A que no le agarras la nalga a esa gatita, me retó el Chilindrino.
Tenía poco tiempo de juntarse en el barrio y como que a nuestros padres no les gustaba su presencia porque era mayor que nosotros. El Chilindrino siempre andaba montado en nuestras bicicletas, nos pedía comida y dinero y nos pedía cosas prestadas –juguetes, playeras, pelotas- que nunca nos devolvía. Una vez me castigaron un mes sin salir porque le presté al Chilindrino un rompevientos y nunca me lo devolvió porque dice que lo perdió; pero estoy seguro que lo vendió el muy ojete. Era un hijo de puta abusivo.
A los 14 años ya traía coche -un Sakura 82 blanco bien madreado- y pasaba por nosotros que teníamos entre 10 y 11 años; edad en la que, obviamente, nuestros padres nos mataban si se enteraban que nos subíamos en el Chilindrinomóvil o en cualquier carro. No sé ni cómo me convenció pero me subí al ´Ta cura (así le decíamos al carrillo Sakura porque estaba bien curado: ´Ta cura). Total, me convenció de que lo acompañara a la tiendita en su coche. Me agaché al pasar por mi casa para que no me fuera a ver mi mamá, y el muy culero pitó vaarias veces mientras gritaba “¡señora, señora, aquí va su hijo en mi carro! Jajajajaja”.
Dos cuadras antes de llegar a la tiendita, caminaba por la calle la muchacha que ayudaba con el aseo en la casa de Pollito; caminaba precisamente de regreso de la tiendita porque había ido a comprar leche y otras cosas para la cena. A que no le agarras una nalga a esa gatita, me retó el Chilindrino. No mames, es Carmelita, la que trabaja en la casa de Pollito, le respondí. ¿Y luego?, me dijo, está bien buena, ¿a poco no? Empecé a incomodarme. Giró en la rotonda y disminuyó la velocidad. Carmelita iba del lado izquierdo de la calle. El Chilindrina aceleró un poco, sacó la mano izquierda por la ventana, con la derecha metió cambió y le dio tal apretón en la nalga que vi perfectamente cómo se arrugó la falda de Carmelita cuando cerró con fuerza sus sucios dedos. Yo sólo me agaché y dije “¡no mames!”. Aceleró cobardemente atacado de la risa. ¡Que ricas nalgas tiene Carmelita!, y le hacía como si se saboreara algo. Detuvo el coche en una esquina alejada. Jajajaja, ¿pa´que te agachas, pinche joto? Abrí la puerta del Sakura blanco y salí. Aceleró para irles a contar a los demás su hazaña, no sin antes gritarme “¡pinche jotillo maricón!”. Volví a la tiendita por el lado derecho de la calle, el lado opuesto por el que venía Carmelita. La vi sollozando y limpiándose las lágrimas. Tenía poco de trabajar en casa del Pollito. Trapeaba, barría y cocinaba por un sueldo de mierda. Me paré queriéndole decir algo, pero su caminar era apresurado y vergonzoso. Los sollozos se convirtieron en llanto y Carmelita corrió tapándose el rostro con una sola mano porque con la otra cargaba la bolsa con la leche y las demás cosas para la cena.
En verdad que era un hijo de la gran puta ese Chilindrino. Ojala tenga puras hijas el cabrón.
No, mi estimado, ese no es un deseo que mezca ese cabron, ok, estoy de acuerdo, ojala tengas puras hijas el putito ese, pero que le salgan reputas y grifas, y si le llega a salir un hombrecito que le salga punial al hijo de su reverenda. En el pedir esta el dar, era nomas de taloniar a carmelita pa que las prestara con gusto y placer, cada pendejada que no hizo uno de chamaco.
ResponderBorrarNo, hermanos, no. la mera neta de la jodidencia, es que las hijas no le salgan nomás reputas o grifas, sino que terminen de gatas porque al wey lo haya dejado su vieja y no pueda jalar por quedarse lisiado en una silla de ruedas. Y cada que sus hijas salgan a trabajar de gatas piense: A ver si no les agarran el trasero los juniors de mierda.
ResponderBorrarora si la regastes guffo como q ojala tenga puras hijas?????, osease tener hijas es un castigo o como???, sono feo.
ResponderBorrarja ja ja ja ja ja ja... esos pinches gandallas nunca faltan en ningun lugar... ojalá que al wey se lo esté llevando la chingada...
