Después de leer ésto, tal vez no puedan volver a dormir tranquilos como antes.
Todo comenzó cuando empecé a ganar arriba de 150 mil pesos mensuales; hace un par de semanas me dieron el aumento. Bueno, son más de 200 mil pesos libres de impuestos contando las prestaciones, los vales de despensa, de gasolina y de más beneficios que ofrece la empresa: seguros de gastos médicos para toda mi familia, seguro contra todo tipo de accidentes para mis coches, la educación de mis hijos –también pagada por la compañía- y los viáticos en los viajes de negocios y vacaciones. Es una lana.
Fue ese día, el primer día de mi aumento de sueldo y de mi nuevo puesto, cuando me hicieron las revelaciones que a continuación les contaré. Espero contar con su discreción.
Desde ese día, no he vuelto a ser el mismo. Y no porque el dinero me haya cambiado, sino que ¿quién podría ser el mismo cuando se entera de tanto? Cuando el concepto que uno tenía del mundo resulta ser completamente erróneo y la realidad resulta ser lo contrario a lo que uno creía. No es correcto que escriba sobre este tema; de hecho, me lo tienen prohibidísimo, fue lo primero que me advirtieron cuando me hicieron las revelaciones: que no le dijera nada a nadie. Si alguien se llegara a enterar de lo que estoy escribiendo, es muy probable que me maten o me desaparezcan. Y no dudo que se enteren. Dicen que a quien le hacen las revelaciones lo monitorean todo el tiempo sin que se dé cuenta, durante un año o más, para ver qué tan confiable es la persona a la que se le revelan los secretos. Pero a mí me es imposible vivir con esta carga.
Todo empezó ese día en que me citó el Licenciado -mi jefe y dueño de la empresa, una de las más importantes del país y la número uno en producción de acero- en la sala de juntas. Fui de inmediato. Entré en el amplio recinto de mármol, pinturas, estatuas, alfombras persas y espejos. Junto a mi jefe, sentado en el lujoso sillón de piel negra, estaba un hombre que nunca había visto en los casi 20 años que llevo trabajando en la empresa. El Hombre Desconocido –de unos 60 o 65 años- se puso de inmediato de pie y me saludó muy amablemente llamándome por mi nombre completo -con los dos nombres y los dos apellidos-, pero él no me dijo el suyo. Y yo tampoco lo pregunté al ver que mi jefe hacía una disimulada seña que me indicaba que guardara silencio.
Nunca había visto a al Licenciado tan sumiso y tan callado. El jefe siempre estaba dando órdenes, estresado, acelerado, regañando gente; a veces era déspota y arrogante. Pero frente al Hombre Desconocido, mi jefe parecía un indefenso perrito, un alumno barbero que quiere quedar bien con el profesor.
No me ofrecieron café ni un vaso de agua; tampoco me dijeron que me sentara. En silencio, el Hombre que yo no conocía tomó un control remoto similar al de una televisión y apuntó hacia una pared de la ostentosa sala de juntas. La pared se abrió. ¡A la madre! ¿Qué está pasando? Todo empezó a parecer irreal. Parecía un programa de esos de bromas y cámaras escondidas, pero al ver el rostro del Licenciado, pensé que nada de lo que estaba sucediendo era una broma. Debo de confesar que tanto misterio y tanto silencio me causaba un poco de miedo. “Adelante”, me dijo el Hombre Desconocido extendiendo su brazo y dejando al descubierto el reloj más lujoso y con más diamantes que había visto en toda mi vida. Obedecí y entré. Era un elevador.
Tras de mí entró el Licenciado y luego el Hombre Misterioso. Se cerró la puerta con delicadeza, sin emitir sonido alguno. No sé si subimos o bajamos, pero el trayecto fue largo y mudo. Como de 20 o 30 pisos si lo medimos en niveles de un edificio. El Hombre Misterioso miraba parco hacia el frente y esbozaba la misma sonrisa amable, casi imperceptible; el Licenciado seguía muy callado, lo notaba algo nervioso y eso hacía que yo me pusiera más nervioso. Ese silencio y ese nerviosismo me decían que no rompiera el hielo con ningún comentario.
Un escalofrío recorrió mi espalda cuando el ascensor (o descensor) se detuvo y la puerta se abrió suavemente; casi en cámara lenta. La loción del Hombre Desconocido dejó una estela cuando salió del elevador. Salió mi jefe detrás de él y después yo. Mi fascinación y desconcierto aumentaron. Es indescriptible la sensación que tenía en el cuerpo.
Estábamos en una enorme galería con fuentes, cascadas, riachuelos, aves cantando y vegetación por todos lados. No en macetas ni en jardineras; vegetación de todo tipo, plantada en tierra, pero bajo techo. Todo el jardín estaba iluminado, pero no por los rayos del sol. Al fondo del opulento salón botánico había un inmenso tanque de peces que hacía la función de una pared. El cristal iba del suelo hasta el techo y como que curveaba o rodeaba unos pasillos que conectaban con otras habitaciones. El Hombre Misterioso miró mi estupefacto rostro y sonrió. Llegué a imaginar que estábamos bajo el mar cuando vi pasar a un tiburón martillo por detrás del vidrio; pero era imposible: mi ciudad no tiene mar. Todo era maravilloso y terrorífico a la vez. Era imposible creer todo aquello.
