En diciembre del 2015 fui casi sin expectativas al estreno de The Force Awakens, el esperado regreso de Star Wars a los cines. Quizás por eso me gustó tanto la película. Y digo "casi sin expectativas" porque: por un lado, ni el director J.J. Abrams ni el hecho de que Disney estuviera involucrado, me latían; pero el misterio en torno al regreso de Luke Skywalker -mi héroe de infancia favorito- aunado al trailer donde aparece Han Solo y Chewbacca, reavivaron el llamado "Factor Nostalgia", es decir: al niño de 8 años que vio el estreno de The Return of the Jedi en el cine y quería tener un sable de luz y coleccionar todos los monitos; porque, siendo honestos, gran parte de la columna vertebral de la saga de Star Wars es sólo eso: nostalgia y comprar mercancía.
Confieso que en ningún momento me causó ruido -como a muchos hardcore fans les sucedió- que el Episodio VII fuera casi casi una copia al carbón del Episodio IV: A New Hope. Tal vez no me disgustó porque lo asimilé como un recurso para atraer nuevos fans y mantener a la mayoría de los fans primigenios satisfechos y cautivos; tal vez no me molestó porque me sentí en terreno seguro, viendo prácticamente lo mismo que vi y amé de niño: viendo un remake de una de mis películas favoritas pero con mejores efectos visuales, mejores coreografías de batallas con sables de luz, más criaturas espaciales, algunos giros imprevistos en la historia y nuevos personajes que iban coincidiendo de manera perfecta con los personajes y artefactos de la trilogía original. Pero, sobre todo, el Episodio VII me hizo esperar con ansias las siguientes películas porque había dejado varias preguntas al aire -tanto de los personajes recién agregados como de los clásicos-, misterios por resolver que generaron las más locas teorías y las más grandes esperanzas entre los aficionados a este universo creado por George Lucas.
Y tal vez ése fue el problema principal: que fui con muchas expectativas -un chingo, de hecho- a ver el Episodio VIII: The Last Jedi. Expectativas que, como dije más arriba, el Episodio VII generó y el reciente Episodio VIII aniquiló por completo; porque, la mera verdad, salí del cine desencantado, sin ganas de ver qué sucederá en el Episodio IX. Ya no me interesa lo que puedan contar después de lo que le hizo Rian Johnson a los hilos argumentales de la película anterior y a los conceptos místico/filosóficos de la trilogía original.
Y aclaro -antes de que empiecen a joder con eso- que esto va más allá de un berrinche de fan encabronado porque en The Last Jedi no le cumplieron su capricho de ver por última vez a Luke Skywalker partiendo madres con su sable de luz verde en un duelo épico, snif (¿qué fan no esperaba eso? ¿Qué fan puede quedar satisfecho sin eso, en serio?). Tampoco es la pataleta de un nostálgico que se aferra a la primera trilogía y no quiere dejar morir el pasado para que las nuevas generaciones bla bla bla... Disfruté las precuelas "por la nostalgia", pero todos sabemos que son malísimas en muchos aspectos. De hecho, las batallas con sables de luz de las precuelas son tan buenas que "las salvan", y el Episodio VIII que, aunque "lo disfruté" como película palomera, ni a eso recurrió para salvarse; es lo que me pareció más increíble. Porque, así como dije que Star Wars es nostalgia y comprar mercancía, también es peleas con sables de luz: y más si son con Luke Skywalker. En fin.
Pienso que la nostalgia y lo novedoso pueden ir perfectamente de la mano, como lo demostró The Force Awakens con todo y sus fallas; por eso sigo sin comprender esa obsesión de esta nueva película de "romper con el pasado", como si éste fuera algo malo, como si lo viejo fuera lo apestado. A final de cuentas, quienes se enamoraron del universo fílmico de Star Wars lo hicieron porque vieron la trilogía original y la esencia de este universo "viejito" los marcó (así como muchos descubrieron a los Beatles o a los Rolling Stones 20 ó 30 años después de su apogeo y terminaron siendo megafans).
También pienso que hay conceptos fundamentales que no se tocan, por decirlo de alguna manera; que hay ciertos tonos que deben mantenerse y contextos de los cuales no hay que salirse, menos si tienes en tus manos una franquicia de 40 años de edad y millones de fans que han mantenido los engranes de esta maquinaria funcionando tal como es. Por eso cada que dicen que a esta última película no le importa lo que los fans piensen acerca de Star Wars y que "eso es lo más genial de ella", me parece una enorme falta de respeto. Y también me parece muy cobarde que, aparte, vengan y nos culpen de nuestro desencanto con The Last Jedi por "haber alucinado teorías ridículas en nuestras cabezas". Digo, si no quieren que hagamos teorías o suposiciones, entonces no dejen hilos sueltos, no creen personajes que parecen importantes para la trama y mejor cierren sus historias; pero si hay hilos sueltos interesantes que le darán continuidad a una historia que funcionó y gustó a la mayoría, ¿por qué los "resuelves" de la forma más absurda, argumentando que "son giros inesperados", y le quitas toda la importancia a los trabajos anteriores y, aparte, la agarras contra los fans "por hacer teorías tontas"?
