En la construcción de donde nos robábamos maderas, trozos de varilla y mangueras de plástico, había un vigilante viejillo que cuidaba que no se fueran a robar todo eso que nosotros –chamacos de 9 años- hurtábamos para construir nuestro club en uno de los tantos montes baldíos que había en la cuadra.
Entrábamos siempre por la misma ventana cada que veíamos que los albañiles salían de su turno de trabajo, cuando el ruco se iba a comprar su Coca Cola y sus galletas Marías de siempre o cuando se quedaba dormido en un catre que ponía en el cuarto de a mero adelante de la construcción. Varias veces nos sorprendió robando y nos correteaba y nos apedreaba y nos gritaba: ¡hijos de su piiinche maaadre!, pero como estaba bien viejillo, pues nunca nos alcanzó y, como no sabía dónde vivíamos, pues nuestros padres nunca se enteraron de nuestras travesuras.
Una de esas veces que entramos a hurtadillas por la misma ventana, vimos que en la pila del patio el viejo estaba agachado pintándose el cabello con uno de esos botecitos de Miss Clairol que nomás usan las mamás y las abuelitas. No pudimos evitar cagarnos de la risa y ser descubiertos. El ruco saltó del susto y que nos corretea encabronadísimo con toda la cara escurriéndole en pintura negra que parecía azul y agarrando piedras del suelo. Pinche viejo joto, le gritábamos mientras huíamos, pinche viejillo maricóoon, jajaja; y él sólo nos respondía con su ya característico ¡hijos de su piiinche madre, van a ver! y una lluvia de grava.
Creo que todo ese día no paramos de reír.
Tres días después decidimos ir de nuevo a la construcción para ver si había una madera grande, como del tamaño de una puerta, para ponerla como techo del club sujetándola entre las dos ramas más gruesas del mezquite. Nos colamos por la ventana y en el piso de concreto encontramos una cinta de medir amarilla, de esas que se enrollan solas. La tomamos. Nunca habíamos tenido una de esas, sólo martillos y seguetas que agarrábamos de los maletines de los albañiles. Pero nuestro sueño era tener una de esas reglas con tubitos de agua verde adentro que traen una burbujita en medio.
En eso, en uno de los cuartos, vimos al viejillo Miss Clairol llorando y metiendo cosas en una maleta toda jodida. El cabello le resplandecía y ya no nos parecía tan viejo como antes. Dejamos de escondernos y nos acercamos un poco, pues nos sorprendió ver a un anciano llorando. Entre sollozos nos dijo:
- Hijos de su pinche madre, por su culpa me corrieron. ¿Ora qué van a tragar mis hijos?, güercos pendejos; mis hijos que no andan robando como ustedes, bola de cabrones…
Mis amigos y yo nos volteamos a ver sin saber bien a bien qué pasaba: lo que para nosotros había sido un juego divertidísimo, al viejo Miss Clairol le había costado su trabajo y el sustento para su familia. El ruco se agachó y tomo piedras de un montón de grava que tenía a un lado y, antes de que nos las aventar, corrimos despavoridos. El ¡hijos de su pinche madre! característico se escucho a lo lejos, justo detrás del de la lluvia de piedras estrellándose y esparciéndose sobre el pavimento de la calle Hernán Cortés.
Quisimos ir a devolver todo lo que nos habíamos robado, junto con algo de comida que tomamos de las alacenas de nuestras casas, pero el viejito Miss Clairol ya no estaba. En su lugar, estaba un señor joven que yo creo que si nos correteaba, sí nos alcanzaba y nos ponía una chinga con nuestros padres. Un guardia al que seguramente no encontraríamos en el patio de la construcción tiñéndose el cabello. Snif.
Me rei como loca con el viejo Miss Clairol y pare de reir hasta que unos hijos de su pinche madre lo hicieron llorar. Nombre super chida tu historia!!!
ResponderBorrarCuando uno es huerco le vale madres todo y de grandes pues nos sigue valiendo mas.
Chale Guff!
ResponderBorrark mal rock que lo corrieran por su culpa...en fin.
Shit happens
Sale man!
Pobre viejillo, pinche Guffo gacho. jejej saludos
ResponderBorrarQue royales Gustavo! oie si me interesa entrarle y tengo varios amigos que les podria llamar la atencion lo que me comentas del proyecto de tiras comicas, que criterio seguirian? es libre el tema? tiene lineamientos? que onda? tienes mas info o una pagina web de donde sacar mas info para ese proyecto? o en base al comment que me dejaste te mando algo y les envio a mis amigos ese rock para ver si se anima alguien mas?
