A un maestro que tuvo mi papá en la facultad le decían El Sinaloa. No porque fuera de aquel estado, sino porque le faltaba un brazo: Sin-Aloa ("sin ala", para los que todavía no entienden la madreada). Pinche raza gacha. La raza en muy cruel a la hora de poner apodos. Había un güey en la secu que le decían La Taza, porque le faltaba una oreja y a un vato medio amanerado le decían El Sida. "Ah´viene El Sida!!!", gritaba la raza cuando el pobre lilo se paseaba por los pasillos de la secu meneando las nalguitas. Hay raza de la cual sólo conocemos su apodo y no su nombre. "Ah, chinga; yo pensé que te llamabas El Mojón Treviño". Y también está la otra cara de la moneda: personas que creemos que ése es su apodo y resulta que así se llaman. Ejemplo. mi amigo Júpiter Zeuz y mi amigo El Nemesio. Ah, y Panchito López. ¡Aguas!!!, un apodo dura toda la vida, así es que mejor escojan uno chido y no cometan alguna pendejada para que la raza no se los escoja y tengan que cargar con un apodo feo como estigma toda la vida. Porque hay de apodos a apodos:
- Fer, Alex, Tavo, Charly, Pepe y demás derivados de nombres
- Chore, Trompas, Flaco, Güero y demás relacionados con aspéctos físicos
- Existen los que nunca sabes por qué al güey le dicen así o se les queda un apodo por algo que dijeron: El ÉcheleAgua, La Bala, El Taquetes, Beto Súper, El Yopedítaquitos, etc.
- Los que modifican el nombre: Degenerardo, Mamarco, Armamando, Gustrago, Ano tonio, Briagoberto, Pedernando, etc.
- Y los culerotes: El Feto, El Moco, El Pedorro, El Tanate, El Cabeza de mi Huevo Izquierdo, El Fabiruchis, La Lonja, El Marrano, El Gachote, El Quena(lgotas), etc, etc... Ah, y Panchito López.
Basta de pendejadas, ahí se ven
Para los que quieran la rolita de "Villa Cariño", la toca un grupo que suena a congal de 5 pesos (todavía peor que los macuarros del zazaza) y se llama "Wawakó" o "Wawacó".
ResponderBorrarSaludos a la banda.
Cuándo vuelves Perea!!!
Yo soy el vivo retrato de aquellos que nadie conoce por su nombre.
ResponderBorrarPero en fin, con tu permisito voy a fusilarme tu idea como pretexto para contar mi triste historia.