Pienso que la nostalgia y lo novedoso pueden ir perfectamente de la mano, como lo demostró The Force Awakens con todo y sus fallas; por eso sigo sin comprender esa obsesión de esta nueva película de "romper con el pasado", como si éste fuera algo malo, como si lo viejo fuera lo apestado. A final de cuentas, quienes se enamoraron del universo fílmico de Star Wars lo hicieron porque vieron la trilogía original y la esencia de este universo "viejito" los marcó (así como muchos descubrieron a los Beatles o a los Rolling Stones 20 ó 30 años después de su apogeo y terminaron siendo megafans).
También pienso que hay conceptos fundamentales que no se tocan, por decirlo de alguna manera; que hay ciertos tonos que deben mantenerse y contextos de los cuales no hay que salirse, menos si tienes en tus manos una franquicia de 40 años de edad y millones de fans que han mantenido los engranes de esta maquinaria funcionando tal como es. Por eso cada que dicen que a esta última película no le importa lo que los fans piensen acerca de Star Wars y que "eso es lo más genial de ella", me parece una enorme falta de respeto. Y también me parece muy cobarde que, aparte, vengan y nos culpen de nuestro desencanto con The Last Jedi por "haber alucinado teorías ridículas en nuestras cabezas". Digo, si no quieren que hagamos teorías o suposiciones, entonces no dejen hilos sueltos, no creen personajes que parecen importantes para la trama y mejor cierren sus historias; pero si hay hilos sueltos interesantes que le darán continuidad a una historia que funcionó y gustó a la mayoría, ¿por qué los "resuelves" de la forma más absurda, argumentando que "son giros inesperados", y le quitas toda la importancia a los trabajos anteriores y, aparte, la agarras contra los fans "por hacer teorías tontas"?
Respecto a lo de "hay cosas que no se tocan", dejen ver si me explico, para no sonar cuadrado o cerrado o anticuado. Star Wars es como Mafalda, por poner un ejemplo. La tira de Quino sigue vigente aunque su autor tenga más de 40 años sin dibujarla. El personaje sigue vendiendo libros y sigue sumando seguidores sin haber cambiado un ápice (porque, pues bueno, ya no la dibuja). A lo que voy es: ¿creen que sería buena idea cambiar el tono de Mafalda y sacarla de contexto para atraer nuevos fans y "llevarla a otros niveles"? Sí, tal vez habría que "modernizarla" para adecuarla más a estos tiempos, pero cambiar el tono y el contexto sería matarla y sería darle una estocada a las personas que se hicieron sus seguidores por lo que el personaje significa y lo que ha representado por más de 40 años. Por eso digo que hay cosas que no se tocan; hay conceptos universales que no necesitan "cambios creativos radicales para sorprender y atraer nuevos fans": las películas de Star Wars son una de esas cosas, como lo es Mafalda; como lo son Los Beatles: que no se van a hacer techno para atraer a las nuevas generaciones; como lo son los Rolling Stones: que no se van a hacer reguetoneros para pretender eso. A esto me refiero con "hay cosas que no se tocan".
Respecto a esta película, pues sí: The Last Jedi es impactante visualmente, pero siento que nos cambiaron la esencia de Star Wars por espejitos destellantes. La película tiene una historia mal contada, larga y repetitiva que abusa de lo que en literatura se conoce como deus ex machina; también abusa de las subtramas y de personajes nuevos de hueva metidos a huevo. Los únicos giros sorprendentes son cuando uno dice: "¿Qué acaba de hacer el pendejo del director?", quien no repara en zurrarse encima de los hilos argumentales que J.J. Abrams había construido en el Episodio VII, quitándole toda importancia a personajes y tramas que parecían relevantes para la continuidad lógica de la historia; para, después de las malas reseñas de los fans, todavía venir a decir que la culpa es de ellos por construir teorías estúpidas en sus cabezas e imaginarse cosas que no eran. Malo el cuento. Malo el futuro para Star Wars. Y eso que no entré en el terreno de las escenas ridículas o ilógicas o incoherentes. Comprendo que es una fantasía espacial y uno no puede ponerse "científico", pero al menos una buena historia -con un duelo de sables de luz digno del personaje más icónico de la saga- hubiera estado chido, snif.
Rian Johnson se dice fan de hueso colorado de Star Wars, pero en serio que ningún fan de Star Wars se hubiera atrevido siquiera a hacerle esto a la saga. Y más me caga su actitud arrogante de: "Pinches fans pendejos, no les voy a cumplir sus caprichos: si quieren ver tal o cual cosa, pues no se los voy a cumplir". Sí, yo sé que no a todos se les pude dar gusto, pero, repito: hay conceptos universales y suposiciones lógicas que no son sólo "caprichos de fans". ¿Se acuerdan de Rogue One? ¿Qué creen que fue el final? ¡Exacto! Puro fan service. La película no hubiera sido lo mismo sin ese final. Todos esperaban algo así y el director no dijo: "Ah, pues como todos alucinan con ver a Darth Vader otra vez en acción, a la verga: no se los cumplo por andar inventando sus teorías".