ResponderBorrarSaludines! Le vas a caer a Placebo? snif...yo quiero ir pero ando juntando para Tool en el paso Tx, yeah!
Abur!
:o Gulp!
ResponderBorrarSmiley was agood...
ResponderBorrareh? que?! bueno, y es que qué hijos du su piiinche maaadre eran, buen cuento!
Oyes mi guffo, pinches vatitos culeros, por eso te quedaste pelón tu cabrón. ya decía yo que los de cumbres son medio vandalillos... bueno saludos
ResponderBorrarComo decia mi mama, cuando me cagaba, ahora si verdad pinche mariquita te dolio?, jajajaj...
ResponderBorrarQue ogete, compa.
Pobrecito viejito, me dío cosa! :O(
ResponderBorrarPinche Guffo..cuyeyo de morrillo.. ahora los hijos del Miss Clairol van a vengarse de todos ustedes =P
ResponderBorrarHijoles en verdad que que mala onda, uyyy como hacemos cosas sin pensar en las consecuencias...
ResponderBorrarPero neta, pos con quién se juntaba...jaja
Pues a uno de niño no le parece malo agarrar cosas como maderas, tubos de plástico o seguetas de una casa en construcción; no lo ve como un robo. Obviamente si mi padre se hubeira enterado me habría puesto un megachinga como la que me puso una vez que rompí el medidor de luz de una casa por andar tumbando unos panales de avispa.
ResponderBorrarUno simplemente es niño y de esas cosas aprende uno a medir sus actos para que las consecuncias no alcance a terceros.
buenisisisimo, pobre señor .... pero lo travesuriado nadie se los quitaba!!!!! buen inicio de semani...
ResponderBorrarSip, lo mismo hacíamos en el barrio con un ruco que le deciamos el "Chonchón"
ResponderBorrarOye guffo tenia pensado regalarle un retrato caricaturizado a una ruca tipo los que te avientas en la silla joven.
ResponderBorrarMe gustaria que me hecharas un paro y me digas en cuanto me saldria masmenos y pues para ponernos deacuerdo
te dejo mi mail y estamos enc ontacto
japc_2890@hotmail.com
-jorge paez
orale chida la historia desde que la empeze a leer no pare de reir hasta que lo encontraron llorando al pobre ruco
ResponderBorrarpos asi han de haber robado para que hallan corrido al ruco a lo mejor y en lugar de construir su casa club de repe y construyeron el palacio municipal jejejejejje
chido se blog don guffo
se cuida y pongase un peluquin pa que no le de frio jejejeje
Jorge:
ResponderBorrarMándame las fotos a mi mail y dime si la quieres en blanco y negro o a color o qué pex, tamaño carta, doble carta, si es una sola persona o son dos, para ver cómo ando de tiempo y en cuánto te la tengo lista. Gracias.
Pelas! O creyeron que el se estaba robando las cosas, o conto que no podia alcanzar a unos chamacos.
ResponderBorrarQué padre texto colega.
ResponderBorrarSaludos.
ay que feo que lo corrieran, pero bueno, uno de niño qué iba a saber de eso :P
ResponderBorrarsaludos guffo
Ay senti feito por el señor..que malos son los niños verdd...uyy el Karma...jaj
ResponderBorrarSld2
Ya esta guffo te mando las especificaciones en el mail
ResponderBorrar'che Guffo!, dime si la historia es cierta para reírme a gusto si acaso no lo es.
ResponderBorrarEs que si sucedió de verdad siento gacho de reírme del viejito!!!
Saludos Guffiño, acuérdate que estoy en la lista de los "Chistes Alowey"!!!
Johnny
Chale Guffo, que mal pedo, a esa edad yo también hice un monton de pendejadas que neta, no sabía que magnitud tenían hasta que cumplí los 14... neta, se siente culero...
ResponderBorrarQue onda, me recomendaron tu blog y lo primero que leo es esto!! jajajaa me morí de la risa...pero pobrecillo viejillo =( Fijate, yo trabajo en la construcción - no de albañila - soy arquitecta, y si es una gachada que les roben su herramienta a los trabajadores, por eso ponen velador; pero casi siempre es un viejito, como el que ustedes hacían renegar.
ResponderBorrarPor cierto... de chavilla también teníamos un club mis amigos y yo, en un monte jajjajaajaja
Me diste tema para un próximo post.
Saludos!! y te agregaré a mis favoritos :)
Silvia
Weee... no manches... siento mi corazoncito apachurrado... méndigos!
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