que haga su trabajo mientras ellos vacacionan en fiji
ResponderBorrarcontratame para ser la 3era en la fila necesito jale soy pobre
Te entiendo: Hace 6 meses que me trasplantaron de Regiolandia a Querétaro por culpa del trabajo. Las raíces de mas de 40 años siguen al pie del Cerro de la Silla y siguen estirando pa allá. Si hace un año alguien me hubiera dicho que estaría viviendo en la antesala de Chilangolandia, no lo hubiera creído. Uno se aferra a lo que conoce, a lo que sabe hacer, pero los cambios no solo no son malos, son inevitables. Ah...no todos los que circulan por Constitución, Gonzalitos (o cualquier avenida grandota de cualquier megaurbe del mundo) andan sin rumbo: algunos sí van a buscar a esa mujer, hombre o quimera que les quita el sueño a decirles de una vez por todas el piropo que han tenido guardado por mucho tiempo.
ResponderBorrarBuen blog.
suena muuy gris! muy impresionante
ResponderBorrarManejas muy bien la situación, otros en tu lugar solo se estresarían.
ResponderBorrarSaludos!
1000 puntos de respeto Guffo, saludos
ResponderBorrarShale! parece nueva la raza que ahora escribe los comentarios. Como si empezaran a descubrir y checar tu blog. ja!
ResponderBorrarAsi se comienza en todos los negocios, al rato no se la va acabar...
ResponderBorrarNo sé por qué me encanta cuando escribes así: derrotado, resignado ante un mundo que no puedes cambiar y que a veces acobarda. Me encanta que seas tan cotidiano y lo comun y corriente y aburrido que pueda ser vender cajas lo escribas de manera tan genial. Me encanta porque, sin embargo, te notas al pie del cañón y que no quitas el dedo de tus objetivos y no dejas de soñar auqnue este mundo ya no permita soñar...
ResponderBorrarMe encanta!!!!!!!
eh vato y cómo te fue con la revista acá en Guadalajara?
ResponderBorrarYo no se cuanta tristezona se escanda detras de tan buen humor, pero me encanto eso de que todo los dias esperas que alguien se vaya para siempre de la ciudad o vaya a hacerle el amor a una mujer que lo vuelve loco...
ResponderBorrarme encanta todo lo que imaginas y ojala no dejes de imaginar porque lo peor podrìa pasar es que un cerebro tan creativo como el tuyo se nos acartone...
no quieres huir en barco a tierras lejanas? si la respuesta es si en serio, buscame...