duncan del 8...

De niño soñaba con ser un Duncampeón, osease, un profesional en las suertes del yo-yo marca Duncan. Y ahí estaba yo como menso todo el pinche día, dándole al yo-yo; intentando el columpio, paseando al perrito, los pasos de la muerte y hasta me rompieron el hocico una vez que me quisieron quitar de la boca un cigarro de un yoyazo. Pero así como para el futbol soccer era un tullido, pa´l pinche yo-yo tampoco servía. Lo único bueno que me dejó el yo-yo fue una muñeca derecha muy mañosa pa´los saques con efecto en el ping pong y para estirarle el pescuezo al gansito marinela durante la prepa. Aaaay, qué tiempos aquellos en los que sólo aspiraba a ser un Duncampeón y a dormir en un barril como el Chavo del 8. ¿Pero qué tal ahora, licenciados, ingenieros, arquitectos y demás profesionistas serios; qué tal se sienten ahora que son alguien en este mundo ausente de Duncampeones con ternura del chavito del 8??? Renuncio a ser adulto, haré una maestría con especialidad en yo-yo mariposa y viviré del aplauso de la gente...