0.- Mi abuelo Gustavo murió un 25 de octubre de 1975 y yo nací exactamente un año después. Todo mundo dice que soy él. Pues si existe la reencarnación, yo ya chingué.
1.- Mi abuelo admiraba a los caricaturistas y yo terminé siendo uno. Mi abuelo tenía un negocio de estopas; a ver si no termino jalando en un negocio de esos.
2.- Mi papá es médico veterinario, tiene más de 10 años en la política y es candidato a diputado federal. Ya le dije que haga reformas pa´que los perros puedan votar.
3.- Mi mamá atiende la veterinaria desde hace mucho tiempo, pero ella no es veterinaria, nomás cobra el billete y pone orden y una que otra vacuna porque no tiene chiste ponerlas.
4.- Tuve dos hermanas mayores.
5.- Si estuvieran aquí, tal vez no tendría dos hermanas menores. O tal vez seríamos cinco y no hubiéramos tenido las mismas oportunidades. Que bueno que nomás fuimos tres.
6.- Soy el mayor de los primos y nietos por parte de la familia de mi mamá. Tiene sus ventajas y desventajas. Cuando todos tus primos son menores te das unas aburridas horribles en los eventos familiares.
7.- Le llevo 28 años a la menor de mis primas. Voy a ser de esos primos rucos de los que nadie se acuerda y con los que nadie se lleva por ruco, snif.
8.- Por parte de mi padre no soy el primo/nieto mayor, pero sí el único hijo varón con el primer apellido Caballero. ¿Quiobo?
9.- Mis primos son hijos de hermanas de mi padre. Mis primas, de sus hermanos; lo que me hace ser el único que puede tener descendencia con apellido Caballero, así es que los demás no valen si tienen hijos, jojojo.
10.- Tuve un galgo, un gran danés, un dálmata y muchos chihuahueños y french poodles. Mi casa nunca olió ni ha olido a perro.
11.- Una vez viajamos mi papá, un amigo de él y yo hasta New Jersey en coche. Fueron 3 días y medio de camino y escribí una bitácora de viaje. Ahí me entró el rollo ese de escribir pendejadas.
12.- Un tiempo iba todos los días a un extinto zoológico de aquí de Monterrey porque mi padre ahí trabajaba. Un pinche chango siempre me jalaba el pelo cuando entraba a su jaula.
13.- Un eland estuvo a punto de escaparse de su jaula levantando la malla con los cuernos. Recuerdo a los visitantes corriendo, a mi padre y otras personas jalando de una soga y yo escondido en la bodega donde tenían el alimento del antílope.
14.- Una vez fuimos a un rancho cinegético por dos bisontes para el zoológico. La mejor aventura que creo haber tenido. La sensación de ir persiguiendo a la manada dentro de la caja de una camioneta… uuuuts.
15.- Mi padre tenía la costumbre de entrar a los cuartos con guitarra en mano y cantar Las Mañanitas en los cumpleaños, cosa que me encabronaba bien cabrón de morrito y aventaba cosas y me ponía a llorar.
16.- También lloraba y hacía corajes cuando me tomaban fotos. Chale, viéndolo bien, estaba bien pinche loco
17.- Le tenía miedo a los payasos, lloraba en el kinder porque me quería ir a mi casa, no me gustaba ir a las fiestas de mis amiguitos y, cuando iba, me la pasaba enchichado con mi amá y lloraba y me abrazaba más fuerte de ella cuando me decían que le fuera a pegar a la piñata. Era un niño genio, ese era el pedo.
18.- Una vez pedí una sangría en un restaurant y, en vez de traerme el refresco, me la trajeron preparada con vino tinto. Recuerdo a mi papá diciéndome "siéntate bien, Gustavo... ¡que te sientes bien!... ¿pos qué tienes m´ijo???". Pos andaba bien pedo.
19.- Nunca me he fracturado nada.
20.- Mi mamá descubrió que una chavita que me cuidaba cuando era yo un pequeñuelo me daba unas chupadotas en el pizarrín. Por más que intento acordarme, no me acuerdo.