Como
vivo en una cueva apenas me entero del escándalo que provocó el video que
hicieron los alumnos que se graduarán este año de la preparatoria del Instituto
Cumbres México; y pues, ¡ah, qué caray!: cuánta gente indignada, en verdad.
Sí:
el video está muuuy mamón. Sí: refleja una realidad triste y clasista. Sí:
refleja un México excluyente. Sí, refleja una juventud vacua. Sí: te dan ganas
de patear en los huevos a los pinches chamacos fantoches. Sí: las imágenes
podrían considerarse misóginas. Sí: para nada representa los valores y
principios de un buen ciudadano y bla bla bla; pero,
digo, si se van a poner puritanos y traen ganas de indignarse, ahí está la
ingeniosa campaña “Por Ti”, de cerveza Tecate o los alucinantes anuncios del
desodorante AXE, que, en contenido, son casi casi lo mismo que el video de los
mirreynitos chilangos. O, si le quieren subir dos rayitas de tono, ahí están los videos con canciones del Komander o los que muestran la insalubridad de algunas salas de espera del Seguro Social.
O no nos vayamos tan lejos y los
invito a que vean cinco minutos –nomás cinco minutos– de televisión
regiomontana. Neta que su programación es un eterno video de ésos: a diario salen
a cuadro un montón de imbéciles alzados que se encargan de tratar al público
como idiotas, y como “ganado” y “pedazos de carne” –por no decir “escoria”– a
las mujeres que ahí laboran enseñando chichi y nalga. Lo raro es que aquí
nadie se ofende ni exige que ofrezcan una disculpa o que renuncien, como
algunos piden que expulsen a los mirreynitos del video.
Y
me surgen tantas preguntas…
¿Qué
les habrá molestado tanto a quienes se molestaron? ¿Por qué tanto pinche
ardor en la coliflor? ¿Será porque es una institución educativa religiosa que
pregona valores y dice predicar con el ejemplo del buen cristiano? ¿Serán los
indignados los mismos que se indignaron con el grito de “¡PUTO!” en los
estadios de futbol? ¿O serán otros? ¿Por qué no tomar el
video con la ligereza que muchos tomaron el “¡PUTO!”, que, según ellos, a nadie
ofende porque “así somos” y “es parte de nuestra cultura”?
Porque, si a
ésas vamos –y no por defender a los mequillos riquillos–, podemos decir que los chamacos así han sido siempre; que esa actitud
“es parte de su cultura”, que “así son”; que tienen ese concepto de las mujeres
porque las que los han rodeado toda su vida así actúan, y que no lo
hicieron con la intención de ofender a alguien, etcétera.
¿Será
que en los anuncio de Tecate todos tenemos cabida porque los protagonistas son más "como somos la mayoría" y por eso nadie se ofende? ¿Será que los anuncios de
AXE son iguales a nuestras fantasías de clase media? ¿Será que con el video de los mirreyes nos damos cuenta que hay quienes, desde niños, "cumplen" esas fantasías machistas que otros sólo se permite en sueños o anuncios de desodorantes? ¿Será que escuece porque la
cultura del estadio de fut alcanza a más que la cultura de los hijos de papi, pero nos gustaría salpicarnos más de esta última? ¿Será que en un estadio todos tenemos cabida
para gritar “¡PUTO!” entre el montón, pero en el Instituto Cumbres nunca la
tendremos y posiblemente tampoco la tendrán nuestros hijos? ¿Por qué en vez de tenerles
lástimas, nos da coraje que unos mirreyes jueguen a ser lo que aparentan ser: unos imbéciles?
Tantas preguntas que los ofendidos tendrían que hacerle a su orgullo clasemediero herido para sanar su prole corazón. Tantas preguntas...