"El hombre es la especie más insensata: venera a un Dios invisible y masacra a una naturaleza visible, sin saber que esta naturaleza que masacra es ese Dios invisible que venera". Hubert Reeves
miércoles, enero 18, 2006
un barrio tranquilo... una vida igual
o
Cada que voy a la tiendita este méndigo perro me saca un pedo. Tal vez huele que en mi conciencia pesa la muerte accidental de uno de los de su especie. Guaf guaf!!!, me ladra el muy cabrón desde la azotea y yo brinco sin saber por dónde va a salir. Es un barrio tranquilo: Frente a la tiendita está una escuela primaria, la Batallón 201; en contra esquina está una carnicería, la carnicería López y más adelantito los tacos y menudo de Don Rulo. Todo me queda a una cuadra. Hasta el mercadito que se pone los domingos de 8 de la mañana a 3 de la tarde. Mis vueltas a la tiendita son muy casuales, sólo voy a comprar pan para hacer supersandwiches, cerveza, garrafones de agua y una que otra cosa para cocinar cuando me entra el espíritu de chef. Hoy fui a comprar tortillas, aguacates verdes y papa porque probablemente mañana hagamos carne asada y los aguacatitos estarán buenos pa´la noche. Las siete palmeras que escoltan la escuela siguen estando ahí, pero ya no las veo tan seguido desde que taparon el patio del negocio. De regreso, el perro me vuelve a ladrar; volteo y le sonrío. Alcanzo a ver cómo le escurre la baba. En esta misma acera donde vive el perro está la imprenta en la que me asocié con Júpiter. Es un barrio tranquilo. Frente a mi casa hay un parque donde se la pasan jugando niños, a un lado hay un árbol de mandarinas que siempre me dice que me las robe y, en las noches, los vecinos del otro lado sacan un puesto de tacos, flautas y enchiladas pa´ganarse unos centavos extras. Es un barrio tranquilo, una vida tranquila. Dibujo en mi casa, cruzo la calle para hacer chamba de imprenta y voy al periódico en las noches un par de horas. Es una vida tranquila.
Bien...a veces quisiera una vida tranquila y un perro que me ladre aunque sea para atrapar estas carnitas...jejeje
ResponderBorrarHasta ventanita le pusieron al pinche perro pa que te ladre a gusto. ¿En qué periódico trabajas?, ¿publicas?, saludos.
ResponderBorrarQue mas se puede pedir no?
ResponderBorrarSaludos Maestro!
Los ladridos del perro son para despertar conciencias en un barrio tan tranquilo.
ResponderBorrarHola Guffo, pasando por aquí, un saludo!
ResponderBorrarPues si, me late mas las onda de vida tranquila, a adar con el cuello todo duro de tanto estres (o como se escriba), un saludo compadre
ResponderBorrarGuffo: Hiciste un recuento de lo que extranio ver cotidianamente. El pensamiento de la carne asada hizo que las tripas me chillaran fuertisimo! Ojala nadie me haya oido.
ResponderBorrarSaludos desde Canada
Cheveeee... Carne Asadaaaaaa (Homer Simpson Style)... Siempre hay una piedra para el perro.. Animo
ResponderBorrarPues tranquila ó no tranquila, lo importante es que esté feliz con su vida.
ResponderBorrar¡Saludos!
Blogeando y llegue aqui, bueno blog...
ResponderBorrarsaludos desde la cuidad de la esperanza
thanx guffo, checo esto el lunes...
ResponderBorrarestan abiertos a colaboraciones? si es asi aviseme, snif.
snif, carne asada, ayyy mi casita norteña, como la extraño (muchisimamente).
ResponderBorrarimpresiona el como retrata tan chido la cotidianidad. me cae.
Alo adorado!!! no te habia venido a visitar soy de lo peor!!!
ResponderBorrarQue crees??? estoy muy in love... pero muy mal correspondida..bujuju.... jojojo talvez caiga por alla en dos semana a ver que nos tomamos no? saludos y abrazos
chido blog
ResponderBorrarjajajajaja che perrín... jajajaja su huequito jajajajaja si hasta parece gárgola
ResponderBorrarEIT SE PARECEN A LOS DE LA VECINA UN DIA POSTEARE LA FOTILLO DE ELLOS SE PONEN IGUALITOS Y TAMBIEN ME SACAN UN .. CUANDO LOS VEO
ResponderBorrar