Pinche boda rara. Con decirles que no había meseros y uno se tenía que parar a la barra por su pisto. Y pues ya se imaginarán a los mexicanitos: metiéndose en la cola y sacando de quicio al barman porque no había tequila. Había cheves, whisky, piñas coladas, martinis y no sé qué otras cosas más, pero tequila no. Como siempre quise probar un martini cosmopolitan y allá en Monterrey los venden como en 70 pesos la copita, pues aproveché en la boda para probarlos. Están buenos pero las copitas en las que los sirven están muy mariconas y chiquitas, se tardan mucho en prepararlos y se beben de volada. Opté mejor por tomar cerveza.
Qué hueva describir la reacción de mis parientes al verme con Fabiola: prefiero que imaginen sus caras, expresiones y diálogos. A la Fabi le gusta bailar, y yo soy de esos de los que la gente habla y se burla cuando se para a dizque bailotear, porque parece que tengo los aparatos y fierros que usaba Forrest Gump de chiquillo; pero pues me valió madre y saqué a bailar a la Fabi. La banda que animaba, al ver que la mayor parte de la familia era mexicana, optó por su repertorio de música en español como “Copa Cabana” y “Tequila”. Vaya imbéciles. Ya me los imagino sacando sus brillantes deducciones: “Ah, mira, son mexicanos: vamos a cantarles la de Tequila para que se sientan en casa”. Pffft, debió haber habido tequila pero para mamar, cabrones. Bueno, a un tío sí se le prendió el foco y llevó una botella o dos. Bah, a mi ni me gusta como quiera. Fue una boda como todas las bodas que hay, lo que la hizo única fue la compañía y mis alocados pasos de baile, ajuuua. Bueno, salvo ese detalle de pararse cada quien por sus alcoholes y de que las bebidas te las cobraban después de las 12 de la noche, todo estuvo bien. A esa hora Fabiola y yo nos despedimos de los aún asombrados de mis familiares, fuimos a nuestro hotel, subimos al doceavo piso sin soltarnos de la mano -esta vez sí nos besamos dentro del elevador- y entramos a la habitación igual.
Vimos el último episodio de Sex and the City y la Fabi lloró. Siempre me pareció una buena serie, pero siempre he pensado que de las cuatro viejas no se hace una; bueno, es que ninguna es mi tipo. Tal vez Samantha. Las de Desperate Housewives están mejores. Bueno, pero lo mejor fue ver llorar a la Fabi. Siempre me gustó que llorara en el cine, viendo Cantando por un Sueño o cuando le leía mis escritos en las noche. Me gustaba que llorara porque me gustaba tener un pretexto más para besarla y abrazarla y decirle que la amaba. La abracé y le besé la frente cuando la pantalla del televisor se puso negra con letritas blancas y ella también me abrazó.
La Fabi tuvo su última conferencia muy temprano en la mañana. Su madre no llegó a Houston, por cierto. No me despertó, pero sentí cómo se quedó un buen rato contemplándome en silencio desde el sillón, ya arreglada y lista para marcharse. También sentí cuando acarició mi pelo y me beso en la boca. Recuerdo entre sueños que me decía que ya se iba y que me amaba mucho y que siguiera dormido. Desperté por completo –medio crudo- minutos después, prendí la lámpara y leí el recadito que me había dejado sobre la cómoda:
“Gracias por este maravilloso fin de semana. Siempre he creído que por algo suceden las cosas. No vayas a perder la llave que está a lado de este mensajito: es la de mi departamento, jijiji. Te veo allá, baby. Te amo y ya te extraño. Besos sabor cosmopolitan, mi bailador con dos patas izquierdas ”.
Ya quería irme a la chingada a Monterrey.
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ora ora ke weno ke la vida te sonrie, muuuuuuchas felicidades, sabes? se dice que en esta vida nada es para siempre, pase lo que pase, disfruta cada momento con esta mujer, porque no sabes si algun dia tendran que separarse de nuevo... no divagues en ello, de lo uniko que debes meditar es de si disfrutaste al maximo tu día con ella...
ResponderBorrarsalu2
t cuidas
ciao!
Orales
ResponderBorrarHay amor ya no me quieras tanto
Suerte y bonita semana
Buena historia y mejor finalno pudo haber, que así siga mister Guffo, suerte en todo lo que hagas. tomboy
ResponderBorrarHappy end, I knew it.
ResponderBorrarPasela chingon y duren de a madre.
y que ya fuiste al depa de la Fabi ahora que estas de regreso en Mty?