ResponderBorraresta muy chido tu blog...
saludos..!
como ese ojete de chilindrino hay muchos que eran o siguen siendo asi de ojetes, pero bueno lo unicoque podemos hacer es enseñarles a los nuestros a no ser tan mierdas... saludos compadre!
ResponderBorrarJajajaja, para nada, no es que sea un castigo tener puras hijas; pero para güeyes de ese tipo sí. Tienen un pavor de tener hijas porque como nunca han respetado a una mujer. Son de esos vatos que las van a reprimir, a prohibirles novios, salidas, etc, y que quieren hijos para enseñarles maldiciones y a defenderse a golpes en el kinder. No me mal interpreten ni se me ofendan, jeje. Bye.
ResponderBorrarjaja pinche chilindrino ogt!!!
ResponderBorrarnel muy bien dicho compadre.
ResponderBorrarComo para pararlos de culos a los hijos de la chingada¬¬
saludos compadre
Pos es que con ese apodo de el "Chilindrino" es para que esté peleado con el mundo.
ResponderBorrarHíjole compa, pero sus hijas (del chilindrino) qué culpa van a tener. Y con respecto al post anterior... pues sí está cañon, las mujeres luchamos por una igualdad pero seguimos soportando abusos de familiares, compañeros y novios, de alguna u otra forma nos seguimos dejando
ResponderBorrares triste
a mi me paso algo asi, yo tenia como 15 años... y un puberto precoz me pellizco, y el iba en bicicleta... jajaja, pero yo no lloré yo le grite de que se iba a morir... aunque el más se atacó de la risa :(...
ResponderBorrarJajaja...
Saludos!! pobre chava...
jajaja
ResponderBorrarche gandúl de mierda el tal chilindrino...
oye, y si estaba buena Carmelita???
jeje
salú
Bueno tambien hay q pensar q todos tenemos epocas o momentos en q la regamos, a lo mejor el Chilindrino ya ni se acuerda y ahora es un hombre de bien y feliz y nosotros aqui bien preocupados...¿puede ser no?
ResponderBorrarBueno tambien hay q pensar q todos tenemos epocas o momentos en q la regamos, a lo mejor el Chilindrino ya ni se acuerda y ahora es un hombre de bien y feliz y nosotros aqui bien preocupados...¿puede ser no
ResponderBorrarBueno tambien hay q pensar q todos tenemos epocas o momentos en q la regamos, a lo mejor el Chilindrino ya ni se acuerda y ahora es un hombre de bien y feliz y nosotros aqui bien preocupados...¿puede ser no
ResponderBorrarperdon por publicar lo mismo 3 veces, errorcito...pense q no se estaba subiendo!!!
ResponderBorrara mi una vez me agarraron la nalga y si se siente reculero. Tambien me puse a chillar :(
ResponderBorrarsaluditos guffo
Jejeje que risa, a mi una vez mi pellizcaron.. era un niño como de 8 años, estabamos en un mercado en Israel. La verdad me saque un poco de onda porque hasta me dolio, pero equis, ojala lo disfrutado sentir una pompita mexicana. ja
ResponderBorrarGracias por postear en mi blog, definitivamente no todos tienen "vocacion" o llamado a ser papás y que admirable saber reconocerlo.
Saludos!
Pues sí, ojalá sea un hombre de bien. Malo fuera no aprender de nuestros errores y regazones. Saludos.
ResponderBorrarNo mames, culero hijo de la mierda, mejor que no tenga ni hijas ni nada, mejor que sea esteril y que sus putos genes se pierdan para siempre. Saludos mi Guffs, triste relato, pero bonito.
ResponderBorrarCuando morro una vez me invitaron a hacer precisamente eso. No me aventé. A lo que si me aventé fue a darle de tapetazos en la espalda a los ciclistas, JUAR JUAR JUAR...!
ResponderBorrarObvio, llegó el momento en que me topó alguno de esos para cobrarselas todas juntas.
Que onda Guffo! aqui poniendome al dia con tu blog tras una abstinencia blogueril.
ResponderBorrarSaludos!
Luiz
luiz.bitacoras.com
Puras hijas para que las manoseen y de paso, les den violin jojojo!
ResponderBorrarAh que jijo de la gran verch fue ese chilindrino. Hombres abusadores, por eso los odio. pfft...