¿Y qué onda con Luke Skywalker? Aaaay... Luke... Pobre Mark Hamill... Pobre Luke... Pobres las nuevas generaciones que se perderán de este mítico personaje... Pobres todos. ¿Cómo tienes a este Luke Skywalker con el look más badass de todos los tiempos y lo desperdicias toda la película para, al final, ponerlo como "una proyección de La Fuerza" con cabello y barba cortos y teñidos y bata tipo Hugh Hefner? No mamen... Neta que no mamen. ¿En serio no querían ver al Luke de esta foto cortando cabezas y brazos y haciendo malabares con el sable de luz para salvar a su hermana o a su sobrino o a su hija o algo?, snif.
Mark Hamill nos lo advirtió en todas sus entrevistas antes del estreno, cuando decía que estaba en desacuerdo con casi todas las decisiones que Rian Johnson había tomado con su personaje. Incluso llegó a decir que ese no era su Luke Skywalker. Llegué a pensar que era una broma, pues el actor suele trollear a sus fans en redes sociales; pensé que lo decía porque el director nos tenía preparada una sorpresa; pero no. Mark Hamill fue honesto. Mark Hamill tenía razón: no es el Luke Skywalker ni de él ni de nadie.
Acepto que a mí encantó el "giro" que le dieron al personaje, el de un ermitaño gruñón, renuente y desencantado que lo único que quería era morir tranquilo sin que nadie lo encontrara. Me encantó el cabello y la barba largos y desaliñados, el vestuario oscuro tipo indigente/caballero Jedi. Sí, el mejor Luke de todas las películas. Pero pues en eso se quedó: en nada. Qué mugrero, qué mamada, qué desperdicio de actor en sus mejores años y que desperdicio de personaje en el que pudo ser su mejor momento.
Ya por último: cuando le externé mi descontento a alguien, me dijo: "Es sólo una película". Para ningún warsie Star Wars es sólo una película, pero Rian Johnson logró que se convirtiera en eso, en "sólo una película". Ahora comprendo a los fans del futbol cuando les dices: "Es sólo un juego", y todo tu entorno se empeña en que lo vivas como una religión. Y pues sí, ahí sí el pendejo es uno.
En pocas palabras: la película me entretuvo sólo como película, pero odié The Last Jedi como película de Star Wars y no quiero volver a saber nada ni de Disney ni de Rian Johnson ni de Kathleen Kennedy.
Aquí les paso algunas reseñas de The Last Jedi que van más o menos por donde mismo:
Rotten Tomatoes: The Last Jedi.
The Last Jedi: perdidos en el espacio.
Por qué sólo J.J. Abrams puede rescatar a Star Wars.
Todo en la vida son Expectativas.
Joe vs. los Monstruos: Los Últimos Jedi.
Espinof: The Last Jedi es una decepción.
John Doe Movie Reviews.
Roz rants against The Last Jedi.
El granqenk: Los Últimos Jedi.
Cinemascomic: Los Últimos Jedi.
Mark Hamill nos lo advirtió en todas sus entrevistas antes del estreno, cuando decía que estaba en desacuerdo con casi todas las decisiones que Rian Johnson había tomado con su personaje. Incluso llegó a decir que ese no era su Luke Skywalker. Llegué a pensar que era una broma, pues el actor suele trollear a sus fans en redes sociales; pensé que lo decía porque el director nos tenía preparada una sorpresa; pero no. Mark Hamill fue honesto. Mark Hamill tenía razón: no es el Luke Skywalker ni de él ni de nadie.
Acepto que a mí encantó el "giro" que le dieron al personaje, el de un ermitaño gruñón, renuente y desencantado que lo único que quería era morir tranquilo sin que nadie lo encontrara. Me encantó el cabello y la barba largos y desaliñados, el vestuario oscuro tipo indigente/caballero Jedi. Sí, el mejor Luke de todas las películas. Pero pues en eso se quedó: en nada. Qué mugrero, qué mamada, qué desperdicio de actor en sus mejores años y que desperdicio de personaje en el que pudo ser su mejor momento.
Ya por último: cuando le externé mi descontento a alguien, me dijo: "Es sólo una película". Para ningún warsie Star Wars es sólo una película, pero Rian Johnson logró que se convirtiera en eso, en "sólo una película". Ahora comprendo a los fans del futbol cuando les dices: "Es sólo un juego", y todo tu entorno se empeña en que lo vivas como una religión. Y pues sí, ahí sí el pendejo es uno.
En pocas palabras: la película me entretuvo sólo como película, pero odié The Last Jedi como película de Star Wars y no quiero volver a saber nada ni de Disney ni de Rian Johnson ni de Kathleen Kennedy.
Aquí les paso algunas reseñas de The Last Jedi que van más o menos por donde mismo:
Rotten Tomatoes: The Last Jedi.
The Last Jedi: perdidos en el espacio.
Por qué sólo J.J. Abrams puede rescatar a Star Wars.
Todo en la vida son Expectativas.
Joe vs. los Monstruos: Los Últimos Jedi.
Espinof: The Last Jedi es una decepción.
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El granqenk: Los Últimos Jedi.
Cinemascomic: Los Últimos Jedi.