ResponderBorrarSaludos
Lo mejor de todos los escritos siento yo que es el título que le diste al ultimo...
ResponderBorrar"Final, pero continuará..."
que asi sea carnal
un abrazo y q chingon estar asi...
sale !!
final chido, guffo.
ResponderBorrarya esta d vuelta en monterrey??? como sea, q sean muy felices juntos!!!
Fabi y tu nacieron para estar juntos lo que no me gusta es que en algunas cosas te refieres feamente de los mexicanos y de Monterrey eso no me gusta...Pero todo lo demas chido...
ResponderBorrarSaludos
no pudiera extender mas la historia poruqe eso de ver, leer y escuchar es todo un fenomeno y pues muchas felicidades por su reencuentro neta que que chido por ambos, cueros mil nunca cambien! jajajaja....
ResponderBorrarboda sin tequila: mmmmm si esta bien raris... buen reencuentro.. buen final..... buenerrima historia...
ResponderBorrarAy que lindo y tal como lo pensé, se percibía que habían vuelto desde hace ratillo, :D tanta felicidad la derrochas por aquí.
ResponderBorrarMil felicidades para los dos de todo corazón.
"Ya quería irme a la chingada a Monterrey".
ResponderBorrar¿Qué no es lo mismo?
:)
Gracias a todos y buen inicio de semana.
ResponderBorrarSrta. Locura: Pos es que uno que trabaja en dos periódicos y tiene familiares en la política, se entera de cada cosa de su ciudad que, ay diosito: Qué mugrero. Pero no se me ofenda, estamos aquí para cambiar las cosas,no namás para criticarlas.
Erathora. Snif, sí, si es lo mismo, jeje.
AHHH, QUÉ BONITO ES LO BONITO!!!
ResponderBorrarFELICIDADES A FABI Y A TI... DISFRUTENLO
SALUDOS LA MUSTIA
mi estimado guffo te entiendo en el dificil transe de decidir si quedarte en la cama o irte a mty a buscar al pichocito, solo recuerda que: todos los hombres tenemos dos pies izquierdos, pero solo a algunos no vale madre tenerlos a fin de cuentas los usamos poco.
ResponderBorrar*de pie, sombrero en mano y con los guantes en el sombrero, aplaudo*
ResponderBorrarcano...
ResponderBorrarsabia que era un reencuentro. WHOOO!!!
Que par de post tan mas fregones, si fuera mujer tambien estaria chillando...
ResponderBorrar... no se como llegue aqui
ResponderBorrarpero me regresaste a pensar que las cosas si pasan por algo y para algo muy delicadamente especificado
mis ultimas semanas, cuando en el dia sucedia algo que me mostraba que yo era a piece of romantic shit.. los dejaste atras...
encuentros como este con personas tan especiales... le dan valor al tiempo
simplemente genial.
ResponderBorrarcuidense y mil felicidades de nuevo.
No importa que no sepas bailar, mientras en su recuerdo hayan sentido el compas de las notas del amooooooooooooooooog...
ResponderBorrarcursi, pero cierto.
saludos
Ross
Snif.... que bueno que te re'encontraste con la Fabi, felicidades.... y con respecto a las bodas en USA, hay otras peores, una vez fui a una donde en la invitación decía que tenías que llevar tu comida porque ahí solo darían lonches y ponche.... así que ya te imaginarás todos llegando con hieleras y comida como si fueran a un pic nic, ja ja ni modo..... besitos guffo....
ResponderBorrarFinal...pero continuará. Claro!! por supuesto!...
ResponderBorrarSaludos Guffo!!!!
Anita!
Hey Anita, saludos a ti y al Alex. Estuvo bien chida tu pachanga.
ResponderBorrarByebye.
No cabe duda que para escribir y tocar fibras sensibles, te pintas solo, guffo.
ResponderBorrarY si, reitero que su mujer se ve bastante guapa.
DEspues del dramatismo, esto se fue tornando una tragi-comedia
Pendejo, le di postear sin querer, jejeje... bueno, puies estuvo poca madre la historia, ojala que eso siga dando de que hablar para deleite de sus lectorcitos.
ResponderBorrarSaludos y coja mucho, compa.
Sí, cuando vi el final de sex and the city fui corriendo a abrazar a EL, pero de tristeza porque ya no vería más la serie, porque realmente era el último capítulo. En realidad coincido que esas cuatro mujeres están bien "piradas".
ResponderBorrarAhora yo también tengo un final de capítulo, con EL.
Afortunadamente doña Pelos sigue a mi lado...