Al centro de todo ese “paraíso”, había una mesa con tres sillas: una mesa llena de comida, frutas, vegetales, copas, botellas de vino, vasos de cristal, servilletas de tela en forma de cisnes, cubiertos de esos que nadie sabe usar (para el postre, para la sopa, para la ensalada), etc. “Adelante”, volvió a decirme el Hombre Misterioso, apuntando a la mesa en señal de que tomara asiento. Todo era silencio, salvo el agua corriendo entre las piedras, el canto de las aves y el agudo rechinar de las sillas cuando nos sentamos.
Continuará...
Ahí vengo, voy al baño...
ResponderBorrardespues de un año de leerte y casi nunca dejar mensaje soy la primera en dejar mensaje , y para cuebao el to be continued , saludos desde cd. juarez
ResponderBorrarjajajajajaj ,kabeza me gano jajajajajjjaj
ResponderBorrarBienvenido al mundo real!
ResponderBorraryo viviria en la matriz sin conocer la realidad real por el resto de mi vida, si me hubiera pasado eso... que horror!
espero que tenga continueishon, vdd... porque ya me piqu... clav... ya bueno, quiero mas, jajaja
ResponderBorrarsaludos
y que mas sigue saludos desde tijuana
ResponderBorrarYo opino que ya no cuentes el resto....deja a toda esta bola de pinches andrajosos metiches con la duda y te recordaran toda su vida....pero nomás dime al final el viejillo es el asesino y el otro su mayate,,no??
ResponderBorrarHey:
ResponderBorrarMaese no mame me dejò con el misterio, qué pedo qué secreto le reveló??? no tarde en postear la otra parte no?
me dejaste con toda la desta adentro, ya continuale!!
ResponderBorraraaayyy cabron!! esta bueno esto...
ResponderBorrarjejejeje saludos
Atte. Edo
Uchale, que picada me di con la historia!
ResponderBorrarPa cuando la segunda parte?
ResponderBorrarYa sé Guffo!, va a salir que el Gobierno les paga tan buena lana a los polakos por hacerse de la vista gorda con los narcos o algun otro tipo de malandro, ¿no?.
ResponderBorrarPon pronto la continuación, que me quedó la duda!!!!
P.D. Perdón por la terquedad, pero ¿Y los Chistes Alowey? :D
Johnny
nomás una cosa, maestro:
ResponderBorrarPostee el resto de la historia AQUI.No vaya a salir con sus ondas de mandarnos a otro lugar, eh.
Se lo advierto.
hay weeeeeeeeeeeeee
ResponderBorrarq chingon... ya me dio la curiosidá... y mello.. muajajaja
postea la otra parte
Besos
eso es escribir.....desde las romantico aventuras de la Fabi no me habia gustao tanto algo.... q sigue q sigueeeeee
ResponderBorrarA ver si para el miércoles se me ocurre algo, jejeje.
ResponderBorrarSaludos a todos y gracias por las visitas.
Lo de los Chistes alowey yo les aviso. En eso ando para que el libro salga antes de navidad.
Uooorale.
Favor de observar la lucecita azul Mr Knight
ResponderBorrarinteresante...
ResponderBorrarespero
porke en el mudno de la blogsfera se refieren a uno como "mease"
ResponderBorrarpinches mamadas mejor que se digan "eeh cabron" "pendejo" "wey" lo que sea
continuele a la historia
debo confesar, la intriga me consume, para cuando el desenlace ?
ResponderBorrarEstare esperando lo que falta
ResponderBorrarPorque no nos vas a dejar asi verdad ???
Ora Ora, ese Guffo na mas me calienta la tatema y no termina, oraleeeeesssss, que mas, que mas, ya me quede intrigadoooonnnn!!!!!
ResponderBorrarGOOD MORNING MR. GUFFIÑO
ResponderBorrarMIRA GUFFO LO YO QUE YO CREO QUE DEBERIAS DE HACER=====>(SUGERENCIA)
ES QUE LA GENTE QUE QUISIERAMOS COMPRAR TU LIBRO TE MANDARAMOS EL DINERO POR ADELANTADO ASI PUES TE SERIA MAS FACIL COSTEAR TODO LO QUE TIENES QUE PAGAR NO CREES? CREO QUE SERIA LO JUSTO O AL MENOS ESO AYUDARIA =0 ) A MI SI ME INTERESA ADQUIRIRLO Y SI ME DAS UNA DIRECCION PUES YO TE MANDO EL DINERO
MI CORREO ELECTRONICO ES
patorocha78@hotmail.com
LOS GASTOS DEBEN INCLUIR EL MANEJO Y ENVIO AL EXTRANJERO YA QUE VIVO EN EL ESTADO DE WASHINGTON U.S.A
SALUDOS
PATRICIO ROCHA
nunca había esperado tanton a un hombre... por fa pon el fin de la historia
ResponderBorrarnah no me gusto...
ResponderBorrarJAJAJ YA NO FUMES DE ESA KAON, MEJOR PONTE A JALAR
ResponderBorrarSALUDOS
Por eso Don Guffo, ora si que se la bañó, pero... ok. No preguntare nada, me esperare a ver que demonios sucede con el cuentirijillo.
ResponderBorrarOiga? ni un adelando por mail?
Ya mero, ya mero; a media noche pondré la mafufa continuación y, sí, otra vez los voy a dejar picados, snif.
ResponderBorrarSaludos a todos y muchas gracias por sus comentarios y visitas.
Yo tambien gano
ResponderBorrar150,000
De los viejos
150 de los nuevos
Jajaja, entonces tú debes de conocer esas revelaciones, Manuel, no te haga, jeje.
ResponderBorrarS. Over two million people have taken this drug, so a lot is known about its safety and effectiveness Accutane is a naturally buy accutane occurring product, the body is able to quickly remove Accutane
ResponderBorrar