Salí de la universidad aquel diciembre en que nevó, muy poco, pero nevó después de diez años desde la última vez. Todos los diarios de la ciudad publicaron fotos en primera plana del frágil manto de hielo que cubrió durante pocas horas los tinacos de las azoteas, los techos de las fábricas, las bancas y la hierba de los parques antes de que el sol de medio día convirtiera todo en charcos. Recuerdo que los canales de televisión no paraban de transmitir imágenes de la incipiente nevada como si ésta hubiera sido el acontecimiento más importante del año: todo el día pasaron reportajes de niños que habían faltado a clases y jugaban eufóricos sobre la rocinante escarcha. Los medios de comunicación magnificaron el suceso climático pues así le daban a la gente su “milagro navideño” –como ellos mismos lo llamaron- y borraban de sus mentes el reciente aumento de precios a los productos de la canasta básica y de las tarifas de luz. Explotar al máximo la nota de la nevada era mejor que advertir sobre la devaluación que se veía venir -y llegó- días después: devaluación que obligó a cerrar varias empresas y dejó sin empleo a más de quince mil trabajadores. Tampoco mencionaron nada del robo de 120 urnas en las elecciones gubernamentales que fueron encontradas enterradas ese mismo día: cinco meses después de su desaparición, y minimizaron la muerte de dos personas a palazos que dejaron como saldo las manifestaciones públicas de maestros que exigían un mejor salario. Una de las víctimas había sido una mujer embarazada. La delgada capa de aguanieve que cayó ese día tuvo el suficiente grosor para cubrir oportunamente la situación crítica por la que atravesaba el país y, todo lo que estaba mal en el mundo, de pronto se tornó color blanco: el blanco intenso de una pañoleta que venda los ojos de la sociedad. La foto de mi generación –todos de toga y birrete- apareció discretamente en las páginas interiores de un suplemento de sociales en el periódico donde la universidad en que estudié se anunciaba y tenía acciones. Ya eres todo un Licenciado, mijo, exclamó mi padre con los ojos aguantando el llanto al ver la fotografía, mientras mi madre emocionada traía unas tijeras para recortarla.
P.D. Muchas gracias a todos los que han hecho sus depósitos bancarios para adquirir el libro de Chistes Alowey, snif. Yo les avisaré cuándo van a hacer los envíos, espero que a más tardar el viernes de la próxima semana.
Los que necesitan la CLABE interbancaria, o esa madre, mándenme un mail para pasarselas, por favor.
Gracias de nuevo y muchos saludos.
Porque nadie comenta nada?????
ResponderBorrarYo digo que deberias publicar las historietas a la venta en mercadolibre. Es mas facil.
Saludos!
pues es que no se que es peor mi guffo.... falsas realidades, o tristes realidades....
ResponderBorrarsaludos!
Oblivion: Ah, eso de Mercadolibre sí se va a hacer, nomás aguanten tantillo. El problemilla es que el libro sería un poquito más caro, andan viendo qué tanto, por eso no les había dicho nada.
ResponderBorrarYo les aviso.
Anónima: Las dos son tristes, snif.
A veces las falsas son un poquito mejres, pero no dejan de ser tristes.
Saludos.
En ocasiones no es necesario que caiga nieve, solo hay que cerrar los ojos para no ver y no escuchar para que las cosas pasen desapercibidas o se tornen invisibles...
ResponderBorrarYa te sabes la frase asi que ya no la voy a poner.
Saludos desde SLP
Que onda Guffo,pues si puedes publicar la CLABE que a toda madre porque ayer fui al banco pero por ser fin de mes habia mucha gente.
ResponderBorrar12 de diciembre de 1997.. yo tenía.. haha mejor no digo mi edad de esos días.. nono..
ResponderBorrarhmm.. eso estuvo grueso, la neta ni tenia idea de que todo eso hubiera pasado pero no lo dudo... pero estaba bien morra.. tons no me di cuenta (sigo diciendo es fea palabra..!)
cuidate..besos y abrazos, guffito
(sigo enferma..pff)
y de qué te nos graduastee???
ResponderBorrarsaludoos guffoo :)
Arévalo: Mándame un mail y te paso la clabe, carnal, porque me dijeron que de preferencia no la pusiera en el blog, ignoro por qué.
ResponderBorrarMissy: Me gradué de Ciencias de la Comunicación de la UdeM, pffff.
Buen sábado.
En esa navidad nevada yo estaba en la primaria!
ResponderBorrarsaludos!
No mames pinche Guffo, escribes bien verga. Tienes un manejo del lenguaje muy ágil y tus historias son etretenidas y nostalgicas. A veces arrancas la carcajada o nos sumerjes en reflexiones profundas con cosas tan cotideanas.
ResponderBorrarSigue así, men, neta que eres una verga y espero pronto saques ese libro de recopilaciones de tus posts y las columnas del periodico que están igal de chingonas que esto.
Saludos
eres abogado
ResponderBorrarPinches weyes que se meten nada más a dejar comentarios pendejos me cagan.
ResponderBorrarComo el anónimo de arriba. Ni siquiera leyó que Guffo acaba de decir que es pinche comunicólogo y el pendejo trata de adivinar que es abogado JAJAJAJAJJAJAJA.
POS NO TE ESTA DICIENDO YA QUE ES COMUNICOLOGO, PENDEJO.
Hay que leer los commeents de los demás, anonimin pendejíN
Guffo, aveces me caes bien y me gusta lo que escribes, pero te lee puro pendejo...... eso me ofende.
chale....
ResponderBorrarpos nada mi Guffo, solo dando un rondin..
Besos
pues no creo que sean puros pendejos los que lean porque estas leyendo tu y si tu te consideras pendejo pues bienvienido al grupo de los pendejos.
ResponderBorrarOtra cosa si te sientes tan gallito para pendejaear a la gente porque no pones tu nombre y te dejas de anonimatos tenga huevos amigo.
ResponderBorrarA ver Guffo, ¿las calamidades que AQUEJABAN AL PAIS? ¿O sea que ahora ya nada de eso pasa? Bueno, al menos no sé si ha vuelto a nevar allá, en tu lugar de origen, por que de lo demás que cuentas, todo sigue igual
ResponderBorrarLos comunicólogos somos una extrañan raza que pronto se apoderará del mundo... que mamón.
ResponderBorrarEn que año te graduaste Guffo?
La fecha que puso Gaby es correcta, pero yo me gradué en diciembre del 98, un año después. Quise adecuar esa fecha nada más para que el relato tuviera algo de nievecilla, jeje.
ResponderBorrarSaludos.
Siempre en fechas de "cambio" algo "mágico" sucede que nos hace voltear hacia donde no estan los problemas y a cambio sobrevaloramos cosas que no perduran... sr yo quiero un libro!
ResponderBorrarComo estas peladito, en base a que me acorde de los video risa di con tu Blog, igual y no te acuerdas de mi, soy Daniel Valles y estuvimos en el Montessori de San Jerónimo, no se como jodidos vine a encontrar tu blog, será que es el mismo sentido del humor de pastleazo, cuidate.
ResponderBorrardaniel_valles@hotmail.com